La energía limpia es buena para Estados Unidos: así creas o no en el cambio climático.

El miércoles, el jefe de la cuarta empresa de carbón más grande de la nación Massey Energy, CEO Don Blankenship, dijo en una entrevista que “ no admito que exista una ciencia que apoye el calentamiento global”.

A pesar de que me desconcierta que personas de mente tan estrecha como Blankenship aún existan, mi respuesta a los que niegan la realidad es muy simple.

Si usted no cree en la ciencia, ese es su problema. Pero la necesidad de Estados Unidos de generar empleos y fortalecer nuestra seguridad nacional es primordial y la energía limpia es la forma más rápida de conseguirlo.

Es posible que Blankenship, quien apoya la minería de carbón, siga dudando de la ciencia. Después de todo, el es conocido por comparar las medidas de eficiencia energética en los Estados Unidos con la vida en la Rusia comunista.

Pero el resto de nosotros los estadounidenses tenemos que tomar una decisión: Cual visión del mundo vamos a escoger para poner nuestro futuro en juego. ¿Una que hace a los Estados Unidos más competitivo y más seguro o una que tiene un enfoque del siglo XIX a la energía y hace que Estados Unidos se quede más atrás en el mercado mundial?

Yo sé dónde hago mi apuesta. Lea mi libro, Clean Energy Common Sense (Energía limpia; sentido común), y usted podría hacer la misma elección. El libro es rápido, con una lectura accesible, dirigido a personas que todavía están a la vanguardia sobre la acción del clima. Me apoyo de las voces más autorizadas en el campo de la economía y la seguridad nacional para ilustrar lo que la energía limpia puede hacer por América.

Les explico, por ejemplo, que el cambio a la energía limpia es, ante todo, acerca de los trabajos, empleos y más empleos. En combinación con el paquete de estímulo económico, la legislación de energías limpias ahora ante el Senado crearía 1,7 millones de empleos repartidos en los 50 estados, según un estudio de 2009 por el Instituto de Investigación de Economía Política en la Universidad de Massachusetts. Mientras tanto, los investigadores de la Universidad de California encontraron que el empleo aumentará de 900.000 a 1,9 millones de empleos entre 2010 y 2020 si se aprueba la legislación climática

Por eso, a pesar de la insinuación de Blankenship en sentido contrario, varios de los sindicatos más importantes de América, incluidos los Trabajadores Siderúrgicos Unidos (United Steelworkers ) y la Unión de Trabajadores del Servicio Público de los Estados Unidos (Utility Workers Union of America ) apoyan el proyecto de ley de energía limpia.

Al mismo tiempo, reducir nuestra dependencia de combustibles sucios mejorará nuestra seguridad nacional. El vicealmirante retirado Dennis McGinn dijo al Congreso que “Nuestra creciente dependencia de los combustibles fósiles pone en peligro a nuestros militares y nos afecta en un gran precio en dólares y potencialmente la vida”. Por ello, el Pentágono, la CIA y el Departamento de Estado tomaron la amenaza del cambio climático muy en serio.

El mismo día de la entrevista de Blankenship, la columna de Tom Friedman en el New York Times, actúa como un excelente contrapunto a la misma. Friedman dice, “Así creas o no en el calentamiento global, es imposible negar que la población mundial esta por los cielos y que las naciones en desarrollo necesitan mas y mas petróleo. Lo qué pasará si se mantiene esta tendencia es “que el precio del petróleo se va por el techo si no desarrollamos otras alternativas, Los petro-dictadores de Irán, Venezuela y Rusia esperan que no lo hagamos ya que ellos se harán más ricos si seguimos dependientes del petróleo."

Al igual que Friedman, creo que el camino para salir de este escenario costoso y peligroso es de conducir directamente a través de la tecnología de energía limpia. China y Europa, creen esto también y ya están tratando de dominar lo que será el mercado más grande del siglo XXI.

Si el Congreso aprueba la legislación de energía limpia en los próximos meses, se puede garantizar el liderazgo de los Estados Unidos en ese mercado. Pero si dejamos que voces como la de Blankenship de distraernos, nos quedaremos atrás. ¿Cual futuro vas a elegir?