Un desastre escondido bajo las olas

Escrito por Mildred Real

Una incalculable cantidad de petróleo es atacada por BP en el fondo del océano para impedir que salga a flote. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) y la Guardia Costera autorizaron la aplicación del dispersante en la fuente de salida del petróleo para evitar daños mayores. En efecto, cuando no se usan dispersantes, aumenta la probabilidad de que el petróleo alcance la orilla con una consistencia  más densa.

La directiva de la EPA requirió la semana pasada a BP que rindiera un informe en un término de 24 horas que evaluara la toxicidad y eficacia del uso de los dispersantes. Al recibir el informe la EPA convocó inmediatamente a una reunión el viernes 21 de mayo y añadió que continuará trabajando durante las próximas 48 horas para asegurar que BP cumpla con las directrices.

El problema de fondo es que algunos de los fabricantes de dispersantes y el mismo plan de respuesta de BP, están protegidos bajo una clausula de “Información Confidencial de Negocios” (CBI por sus siglas en inglés). Esto les permite guardar silencio amparándose en la Ley y no revelar el potencial impacto que pueden causar estos dispersantes en el ambiente, la calidad del agua y del aire y la salud humana, especialmente ahora que  han sido usados en un lapso de tiempo prolongado y en cantidades que nunca han sido evaluadas.

Nadie sabe cuánto crudo se ha drenado desde la profundidad del océano, lo que sí sabemos es que no es confiable la metodología de medición de BP, el NOOA ha estimado 210,000.00 gal/día y otros científicos han estimado 1,050,000.00 gal/día. Si nos guiamos por esta última cifra que está muy por debajo del estimado del peor escenario, a la fecha ya se han triplicado los 11 millones de crudo que fueron derramados por el Exxon Valdez hace 21 años y cuyos daños persisten.

Los daños actuales y futuros del derrame se deben ponderar y evaluar en profundidad, el daño es profundo y está en lo profundo. Lo que vemos en la superficie son solo indicadores del daño que se está haciendo y este problema persistirá en el tiempo.


Biografía:

Soy fundadora y directora de Common Ground for Conservation (CGC), organización 501(c)(3) aliada y vocera de La Onda Verde de NRDC en Florida. Mi especialización es el Derecho Ambiental, me gradué de abogada en la Universidad Santa María (Venezuela) y termine estudios de Maestría en Gerencia Ambiental en la UNEFA, (Venezuela) pero mi maestría la enriqueció la pasión de unos profesores y el talento de mis compañeros de clase, un grupo interdisciplinario del que aprendí mucho.

Nací en Venezuela, mi padre es abogado y mi mama es maestra, así que explore mis genes haciéndome abogado y luego profesora en la universidad. Trabaje en medios, empresas y fundaciones, sin saber que estas experiencias me darían una perspectiva compleja para ver la vida. En mi país fui miembro fundador de Vitalis y de la Sociedad Venezolana de Derecho Ambiental. Cada día trabajo para hacer un impacto positivo en la educación ambiental y en el Derecho Ambiental Internacional, me encanta enseñar y que mis alumnos crezcan. Me interesa promover oportunidades de conservación y desarrollo sostenible en el mundo y ser parte de la solución.

Con mi esposo y mis dos hijos vine a este maravilloso país a trabajar por la protección del ambiente apoyando organizaciones ambientales y luego fundamos CGC. Nos dedicamos a la educación ambiental para la comunidad Hispana en los Estados Unidos y Latinoamérica, generando mecanismos y procesos de comunicación que nos permitan dar el poder de la información. Para nosotros en CGC "la comunicación lo es todo." Los invito a visitar este blog y a explorar con frecuencia nuestra revista Terra-Mater "comunicación para el desarrollo sostenible" que está disponible gratuitamente en impreso y en digital por www.terra-mater.net y www.americaverde.org