El sábado pasado decidí dedicar unas buenas horas a limpiar mi casa. Tengo dos niños y vivimos cuatro en un apartamento relativamente pequeño así que hay que estarlo limpiando frecuentemente. Además, nuestro apartamento es bastante antiguo: fue construido en 1914, y estoy convencida que su edad contribuye al hecho que se empolva muy fácilmente y mantenerlo como me gusta tenerlo, es algo difícil.
Admito que siempre he sido un poco neurótica con la limpieza. Aunque no soy la mas ordenada, no aguanto ver mugre en los pisos y los malos olores me molestan muchísimo. Confieso que, cuando estaba más joven (y menos informada) uno de mis grandes placeres era encerrarme a limpiar con cuanto producto podía encontrar. ¡Solía usar más químicos que un hospital! Todavía recuerdo las peladuras en los dedos y el ardor en los ojos, la nariz y boca después de uno de mis maratones de limpieza.
Afortunadamente, tuve la oportunidad de trabajar con expertos aquí en NRDC y pronto me di cuenta que en vez de mejorar mí alrededor, lo estaba empeorando.
Aprendí que estos químicos no solo son malos para el medio ambiente sino también pueden ser perjudiciales para su salud. Los efectos más inofensivos pueden ser irritaciones de piel, alergias, mareos o dificultades respiratorias temporales. Pero los químicos más tóxicos pueden quemar, enceguecer, causar cáncer o defectos reproductivos y si se digieren por accidente, puede ser fatal, especialmente para los niños o las mascotas.
Muchos productos de limpieza además contienen carcinógenos (causantes de cáncer), provocantes de asma y sustancias asociadas con el daño de órganos reproductivos, defectos de nacimiento, daños en los riñones, y otros efectos neurológicos graves para la salud. Por ejemplo, los trabajadores de limpieza sufren tasas más altas de asma, ¡más del doble de la tasa para cualquier otra ocupación! Los más ofensivos para la salud son: el cloro, amoniaco, destapadores de drenaje y limpiadores de hornos.
Otro dato que me causo mucho impresión fue que los niveles de contaminantes en el aire interior son de dos a más de 100 veces mayor que al aire libre, de acuerdo con la EPA. La contaminación de interiores se debe en gran parte a los compuestos orgánicos volátiles que emanan algunos productos de limpieza.
¿Qué hacer? Pues obviamente, no limpiar no era una opción para mí. Así que me puse a investigar y encontré varios consejos que al principio no me convencieron de a mucho. ¿Como así que el jugo de limón limpiaría tan bien como mi súper químico que me dejaba con un mareo el macho? Pues, hice el ensayo y quede convencida. También ensaye los productos naturales - y aunque limpiaron bien y no dejaron residuos ni malos olores, cuando mire los ingredientes, muchos eran igualitos a estas recetas naturales. Aquí se las comparto algunas:
- Vinagre blanco: desinfecta, desodoriza, y es buena limpiar grasa y moho
- Jugo de limón: para recortar de grasa y pulir metales
- Aceite del árbol del té: antibacterial, desinfectante
- Bicarbonato de soda: neutraliza los olores y bueno para refregar sin rallar las superficies
- Sal: buena para limpiar metales
Otros buenos consejos:
Usar trapos a cambio de toallas de papel. Las toallas de papel requieren la tala de árboles. Los árboles nos brindan oxigeno y absorben dióxido de carbón de la atmosfera el cual es el principal causante del calentamiento global. Blanquéalas con agua oxigenada cuando sea necesario.
Cuando se trata de comprar esponjas, las vegetales son biodegradables ya que se descomponen orgánicamente o pueden ser compostadas. Pero asegúrese de de que las esponjas vegetales (o estropajos) provienen de una " granja" y no de un ecosistema natural.
Usa detergentes de ropa y platos sin fragancias, fosfatos o cloro. Las fragancias tienen ftalatos los cuales causan daños hormonales. Los fosfatos que están en los detergentes de lavaplatos automáticos funcionan como fertilizantes y aceleran el crecimiento de algas en el agua lo cual es muy dañino para la vida acuática. Hay detergentes de ropa que contienen etoxilatos de alcohol los cuales pueden ser carcinógenos e interruptores hormonales. Así que compra los que digan "sin NPE"
Aquí los dejo con algunas de mis recetas favoritas para limpiar el hogar:
1. Para quitar manchas en la ropa remojarla en agua con:
- jugo de limón
- agua oxigenada
- club soda o vinagre blanco
2. Para suavizar la ropa añádale a la lavada
- ¼ de taza de bicarbonato de sodio
- ¼ de taza de vinagre blanco
3. Para limpiar vidrios mezcla:
- ¼ de taza de vinagre blanco (o club soda)
- 1 cucharita de jugo de limón
- usa papel periódico en vez de toallas de papel
4. Desinfectante para superficies susceptibles a gérmenes (cocina)
- 2 tazas de agua
- 2 cucharas de jabón liquido
- 20-30 gotas de aceite del árbol del té
4. Limpia muebles de madera con aceite de oliva & unas gotas de limón
5. Para los pisos de madera:
- ¼ de taza de vinagre blanco
- 4 tazas de agua caliente
- Combinarlos en una botella de spray para evitar mojar el piso demasiado
- Limpiar con un trapo
6. Para limpiar el horno: Hacer una pasta de bicarbonato de soda y agua y cubrir la superficie. Dejar secar de noche y limpiarlo con un trapo mojado el día siguiente.
7. Limpia manchas en las alfombras: club soda
8. Para limpiar el cobre usa salsa de tomate - Ketchup. Para manchas más fuertes, haz una pasta de sal con un poco de agua y úntaselo al cobre. Límpialo con un trapo untado de vinagre blanco, quedara como nuevo. Para manchas más fuertes, mezclar sal con vinagre - trabaja de maravilla.
9. Para limpiar la plata usar pasta dental.
10. Para destapar drenajes vierte lo siguiente, uno tras otro:
- ½ de taza de bicarbonato de soda
- 2 taza de agua hirviendo
- ½ taza de vinagre blanco
11. Para evitar usar perfumes artificiales:
- En el hogar:
- i. Hervir agua con canela en una olla cubierta. Cuando hierva el agua, destápala.
- ii. Cortar limones
- iii. Flores o eucalipto
- iv. Abrir las ventanas
- v. Aceites 100% naturales
En la lavada
- i. Compra una botellita pequeña de aceite esencial 100% natural (los venden en botellas de vidrio cafés pequeñas) y añade 10 gotas de este aceite a un detergente sin fragancia.