Administración Obama retrasa normas para smog que salvan vidas

El 2 de septiembre, la administración Obama tomó una decisión que pondrá en peligro la salud de decenas de miles estadounidenses. Al elegir demorar las normas más estrictas contra la contaminación permitirá que los que contaminan sigan haciéndolo y deja a las familias estadounidenses más enfermas y con mayores costos médicos.

Las normas de smog existen porque esa niebla tóxica es peligrosa para la salud humana pues causa enfermedad respiratoria, enfermedad cardiaca y muerte prematura. Aunque hemos logrado reducir esta contaminación dañina en la atmosfera, aún no hemos resuelto el problema en el país.

Las normas de smog fortificadas salvarían hasta 4.300 vidas y evitarían alrededor de 2.200 ataques al corazón cada año. Facilitarían la respiración de los 24 millones de estadounidenses que viven con asma, además de crear hasta $37 mil millones en beneficios para la salud cada año.

Al no otorgar estos beneficios para el bien de la salud y las finanzas del pueblo, el presidente Obama se ha unido al equipo de los que contaminan y las fuerzas extremas que niegan el valor de las garantías del gobierno.

En su declaración de hoy, el presidente Obama se refirió a la necesidad de reducir la “carga regulatoria.” ¿Carga? Respirar aire más limpio no es una carga para el pueblo.

Tampoco es cumplir con las garantías excesivas para las empresas. Las empresas hubiesen hecho gastos para reducir la contaminación de smog del mismo modo que tienen que pagar para deshacerse de la basura, para asegurar que las flotas de transporte no pongan en peligro a los conductores y que los alimentos que producen no enfermen a los consumidores. Estos son algunos de los costos de hacer negocios.

En el caso de las normas de ozono a nivel del suelo, los costos no entrarían en vigencia por varios años, mucho después de la crisis económica actual. Hay que tener en cuenta que en el año 2010, las 10 empresas de servicios públicos más grandes  obtuvieron ganancias de $28.4 mil millones y $7.5 mil millones en saldos de caja. Bien pueden darse el lujo de adoptar controles de contaminación innovadores y proteger la salud de sus clientes.

Mientras tanto, las inversiones de aire limpio rinden enormes ganancias. Las normas de smog generarían $37 mil millones en valor a un costo alrededor de $20 millones para el año 2020. Al unirlas, sólo en 2010, las normas bajo la Ley de Aire Limpio generaron aproximadamente $1.3 mil millones en beneficios a la salud pública y $50 mil millones  para el medio ambiente . Lo que se traduce a más de un 9 por ciento del PIB a un costo de sólo 0.4 por ciento del PIB. La relación beneficios y costos es más de 26 a 1.

Los estadounidenses saben que es más barato mantenerse saludables que pagar las consecuencias de los ataques de asma, días de trabajo perdidos, visitas a urgencias y hospitalizaciones. Es por eso que una encuesta de junio de la Asociación Americana del Pulmón (American Lung Association) de los probables votantes de 2012 de todos los partidos encontró que el 75 por ciento apoya los esfuerzos de la EPA por establecer normas más estrictas de smog y el 66 por ciento cree que son los científicos de la EPA, no el Congreso, quienes deben establecer normas de aire limpio.

Reforzar las normas de contaminación no es sólo un concepto popular. Es la ley.

En 2008, la EPA bajo el Presidente. Bush adoptó normas de ozono fuera del rango recomendado de manera unánime por los asesores científicos de la EPA. Como resultado, esas normas fueron disputadas por más de una docena de estados, la Asociación Americana del Pulmón, el NRDC, y otros por ser ilícitamente perjudicial para la salud pública.

Cuando la EPA durante la administración Bush ignoró a sus propios asesores científicos en otra norma de calidad del aire, el Tribunal de Circuito de Apelaciones de Washington, DC revocó por unanimidad las normas. Lisa Jackson, la actual administradora de la EPA, ha querido evitar un destino legal similar sobre la capa de ozono. Ella llegó a la conclusión de que las normas de ozono de la era Bush “no son permisibles” bajo la Ley de Aire Limpio y se comprometió a crear una norma legal que proteja la salud de los estadounidenses.

La decisión del 2 de septiembre significa que el gobierno de Obama se adhiere al formato de la era Bush. También significa que NRDC reanudará la demanda impugnando la norma.

El gobierno de Obama ha estado dentro de la legalidad y la ciencia en otras protecciones al aire limpio, como la limitación de la contaminación por mercurio, ahora bajo ataque en el Congreso. El presidente necesita montar una fuerte defensa de las normas para que estas no continúen poniendo en peligro al pueblo.