Propuestas de aire sucio ponen ganancias corporativas antes de la salud humana

La mayoría de nosotros estamos cansados de ver las maniobras políticas sucias que se están desenvolviendo en Washington últimamente. Si estos mismos políticos logran lo que buscan, pronto veremos los impactos de estas maniobras sucias en nuestros pulmones, cortesía de algunos proyectos de ley de la Cámara de Representantes de y el Senado presentados en Washington.

Varios congresistas como Fred Upton (R -MI) y el Senador James Inhofe (R -OK), han iniciado un ataque fulminante contra las leyes que protegen nuestra salud. Con el apoyo de grandes contaminadores estos políticos quieren asegurar que la Agencia de Protección Ambiental (EPA) no pueda protegernos de los contaminantes del aire como el dióxido de carbono, el smog y los contaminantes de aire tóxicos.

En el Senado, John Barrasso (R -WY) y siete otros presentaron una propuesta de ley que busca revertir cualquier logro que se haya alcanzado contra la contaminación de carbono. Y el senador Jay Rockefeller (D -WV), ha propuesto un proyecto de ley que prohibiría que la EPA proponga nuevas normas contra la contaminación emitida por plantas de energía y refinerías de petróleo: las dos fuentes mayores de contaminación por carbono en el país.

Sumándose al coro de los contaminadores esta Newt Gingrich, quien propuso la eliminación de la EPA y poner en su lugar una burocracia que atendería a los intereses de las empresas y a aumentar sus ingresos.

Aunque parecen retorica política—estas propuestas son una verdadera amenaza a nuestra salud y a la salud de nuestros hijos.  Como la madre de un niño que sufre de asma, reconozco la desesperación ver un niño con dificultades respiratorias. Afortunadamente, su asma no es grave, pero lamentablemente casi 1 de cada 10 niños en los Estados Unidos sufren de asma.

Los científicos han reconocido por décadas que la contaminación del aire causa problemas de salud agudos y crónicos. Contaminantes en el aire pueden causar la muerte prematura, el cáncer de pulmón, el agravamiento de enfermedades respiratorias y cardiovasculares, así como exacerban el asma, la enfisema y la bronquitis.

La Ley de Aire Limpio entro en vigencia en 1970 y requiere que la EPA establezca normas de calidad del aire para una variedad de contaminantes con el fin de proteger la salud del público en general, así como la de las poblaciones sensibles como niños y ancianos. Gracias a límites más estrictos sobre la contaminación atmosférica establecidas por la EPA, la cantidad de contaminantes de aire peligrosos  como las partículas finas (específicamente las PM 2, 5) y el ozono troposférico, han disminuido en todo el país.

Los que proponen estos peligrosos proyectos de ley en el Congreso afirman que normas de contaminación de EPA más fuertes podrían perjudicar la economía imponiendo requisitos onerosos a decenas de instalaciones. ¿La alternativa que proponen? Proteger a los grandes contaminadores mientras nosotros pagamos el costo muy real en términos de cuidados de salud, días de trabajo perdidos y--en algunos casos trágicos--nuestras vidas.

Todos merecemos un gobierno que salvaguarde los pulmones de nuestros hijos, no uno que juegue con nuestra salud.