Protecciones del aire no matan empleos. La contaminación y el cambio climático sí.

En ingles:  http://switchboard.nrdc.org/blogs/plehner/clean_air_safeguards_dont_kill_1.html

Ron Craft cultiva algodón como lo han hecho cuarto generaciones de su familia en Texas. Para Craft, este ha sido un año difícil. Durante el otoño Craft predijo que su negocio sufriría una baja del 75 por ciento y sabía que no iba a poder emplear tantos trabajadores. "Tengo gente que vuelve cada año buscando dependiendo de que les de trabajo y no creo que se los pueda dar."

Pero no es la economía la que está afectando a su negocio, los productores de algodón están obteniendo altos precios en el mercado mundial este año. Clark no puede contratar más empleados porque la mayoría de los cultivos de algodón de Texas se murieron durante la extrema sequía que azoto a Texas—el tipo de evento meteorológico extremo que está aumentando a causa del cambio climático.

Los líderes republicanos en el Congreso les gusta decir que ponerle límites a la contaminación atmosférica es malo para la economía y malo para los empleos. No importa cuantas veces estas declaraciones hayan sido desmentidas. Pero estas afirmaciones no sólo ignoran los beneficios de las normas de aire limpio; también ignoran el daño económico causado por el no ponerle límites a la contaminación.

Tomemos por ejemplo la contaminación del carbono, la principal causa del cambio climático. Hoy día no hay ningún límite sobre cuánto carbón pueden emitir los contaminadores y nuestro país está pagando el precio en la forma de un clima inestable y cambios climáticos extremos e imprevistos.

En el 2011, nuestro país sufrió 14 eventos meteorológicos desastrosos que causaron más de mil millones de dólares en daños — un récord. El mes pasado, un grupo mundial científicos líder en clima público un informe done concluyen que el cambio climático está causando eventos del clima más extremos y que se volverán más frecuentes en las décadas que vienen.

Los estadounidenses ya están sintiendo los impactos. Las sequías y los incendios en Texas han dejado a los agricultores y ganaderos con más de $5.2 mil millones en pérdidas. Y no son los únicos afectados. Así como los que cultivan algodón, los distribuidores de equipos agrícola dicen que las ventas se han bajado más de un 70 por ciento. Un proveedor en Lubbock dijo, "Ese va a ser mi mayor pérdida hasta ahora, el equipo de cosecha. Estamos esperando una cosecha bastante sombría."

Lo contrario de la sequía puede ser igual de costoso. Cuando el huracán Irene golpeó la costa este, causó más de $7 mil millones en daños  y resulto en pérdidas de $1.3 mil millones para las tiendas y los minoristas durante la temporada de regreso a la escuela.

Algunas personas perdieron sus negocios. Kory O'Hara, de Prattsville, Nueva York, propietaria de una estación de servicio que había sido de su familia por cinco generaciones. Durante la tormenta, la estación desapareció en las inundaciones. Otras empresas en Prattsville también sufrieron. "Main Street es una pérdida total en este momento", dijo. "Hemos perdido un montón de tiendas y empresas que empleaban a mucha gente".

Y hay aun otro costo de los eventos meteorológicos extremos que los economistas sólo ahora están empezando a comprender: los costos de salud.

En un nuevo estudio publicado el mes pasado en la revista “Asuntos de salud,” científicos y economistas examinaron los costos de seis eventos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático que ocurrieron en la última década.  Estos eventos representan más de 14 millones de dólares en costos de atención de salud y más de 760.000 interacciones con el sistema de salud.

Ya sea la gran ola de calor en California que mató a 655 personas, causó 1.620 hospitalizaciones y 16.000 visitas a la sala de emergencias en 2006 o si un diluvio de 2009 en Dakota del Norte que causo 3.000 visitas ambulatorias, los fenómenos meteorológicos extremos generan costes de salud elevados y este tipo de patrones meteorológicos sólo serán cada vez más comunes. La nueva herramienta de mapeo en línea de NRDC muestra los eventos de clima sin precedentes que se ha producido en casi todas las regiones del país en 2011.

Pero si tomamos medidas ahora podemos detener la tendencia y minimizar los daños. Podemos cosechar los beneficios de las soluciones de clima.

Las nuevas normas de autos limpios propuestas por el Presidente Obama reducirán las emisiones de carbono de los vehículos a la mitad para el año 2025 Y nos ahorraran $80 mil millones al año en gasolina. Los limites de emisiones de carbono regionales en el noreste de los EE.UU. ya han creado 3.800 empleos y 500 millones de dólares en actividad económica en Massachusetts según un nuevo análisis.

No tomar acción sobre el cambio climático nos está costando millones de dólares y miles de puestos de trabajo. Pongamos de primeros a los trabajadores estadounidenses y protejamos sus empleos protegiendo nuestro clima.