Industrias contaminantes quieren seguir emitiendo aire tóxico

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Por muchos años he trabajado como parte de Voces Verdes colaborando con  líderes latinos especialistas en salud, medio ambiente y negocios para pedirles al Congreso y a la Administración de Obama que actúen a favor de nuestras familias, nuestro planeta y nuestra economía. Esta coalición se ha formado de una manera orgánica debido a la preocupación común sobre los peligros que enfrentan tantos en nuestra comunidad y el reconocimiento de que necesitemos tomar acción e instar a nuestros líderes en Washington hacer lo mismo para impulsar el crecimiento económico.

Ahora, hemos dirigido nuestra atención hacia las nuevas norma propuestas por la Agencia de Protección Ambiental (EPA en inglés) sobre el mercurio y otros tóxicos en el aire. Estas normas reducirán significativamente la contaminación tóxica en el aire emitido por las plantas de energía, un problema grave para millones de latinos por todo el país.

Según la Asociación Americana del Pulmón, seis de las diez ciudades con el aire más contaminado de EE.UU. tienen una población latina que supera el 40%. Para los niños latinos, la probabilidad de vivir en áreas con mala calidad del aire es tres veces más alta que para los niños blancos no hispanos. Según un estudio realizado en 2004 por la Liga Unida de Ciudadanos Latinoamericanos (LULAC), el 39% de los latinos vivimos a 30 millas o menos de una planta de energía. Para los afroamericanos, el número es aún más asombroso, llegando al 68% de la población de ese grupo.

Un problema grave, extenso e incontrolado

Cada año, más de 400 centrales eléctricas de carbón en 46 estados emiten al aire 386.000 toneladas de contaminantes tóxicos, incluyendo arsénico,  plomo, mercurio, dioxinas y formaldehido. Muchos de estos contaminantes son sustancias tóxicas que causan cáncer, mientras otros, como el mercurio, son neurotoxinas potentes que pueden dañar de manera significante y permanentemente el cerebro.

La principal fuente de contaminación de mercurio en el aire son las centrales eléctricas, donde queman el carbón para crear energía para nuestras casas, oficinas y escuelas. El mercurio puede causar la muerte, cáncer y daños al cerebro, y es especialmente peligroso para los niños pequeños, las madres lactantes y las mujeres que podrían quedar en embarazo.

Cada año, las centrales de carbón botan casi 50 toneladas de mercurio al aire, exponiendo a millones de personas a niveles elevados de esta potente neurotoxina.

De hecho, según la Unión de Científicos Interesados (Union of Concerned Scientists), una planta típica de carbón genera unas 170 libras de mercurio durante un año. Para poner este número en perspectiva, sólo un setentavo de una cucharadita (mucho menos de una libra) depositado en un lago de 25 acres podría hacer que los peces sean peligrosos para comer ya que el mercurio se bioacumula en los cuerpos de los peces. La cantidad de mercurio que se permite en el aire hoy en día es asombrosa, peligrosa, e irresponsable.

Necesitamos acción, no más retrasos

En 1990, el Congreso por la primera vez requirió que la EPA redujera la contaminación tóxica del aire de las plantas industriales, bajo la Ley de Aire Limpio. Desde entonces, las empresas eléctricas que utilizan el carbón han hecho todo lo posible para prevenir que se adopten nuevas normas. Ahora, de acuerdo con el fallo de un Tribunal de Distrito de EE.UU., la regla final para la contaminación tóxica del aire debe ser finalizada para el 16 de noviembre de 2011. Con personas en peligro por todo el país, no podemos retrasar aún más en limpiar nuestro aire.

Normas estrictas protegerán nuestra salud y nos ahorrarán dinero

Los científicos afirman que las nuevas normas de contaminación del aire deben reducir las emisiones del mercurio procedentes de centrales eléctricas que queman carbón y petróleo por un 91%, la contaminación de gases ácidos por un 91%, las emisiones del material particulado (PM) por un 30% y el dióxido de azufre (SO2) por un 53%. Estos estándares salvarán hasta 17.000 vidas al año 2015. (Lea un gran resumen de la propuesta y sus impactos en inglés aquí).

Un nuevo informe por la Academia Nacional de Ciencias concluyó que el costo nacional de tratar las enfermedades causadas por las 500 plantas de energía en EE. UU. llega a un 62 mil millones de dólares cada año. Una estricta Regla para el Mercurio y los Tóxicos en el Aire nos permitirá evitar no sólo estos costos, sino también los 120.000 casos de síntomas de asma  y 11.000 casos de bronquitis aguda entre los niños cada año. 4,7 millones de latinos ya han sido diagnosticados con el asma durante su vida. En una comunidad de Chicago, sede de las plantas de energía Fisk y Crawford y hogar a una población 70% latina, los residentes podrían evitar 42 muertes, 2.500 ataques de asma y 500 hospitalizaciones, según un estudio por la Universidad de Harvard.

Ninguno de nosotros deberíamos tener que pagar el precio por permitir que los contaminadores puedan desechar contaminantes tóxicos al aire. No debemos tener que escoger entre pagar facturas médicas o gastos de vivienda solamente porque las industrias no quieren invertir en proteger el aire limpio. Nosotros y todos los estadounidenses, merecemos mejor.

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Foto cortesía de Flickr/Ann Baekken