El progreso en Cancún empieza con los arboles

Empezando esta semana en Cancún, México, dirigentes y delegados de todo el mundo se reunirán para discutir cómo abordar el cambio climático y sus impactos en el planeta. Durante dos semanas, los gobiernos intentarán resolver los detalles de un plan mundial para reducir la contaminación, proteger el planeta y salvaguardar a las personas que la habitan, todo como parte de la Cumbre del Cambio Climático de las Naciones Unidas. Esta vez, estaré allí para seguir la acción de primera mano.

La historia en los medios de comunicación ha sido la misma: "No esperen un tratado". Pero la realidad es que debemos estar impresionados con el hecho de que 194 países se reúnan para encontrar una solución a la crisis del calentamiento global, un problema que nos afecta a todos, a pesar de que algunos políticos estadounidenses prefieran ignorar la realidad y descartarlo como mito. Afortunadamente, gran parte del mundo sigue avanzando hacia una solución, y mientras que el camino es largo, el progreso es posible.

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Foto: Leo Freitas (mira aquí sus otras imágenes de deforestación en el Amazonas)

Un área en la cual podríamos progresar es en controlar la deforestación por medio de REDD (reducción de emisiones de la deforestación y la degradación forestal).  La deforestación es responsable de alrededor del 20 por ciento de las emisiones causantes del calentamiento global anual de todo el mundo. Para ponerlo en perspectiva, esto es aproximadamente el equivalente a las emisiones anuales totales procedentes de Estados Unidos o China, y más que el total de las emisiones anuales del sector de transporte incluyendo cada auto, camión, avión, barco y tren en el mundo.

Durante décadas, hemos reconocido la importancia de salvaguardar nuestros bosques; los bosques que ayudan a proteger el abastecimiento de agua dulce y evitan la erosión, deslizamientos de tierra e inundaciones que pueden acabar con comunidades y desplazar a miles. Nuestros bosques son hogar a millones de especies de plantas y animales únicos y algunos aun sin descubrir. Los bosques además ayudan a regular el clima local y global y desempeñan un papel clave en equilibrar nuestros ecosistemas, el clima y nuestro planeta. Estudios han demostrado que destruir la selva amazónica por sí sola podría reducir las precipitaciones a través de las Américas.

Pero quizás uno de los papeles más importantes que los bosques desempeñan es su capacidad para almacenar carbono. Los árboles y los suelos en las selvas absorben grandes cantidades de dióxido de carbono: el contaminante principal responsable del cambio climático. De hecho, los bosques almacenan aproximadamente 25 por ciento de carbono del planeta, más de 300 millones de toneladas. Cuando se cortan los árboles ellos liberan el dióxido de carbono que han almacenado durante sus vidas. Cuando se destruyen árboles exhalan contaminación, en vez de purificar el aire.

El problema es que la mayoría de la deforestación del mundo se produce en países en desarrollo donde las oportunidades económicas frecuentemente son limitadas. En estos países muchos viven como los agricultores y ganaderos, profesiones que requieren mover áreas boscosas para criar su ganado y cultivar sembrados. Pedir que dejen de remover los bosques podría tener graves consecuencias económicas. Por eso enfrentar las pérdidas económicas en los países en desarrollo será clave para el éxito de REDD.

 

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Foto: Leo Freitas (mira aquí sus otras imágenes de deforestación en el Amazonas)

Aún así, hay buenas razones para tener esperanzas. Brasil, por su parte, ha establecido un ejemplo para el mundo reduciendo su tasa de deforestación con increíble rapidez. En 2004, unas 2,8 millones de hectáreas (10.700 millas cuadradas) se estaban perdiendo cada año. En el 2009, ese número cayo a sólo 750.000 hectáreas (menos de 3000 millas cuadradas) por año.

REDD procura incentivar a los agricultores en los países en desarrollo a evitar la deforestación compensando a los gobiernos, las comunidades, las empresas y a individuos si toman medidas para reducir emisiones causadas por la deforestación.

Pero el dinero por sí solo no resolverá el problema. En Cancún durante las próximas dos semanas, los países pueden y deben comenzar a acordar un marco que comience a aplicar un marco de orientación que garantice la aplicación de salvaguardias a la biodiversidad, prestaciones sociales y derechos de los pueblos indígenas y comunidades, conservando los bosques naturales.

Mediante la reducción de la deforestación, podemos empezar a abordar el cambio climático de manera sencilla y de bajo costo y dar un paso importante hacia proteger nuestro planeta y nuestro futuro.