Lo bueno, lo malo y lo feo: los acuerdos alcanzados entre los Presidentes Obama y Piñera

El 21 de marzo en Chile, el Presidente Obama realizó varios acuerdos con el Presidente Piñera de Chile en diversos temas. La mayoría de estos acuerdos, por ejemplo, el nuevo Monitoreo de Glaciares y el Centro de Investigación Andino, será un paso sólido hacia adelante y probablemente traerá múltiples beneficios para ambos países. Sin embargo, sus vagas declaraciones sobre la eficiencia energética y energías renovables no tomaron un lugar importante como debió haber sido. Y el acuerdo para trabajar sobre "los usos pacíficos de la energía nuclear" será un paso hacia atrás para Chile, lamentablemente alentando al gobierno a desperdiciar recursos y tiempo en explorar el mismo modelo de dependencia energética de las enormes plantas, centralizadas que han llevado varias veces a Chile a crisis energéticas. También ilustra el hecho de que Chile no tiene una política energética nacional en la actualidad. Este uso de tiempo y de recursos por parte del gobierno serian mejor invertidos en el desarrollo de tal política.

Tomando un poco de libertad, he puesto algunos de estos acuerdos y sus consecuencias en tres categorías: lo bueno, lo malo y lo feo.

Lo Bueno

Hubo varios acuerdos positivos firmados por los presidentes Obama y Piñera con respecto a la educación, la preparación en caso de desastres y áreas marinas protegidas. Entre uno de estos acuerdos, hay uno muy importante que no debe pasar por desapercibido; fue el acuerdo para crear un Monitoreo Glaciar y el Centro de Investigación Andino.

Por más de un año, NRDC ha reconocido que la necesidad de estudiar rápidamente los glaciares de fusión de la Patagonia es un motivo de preocupación no sólo para Chile, sino para el mundo entero. El calentamiento global está derritiendo los glaciares de la Patagonia más rápido que en cualquier otro lugar del planeta. Es por eso que ayudamos a financiar un simposio internacional el año pasado sobre los peligros glaciares de la región, llevando expertos de todo el mundo a Santiago para discutir los peligros que plantean estos riesgos. El objetivo era alentar a los responsables políticos a tomar a la ciencia en cuenta a la hora de tomar decisiones políticas.

El proyecto hidroeléctrico, HidroAysén, es un claro ejemplo de por qué esto es necesario. Como he escrito antes, la empresa no tuvo adecuadamente en cuenta los riesgos glaciares cada vez más frecuentes y las inundaciones que se están sucediendo en uno de los dos ríos donde planean construir la presa. A pesar del análisis de los científicos y expertos técnicos que indican que estos hechos podrían representar una grave amenaza para la viabilidad de las represas, así como a las comunidades y los ecosistemas rio abajo, el gobierno no ha hecho nada para echar un vistazo más a fondo a este asunto. Esto se debe en parte a la presión política que se impuso en las agencias estatales para aprobar HidroAysén. Pero otra razón es que, en la Patagonia, los glaciares están apenas empezando a ser monitoreados. Así que hasta hace poco, nadie había siquiera comenzado a comprender lo que está sucediendo allí y que tanto puede afectar realmente a grandes infraestructuras, como las represas.

Con el éxito del Monitoreo Glaciar y Centro de Investigación Andino, el gobierno puede ser informado de los riesgos glaciares antes de que ocurran, y puede tomar en cuenta estos datos al evaluar cualquier tipo de proyecto que podrían ser afectados por el deshielo de los glaciares. Un gran lugar para empezar sería HidroAysén. Un buen momento para empezar sería ahora.

Lo Malo

Dudé en utilizar la categoría "Lo Malo", ya que los presidentes Obama y Piñera si hablaron de eficiencia energética y energías renovables. Sin embargo, mis colegas y yo hemos propuesto que la eficiencia energética y las energías renovables sean uno de los pilares de su mensaje. Les instamos a tomar medidas claras hacia metas alcanzables y específicas. Ellos no lo hicieron, o por lo menos, no lo suficiente.

Los presidentes acordaron que la eficiencia energética y las energías renovables son importantes para la seguridad energética y protección del medio ambiente. Ellos "valoran los esfuerzos en conjuntos realizados por ambos países en esta área..." y "se comprometieron a trabajar juntos este año para un resultado exitoso en Durban ..." Pero estos son sólo objetivos ambiguos y reafirmaciones de lo que ya han hecho. La única acción concreta que se realizo fue poner en marcha un Consejo Empresarial de Energía entre Estados Unidos y Chile para promover el desarrollo de energía limpia y las oportunidades de negocio.

Subrayar la importancia general de la eficiencia y las energías renovables es un punto valedero. Pero los presidentes Obama y Piñera necesitaban establecer metas específicas para ver un progreso verdadero. El Consejo Empresarial de Energía de Estados Unidos y Chile tiene el potencial para ser un buen comienzo en progresos cuantificables, y deberían ser aplaudidos por el lanzamiento de esta idea. Sin embargo, al tener la mayor parte del mundo observando a estos dos líderes, tenían la oportunidad perfecta para hacer compromisos serios en energía limpia y la dejaron pasar.

Por otro lado, hablar de energía limpia se vio opacada por...

Lo Feo

El Memorándum de Entendimiento sobre "la Cooperación en los Usos Pacíficos de la Energía Nuclear", firmado el 18 de marzo por el embajador de EE.UU. en Chile, Alejandro Wolff, y el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alfredo Moreno, fue aprobado por los Presidentes en su conferencia de prensa conjunta. En virtud de este convenio, Chile y EE.UU. acuerdan cooperar en recursos humanos e investigación en energía nuclear. El texto especifica que Chile "no ha tomado una decisión sobre si se debe proseguir con la energía nuclear, se ha determinado que debe dar pleno informe sobre todos sus  aspectos, en caso de hacerlo, de una manera responsable..." Esto suena como una advertencia, pero sólo el hecho de que el gobierno de Chile este considerando la construcción de reactores nucleares es desconcertante.

Este enfoque en el tema nuclear desvía la atención, recursos y tiempo de lo que Chile necesita en este momento, una política energética nacional. La Revisión de la Política Energética de Chile 2009 de La Agencia Internacional de Energía sugirió específicamente que el gobierno realice un examen abierto de sus recursos energéticos para crear una política nacional estratégica. En cambio, Chile continúa con la construcción de plantas de energía sin ninguna orientación ni coherencia.

Al firmar este acuerdo, los presidentes Obama y Piñera señalaron que Chile debe seguir confiando en las plantas de energía masivas y no de energía distribuida para satisfacer sus necesidades energéticas. Esto simplemente no es el camino a seguir. La manía de Chile para construir simplemente cada vez más la capacidad instalada para cumplir con las proyecciones del gobierno basadas en que la demanda de energía se duplicará de 2010-2020 y se triplicará de 2010-2030 los aleja de las soluciones reales y económicas que se encuentran justo en frente de ellos: la eficiencia energética y las energías renovables.

Esta manía del gobierno de Chile de aumentar capacidad va causando daños al medio ambiente. HidroAysén, el centro de la mayor campaña ambiental en la historia de Chile - podría ser aprobado el 15 de abril. Este proyecto podría destruir más de 12.000 hectáreas de hábitat prístinos de la Patagonia, alterar irremediablemente los ríos Baker y Pascua, cambiar la manera de vida de las personas que habitan allí, y abrir toda la región para la industria extractiva y destructiva. Esto es sin incluir los daños que la larga línea de transmisión de 1.300 kilómetros necesarios para llevar la electricidad a la red principal conllevaría.

Además, al aprobar Castilla, la enorme planta térmica de carbón a principios de este año, el gobierno básicamente dio a entender: "lo siento, pero estas 2.100 MW son más importante para nosotros que la costa y los ecosistemas marinos sensibles que las plantas de carbón destruirá. Y no, no vamos a considerar alternativas. "

La energía nuclear en Chile tiene otros problemas. La creación de un sector nuclear en Chile claramente requiere grandes subsidios del gobierno, tal vez más de lo que los EE.UU. hace. El devastador terremoto y el tsunami en Japón hace dos semanas, y la consecuente crisis nuclear que aún se está desarrollando allí, convierte a la idea de energía nuclear en Chile, también un país con actividad sísmica, más absurda aun.

Desafortunadamente, la mayor parte del viaje del presidente Obama a Chile se vio opacada por el acuerdo nuclear, y los logros buenos y los malos, pueden sufrir incluso por ello. Esperemos que los chilenos y su futura red no sufran por ello también.