El calentamiento global y el clima extremo: una tragedia anunciada

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El huracán Sandy realmente resultó ser la Supertormenta anunciada. Esta catastrófica tormenta abarcó una distancia del doble del tamaño de Texas y azotó los estados de Nueva Jersey y Nueva York con vientos prolongados de 128 kilómetros por hora dejando devastación en su camino.  El viento, la lluvia, las inundaciones y hasta la nieve que trajo Sandy dejó una de las áreas más densamente pobladas en EE. UU. paralizada.

Hasta el día de hoy, miles siguen sin luz y sin lugar donde vivir. En barrios a solo minutos del centro financiero mundial, este más reciente ejemplo de clima extremo cobró 100 vidas humanas y se espera genere unos $50 mil millones de dólares en daños.

El viernes, 9 de noviembre, el Secretario General Ban Ki-moon ante la Asamblea General de las Naciones Unidas destacó la importancia de aprender las lecciones de la Supertormenta Sandy como un síntoma del cambio climático. Aunque reconoció la dificultad de atribuirle un evento singular como Sandy al cambio climático, añadió que “sabemos esto: el clima extremo debido al cambio climático es el nuevo nivel normal”. Y aunque esta podrá ser una verdad incómoda, es una que no se puede ignorar.

El Presidente Obama también señaló en su discurso la noche de las elecciones que el calentamiento global seria una de las tres prioridades de su segundo mandato, “Queremos que nuestros hijos vivan en una América que no esté agobiada por deudas, que no esté debilitada por la desigualdad, que no esté amenazada por el poder destructivo del calentamiento del planeta," dijo Obama.

Este mensaje no es nuevo. Durante décadas científicos por todo el mundo nos lo vienen advirtiendo. Sin embargo, todos los intentos de poner en pie límites a la contaminación causante del calentamiento global se convirtieron en fracasos en el gobierno.

En su última legislatura, el Presidente Obama tomo varios pasos importantes hacia controlar la contaminación y el cambio climático, como el aumento en las normas de rendimiento de automóviles e imponer límites históricos a la cantidad de mercurio proveniente de las plantas de energía.  

La reelección de Obama solo días después de la mega tormenta Sandy ha vuelto a poner el enfoque en el cambio climático. La opinión pública también ha cambiado--por lo menos en parte por el impacto de este devastador huracán y otros eventos climáticos extremos. En una encuesta llevada a cabo hace un mes, un 67% de los estadounidenses reconocen que el cambio climático es real.

Así que tenemos que preguntarnos, ¿podrá la influencia de la industria de combustibles fósiles frenar el progreso hacia un futuro de energía limpia o lograremos avanzar? Esta vez será más difícil. Esta vez tendrán que ignorar las historias muy reales de vidas perdidas, hogares devastados y las miles de personas sin hogar.

Obama tiene la oportunidad de tomar acción ahora mismo limitando la contaminación del carbono de las plantas de energía a base de carbón existentes y muchas que llevan décadas contaminando.

Ha llegado el momento. No podemos esperar. Tomemos juntos medidas para combatir el cambio climático a nivel personal, local, provincial, nacional y mundial.

Aprovechemos esta oportunidad.