El clima ya está un poco caluroso en ciertas partes donde se vive el verano en estos meses. Nuestra colega, Meg Waltner, nos ayuda a ahorrar energía, evitar más contaminación, mantener los costos bajos, y a nosotros cómodos dentro de nuestros hogares durante el calor de verano con estos consejos:
Desconecta
Todos los dispositivos o aparatos que se enchufan, desde el más pequeño cargador hasta el más grande electrodoméstico continúan chupando energía aun cuando no están bajo uso activo. El informe de NRDC, "Home Idle Load: Devices Wasting Huge Amounts of Electricity When Not in Active Use," encontró que el costo anual de esta energía gastada en vano alcanza los $165 por hogar en EE.UU. Hablamos de aparatos como la caja de cable o satélite, la consola de juegos conectada en modo de espera, las computadoras enchufadas todo el tiempo, una segunda refri en la cochera que solo se utiliza una o dos veces al año, los amplificadores y otro equipo de sonido. Mientras que puedes tomar medidas todo el año para reducir el desperdicio, no se te olvide desenchufar todo aparato innecesario antes de salir de vacaciones.
Las 50 sombras del sol: el uso del aire fresco y las cortinas
Abre tus ventanas y deja que el aire fresco de la mañana circule por tu hogar y ciérralas cuando el día se empiece a poner cálido. Cierra las cortinas para mantener el aire fresco adentro y evitar que entre la luz directa del sol. Esta estrategia evita la necesidad de encender el aire acondicionado hasta entrada la tarde y te ahorra dinero. Lo mismo trabaja por la tarde si el clima colabora en tu zona.
Mantén tu hogar cómodo, no frio
El aire acondicionado gasta mucha energía que bien podemos controlar con el uso de un termostato. Cuando la temperatura de afuera está a más de 80ºF (27ºC) puedes estar cómodo adentro aun con el termostato a 78ºF (25ºC). Como regla, si necesitas utilizar un suéter porque tienes frio adentro de tu hogar, es hora de bajarle al termostato.
Considera el uso de un termostato programable
La mejor idea es invertir en un termostato programable que reduzca tu consumo de energía por entre 20 y 30 por ciento. Los termostatos programables cuestan alrededor de entre $25 y $250 y puedes controlar los más caros por medio de tu celular inteligente. Considera ajustar el termostato a un nivel más alto en tu horario fuera de casa y apaga el aire acondicionado por completo cuando salgas afuera por el fin de semana o te vayas de vacaciones para que no gastes dinero por gusto.
Ponle atención al sistema de aire acondicionado y a la calefacción
Si tu sistema de calefacción no provee aire acondicionado y no hará frio por varios meses, lo mejor es apagarlo por completo para ya que puede estar en modo de espera gastando energía en vano. Deja que el termostato haga su trabajo ya ajustado a la temperatura cómoda para tu hogar. Asegúrate que nada obstaculice los orificios donde entra el aire ya sea frio o caliente o que las cortinas o los muebles impidan su paso. Revisa también la unidad de aire acondicionado al lado de afuera, asegúrate de que no hayan escombros a su alrededor o algo que pueda dificultar el acceso al aire a su alrededor y cúbrelo del sol para alargarle la vida útil. Reemplaza unidades demasiado desgastadas.
Cambia los filtros de aire
Un filtro de aire obstruido hace que tu acondicionador de aire (y sistema de calefacción) trabaje más duro y resulte en desperdicio y costos más altos de energía. Los filtros deben cambiarse por lo menos cada 3 meses.
Conviértete en fan de los ventiladores
Los ventiladores de techo son un sustituto maravilloso para esos días cuando no está demasiado caliente o húmedo. Los ventiladores no enfrían las habitaciones, pero te refrescan moviendo el aire a tu alrededor, es por eso que debes apagarlo al salir de la habitación. (Busca ventiladores con la etiqueta ENERGY STAR® y averigua si por alguno ofrecen reembolso). Si escoges uno equipado con luz, no te olvides de utilizar las ahorrativas luces LED. Las luces LED son cinco veces más eficientes, no se calientan y duran entre 10 y 25 años, ahorrándote las veces que cambias una luz.
Ponle cuidado a las ventanas originales
Las ventanas de tu casa pueden hacer una enorme diferencia en lo que pagas por la energía para la calefacción o el aire acondicionado. Asegúrate de que tus ventanas estén bien aseguradas y selladas para que no dejen entrar o escapar aire. Si vives en EE.UU. y buscas reemplazar tus ventanas, considera una con la etiqueta ENERGY STAR que haya sido hecha específicamente para tu zona climática y no te olvides de averiguar si califica para ofertas de reembolso. Para más información, visita: Energy Out The Window?
Foto cortesía de David B. Goldstein
Meg además nos provee consejos que, aunque no están relacionados con el ahorro de energía, pueden ahorrarnos dinero y ayudar al ambiente este verano:
No desperdicies el agua
Si vives en una zona libre de restricciones del uso de agua por sequía, riega tu jardín en la mañana o por la tarde para evitar menos evaporación. Considera un sistema de riego por goteo. Si vives en zonas bajo sequía, como California, busca ofertas que te ayuden a reemplazar la grama con un jardín de plantas nativas o que no necesiten mucha agua.
Considera utilizar los barriles de agua lluvia
Los barriles de agua lluvia capturan el agua de tu techo y lo almacenan hasta que lo necesites o durante los días más secos de la temporada. Considera también utilizar un cubo en la ducha para captar agua para el jardín.
Cubre la piscina
Si tienes piscina, cúbrela cuando no esté siendo utilizada. El agua en piscinas con agua calentada se evapora fácilmente y tener que reemplazar el agua significa el uso de más energía para recalentarla.
Considera ir al car wash a lavar tu auto
Puedes gastar hasta 100 galones de agua lavando el carro tú mismo y el agua sucia termina en el drenaje. En EE.UU., el lavado del auto en lugares comerciales utiliza menos de 40 galones de agua y el agua empleada es dirigida a una planta de tratamiento de agua local y no al drenaje que desemboca al rio o bahía más cercana.
Ahorra en gasolina con tus neumáticos
Inflar las llantas de manera adecuada puede mejorar el rendimiento de tu vehículo por hasta un 3 por ciento, ahorrándote hasta unos $60 en gastos de gasolina al año.
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