La Clave del triunfo en Copenhague: EE.UU. debe comprometerse con países en desarrollo

Estamos llegando al final de dos semanas de negociaciones de clima y los Jefes de Estado están llegando a Copenhague pero estamos a una gran distancia de llegar a un acuerdo que reúna las ideas del mundo industrializado con las de los países en desarrollo.

El lunes, docenas de países abandonaron las conversaciones debido a que no creen que las naciones ricas estén haciendo lo suficiente para reducir la contaminación causante del calentamiento global.

Los países reanudaron las conversaciones más tarde, pero podrían abandonarlas de nuevo cuando se toque otro tema contencioso como la financiación para que los países en desarrollo puedan enfrentar el calentamiento global y adaptarse a sus mortales consecuencias.

La carga de este acuerdo está ahora sobre los hombros de los Estados Unidos que es el único país que aun no ha indicado un compromiso para ayudar con el financiamiento a mediano plazo para los países en desarrollo. El país ha hecho promesas iniciales de financiación a corto plazo, pero no ha hecho ninguna promesa para el 2015.

Esto es lo que los países en desarrollo quieren saber. Si el Presidente Obama anuncia su compromiso para ayudar a financiar proyectos de energía limpia, protecciones para bosques y ayuda para la adaptación en los países más pobres del mundo, esto podría hacer que los países Africanos vuelvan a las negociaciones. Esto a  su vez podría incitar a la China a hacer más transparentes sus esfuerzos de reducción, otro tema clave que debe ser resuelto antes de llegar a un acuerdo político amplio.

Para que esta delicada cadena de eventos se despliegue, no deberíamos esperar hasta este viernes cuando llegue el Presidente Obama para saber si los Estados Unidos se comprometerá a financiar. El mundo en desarrollo necesita tener una señal previa para reunirse con verdadera intención de negociar.

Estados Unidos tiene el poder para prevenir que las conversaciones de clima internacional se disuelvan. Nuestra promesa de financiación podría cambiar el resultado en las negociaciones más importantes--y peligrosamente frágiles--de nuestra generación.

El énfasis en el financiamiento no es una estrategia diplomática. Es un reflejo de la realidad de que muchas vidas humanas están en juego.

Según la Organización Mundial de la Salud, más de la mitad de la población mundial vive a 40 millas de las costas y esto los pone en riesgo de la subida del nivel del mar y las mareas. Ciudades ricas como Copenhague o Amsterdam pueden permitirse el lujo de construir protecciones, pero ¿qué le pasará a los ciudadanos de Lagos, Mumbai, Jakarta o Manila?

El Banco Mundial calcula que un nuevo incremento de sólo 1,8 grados en promedio de las temperaturas globales reduciría la disponibilidad de agua potable para alrededor de 1,7 millones de personas, principalmente en África y Asia.

Se necesita una señal por parte de los EE.UU. de que vamos a entregar suficiente dinero para salvaguardar a los pobres del mundo de las consecuencias más perjudiciales del cambio climático y para preservar los bosques más grandes del mundo. Este compromiso también debe estar ligado a una estrategia que garantice la transparencia y el rendimiento del plan de acción climático de China.

El liderazgo de EE.UU. puede abrirle las puertas a un buen acuerdo climático internacional. Nosotros, los ciudadanos podemos demostrar tal liderazgo pidiéndole al gobierno de Obama que haga un compromiso audaz de financiación.