Prioridad climática #1 de México en 2016: Regular emisiones de vehículos pesados

Durante los últimos dos años el gobierno mexicano se ha suscrito a una serie de compromisos internacionales con el fin de combatir al cambio climático a través de limitar emisiones del sector de transporte. Un componente importante de ese esfuerzo es la regulación pendiente que reducirá las emisiones de vehículos pesados—una regulación que traerá beneficios económicos y para la salud pública a los mexicanos, así como mitigar la contaminación atmosférica que contribuye a cambio climático. Desafortunadamente, aunque la norma—denominada NOM-044—fue escrita con la colaboración de la industria, la sociedad civil y académicos, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México (SEMARNAT) ahora está considerando debilitarla debido a la presión de un segmento de la industria.

A estas alturas, simplemente no hay una buena razón para retrasar o diluir la NOM-044, ya que todos los principales interesados ​​ya han concordado sobre sus medidas y el mercado de combustibles mexicano estará preparado. El debilitamiento de la NOM-044 simplemente retrasará los beneficios para la salud pública y el clima que la regulación está esperada a traerle a la gente de México e impedirá que México cumpla con sus compromisos climáticos.

¿Por qué es tan importante que México para limpiar las emisiones de los vehículos pesados?

En primer lugar, la gran cantidad de emisiones de diésel liberadas por estos vehículos está creando un peligro para la salud pública. La Organización Mundial de la Salud ha clasificado tanto las emisiones de diésel como la contaminación del aire exterior como carcinógenos. En segundo lugar, el componente de carbono negro del escape de diésel es el segundo más poderoso contaminante climático después del dióxido de carbono (CO2). Es por ello que el compromiso climático de París de México incluye una meta para reducir las emisiones de carbono negro en un 51% por debajo de las proyecciones "business-as-usual" para el año 2030, y en un 70%, con asistencia internacional.

La propia evaluación del impacto regulatorio del Gobierno de México para la NOM-044 dice que la regulación:

  • Resultará en motores diesel que son 90 - 95% más bajos en materia particulado (PM) y emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx).
  • Eliminará carbono negro equivalente a 150 millones de toneladas métricas de CO2.
  • Evitará 55.000 muertes prematuras en México.
  • Traerá más de 120 mil millones de dólares en beneficios netos.

De hecho, estos cálculos de 2014 son bastante conservativos, ya que las ventas de vehículos han sido 30% más altas que el valor utilizado en la evaluación. Los beneficios deben aumentar en consecuencia. La adopción de la NOM-044 traería beneficios económicos y de salud pública a los mexicanos, y contribuiría considerablemente ayudar a México a reducir emisiones de un impulsador potente del cambio climático.

Orígenes: Regulación de Emisiones de Vehículos Pesados en México

El gobierno mexicano ha prometido para mejorar sus regulaciones de las emisiones del transporte por años. La actual regulación de camiones y otros vehículos pesados, llamada NOM-044-SEMARNAT-2006, se puso en marcha en 2006 y requiere que motores diésel de México cumplan con las normas de emisión de 2004 de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos (EPA) o su homólogo europeo, llamado Euro IV. Un estándar paralelo fue adoptado al mismo tiempo cual requiere que todo el combustible diesel vendido en México sea ultra bajo en azufre (ULSD, con un máximo de 15 partes de azufre por millón) para el año 2008.

Sin embargo, la compañía nacional de petróleo, PEMEX, nunca hizo las modificaciones necesarias a las refinerías para cumplir con su requisito de 2008, alegando que, como Diesel Ultra Bajo de Azufre (ULSD por sus siglas en inglés) no es necesario para qué motores EPA 2004 o Euro IV funcionen correctamente, ULSD no debería ser requerido. Por el contrario, han abogado por un periodo de implementación más lento que dará más tiempo a México para que adopte las normas de emisiones estrictas que requiere ULSD para tener éxito, como la más recientes normas de Estados Unidos y Europa, la EPA 2010 / Euro VI.

De cierta manera, PEMEX tenía razón. Combustibles ULSD y vehículos con tecnologías específicas de reducción de emisiones son dependientes una del otro; ambos tienen que aplicarse simultáneamente con el fin de obtener los beneficios. En conjunto, estos pueden reducir las emisiones de carbono negro en más del 95%. México adoptó el requerimiento ULSD sin adoptar simultáneamente los estándares de emisiones adecuados, creando una desconexión regulatoria que ha continuado desde entonces.

Actualización de NOM-044: En diciembre de 2014, la SEMARNAT propuso una versión actualizada de la NOM-044, versión cual finalmente requeriría que motores diésel en México cumplan con el estándar de la EPA de 2010 y cual pondrá fin a la desconexión regulatoria. Esta NOM-044 actualizada requeriría que México venda vehículos pesados y motores que cumplan con EPA 2010 o Euro VI a partir del 1 de enero de 2018. Desde entonces, la SEMARNAT ha recibido el aporte de la industria, la sociedad civil, académicos y expertos internacionales, lo que a resultado en una regulación fuerte. En este momento, la SEMARNAT debe simplemente publicar NOM-044 para que sea finalizada.

Actualización de Reglamento ULSD: Al mismo tiempo, en octubre de 2015 la Comisión Reguladora de Energía de México (CRE) publicó un estándar temporal de seis meses sobre la calidad de combustibles, llamada NOM-EM-005-CRE-2015, que ordena que todas las importaciones de diesel y todos los motores diesel vendidos en las tres áreas metropolitanas más grandes, más 11 corredores de todo el país sean ULSD. Esto cubrirá el 70% de la demanda nacional. También afirma que el 100% del suministro de diesel en carretera debe ser ULSD para el 1 de julio de 2018. Actualmente CRE está trabajando en una norma permanente para sustituir esta temporal. Además, PEMEX ya ha comenzado a actualizar sus refinerías para ser capaz de producir ULSD. La compañía dice que estará lista para satisfacer los requerimientos de la norma de CRE 100% ULSD para el 1 de julio de 2018.

Con el suministro de combustible ULSD en su lugar, no hay una buena razón para retrasar o debilitar la NOM-044. En conjunto, el nuevo estándar de combustible y la NOM-044 transformarán los vehículos pesados ​​de México en una flota de clase mundial.

El desafío actual a la NOM-044

Uno de los segmentos de la industria ha estado presionando a la SEMARNAT para que debilite la NOM-044 en esta hora final con el argumento de que la norma debería, en lugar del actual, requerir a la EPA 2007/Euro V, con el fin de proporcionar una fase de transición antes de que la EPA 2010 / Euro VI sea obligatoria. Este argumento no tiene mucho sentido, y he aquí por qué:

  1. Debido a que la EPA de 2007 fue una etapa de transición y no una etapa de regulación, no hay vehículos disponibles en el mercado EPA 2007. De manera que todo el mercado haría la transición al Euro V, una norma inadecuada que ha permitido altas emisiones de NOx y de PM.
  2. La prolongación de la transición a la EPA 2010 / Euro VI del actual calendario de NOM-044 implicaría un retraso significativo en la finalización de la norma y probablemente también pospusiere normas pendientes de vehículos livianos.
  3. La prolongación de la transición a la EPA 2010 / Euro VI del actual calendario de NOM-044 también retrasaría los esfuerzos de México tanto de combatir el cambio climático de manera explicada en sus compromisos internacionales, como la armonización con los EE.UU. sobre los mercados de vehículos y motores en México.

Cualquier retraso o debilitamiento de la propuesta de la NOM-044 es injustificada y un paso hacia atrás en regulación desde el punto de vista del clima y la salud pública. Con la adopción de la NOM-044 en su estado actual y lo más rápido posible, las autoridades ambientales de México estarán tomando un paso importante en la lucha contra las emisiones que causan cambio climático y el mejoramiento de la salud de los ciudadanos mexicanos en las próximas décadas.