Todavía hay que usar bien cada gota de agua en California

What the Sierra snow survey says about the drought and California’s water future
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Una vista de la Sierra (bastante) Nevada este invierno, cerca de Tahoe, California. Todos en el estado apreciamos la abundancia de la nevada, no solo en las zonas de esquí, sino también en comunidades agrarias y pesqueras que cuentan con el deshielo en la primavera y el verano para las necesidades hídricas. Pero este alivio se desvanecerá tan pronto como la nieve si no utilizamos el agua de una manera más sostenible. Foto: Anna Wearn

Lo que la encuesta de nieve en la Sierra Nevada apunta sobre la sequía y el futuro del agua en California 

Blog invitado por Anna Wearn, Programa de Agua, NRDC

Tenemos los resultados: según la encuesta más reciente en la Sierra Nevada, hemos acumulado 164 por ciento del nivel promedio de nieve en California.

Los 116 centímetros de contenido de agua medida  el 30 de marzo—la fecha cuándo la acumulación de nieve típicamente alcanza el máximo—es una buena noticia para un estado que cuenta con esta “reserva natural” para un tercio de su suministro de agua. Pero no podemos permitirnos abandonar los esfuerzos para lograr las reformas necesarias en la manera en que manejamos el agua. 

Lo que la medición significa

La emergencia por la sequía sigue en pie en California, pero la cantidad de agua en nuestros ríos y embalses ha aumentado significativamente después de las tormentas de este invierno. Las proyecciones de escorrentía  están por encima de la media y las presas también tienen más agua de lo normal.

Pero la sequía no es solamente el resultado de la cantidad de agua que la madre naturaleza provee en un año particular; también refleja la disparidad entre nuestra demanda y nuestro suministro de agua a largo plazo. Décadas de bombeo excesivo de agua subterránea ha disminuido nuestros acuíferos, y la precipitación de 2017 no puede llenar el enorme vacío. Todavía restamos 12,3 billones de metros cúbicos de agua subterránea que teníamos antes de la sequía, debido a “la gran sed de nuestro sector agrario altamente productivo,” que, como explica el hidrólogo Jay Famiglietti, “nunca ha sido, ni será, satisfecho por las tormentas invernales anuales.”

Las comunidades rurales del Valle Central, quienes no pueden cavar pozos lo suficientemente profundos para lograr acceso a agua potable segura, soportan la mayor carga del problema. Pero claro, todos pagamos el precio con los daños a nuestros puentes, calles, y canales que ocurren cuando el sobrebombeo reduce el nivel de la capa freática y ocasiona que el suelo debajo de esta infraestructura pública se hunda 30 centímetros cada año.

Credit: A menudo los habitantes de Tulare tienen que depender del agua embotellada para cocinar y beber porque sus pozos se han secado, mientras el condado sigue concediendo permisos para perforar nuevos pozos. Foto: Jenny Rempel, el Centro Comunitario por el Agua

Preparándonos para el futuro

Sabemos que los periodos de clima cálido y seco volverán. Reflexionando en las lecciones aprendidas durante la sequía, la presidenta del Consejo Estatal del Control de los Recursos de Agua (State Water Resources Control Board) advierte: “Esto volverá a ocurrir, y está lejos de concluir para muchos en California. Ciertamente ese es el caso para los peces y la vida silvestre.” 

De hecho, el clima de California es más variable que cualquier otro estado. Además, los científicos climáticos predicen que la frecuencia de las sequías aumentarán y la nevada disminuirá, con niveles de nieve tan bajas como los de 2015 (un escaso cinco por ciento del promedio) ocurriendo cada década.

Ya es hora de dejar de reaccionar frenéticamente a cada crisis de agua y empezar a planear para las circunstancias extremas como curso normal. Tenemos que invertir en soluciones del siglo XXI para lograr un suministro de agua sostenible y mejorar la salud de los principales recursos hídricos del estado.

En 2015, NRDC publicó Una boleta de calificaciones de la respuesta de California a la sequía, mostrando como el estado ha logrado avances con respecto a la conservación y el uso más eficaz del agua urbana y el reciclaje de agua. A la misma vez, el informe destaca la necesidad de mejorar el manejo del estuario de la Bahía-Delta, el uso de agua para la agricultura, y de aumentar la captura y reutilización de agua lluvia. Estas reformas serán esenciales para reducir el estrés en nuestras cuencas subterráneas sobrebombeadas y ecosistemas debilitados:

1) El uso más responsable del agua

El estado está finalizando una estrategia política para promover la conservación y el uso eficaz del agua: nuestras opciones más económicas. El reportaje presenta un camino para implementar una orden ejecutiva emitida por el gobernador Brown en mayo para lograr que la conservación del agua se convierta en el modo de vida en California. El plan tiene el potencial de aumentar la seguridad del agua haciendo que los proveedores de agua alcancen las metas de uso de agua y planeen mejor para las sequías futuras.

Para lograr los objetivos del estado, necesitamos legislación que mejore el proceso de planificación y promueva la captura de agua lluvia y la reutilización de agua. También hay que modernizar los sistemas de irrigación y adoptar políticas que mejoren la salud de los suelos para que los terrenos de cultivo puedan retener más agua. 

2) Reducir las diversiones del estuario de la Bahía-Delta

Cuando la nieve de la Sierra Nevada se derrite, fluye a la Bahía-Delta de San Francisco, el estuario más grande en la costa oeste de las américas. Este importante cuerpo de agua proporciona agua potable a más de 25 millones de californianos e irriga más de 1,2 billones de hectáreas.

Pero hemos vaciado bastante el estuario de su caudal de agua dulce. Esto ha empeorado la salud del ecosistema dramáticamente y causado el declive de las poblaciones de vida salvaje nativa. Este año, el estado actualizará los estándares para el nivel del flujo en los ríos del Stanislaus, Tuolumne, Merced, y San Joaquín. En el año que viene, lanzará nuevos estándares para la calidad de agua y el nivel de flujo en el río Sacramento y el Delta. Este proceso presenta la oportunidad de mejorar las condiciones de nuestros importantes ecosistemas. 

Hasta que aprendamos a alinear nuestras demandas para el agua con la cantidad que podemos suministrar fiablemente, sufriremos escases de agua perpetuas. Aunque el agua parezca abundar en este momento, será importante utilizar cada gota prudentemente y ser mejores guardianes de nuestros abastecimientos naturales si queremos asegurar un futuro de agua más sostenible para la gente, la economía y el medioambiente de California.

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