Vehículos limpios para California y el resto de los EE.UU.

En su primera semana como Presidente, Obama hizo más contra el calentamiento global que lo que hizo Bush durante sus 8 años en la presidencia.  La Administración Bush negó la existencia de una crisis climática hasta el 2002 y aun habiéndolo aceptado, obstruyó los intentos de los estados y ambientalistas para reducir significativamente los gases de invernadero producidos en los Estados Unidos.

 A sólo seis días de haber juramentado, Obama declaró: "hoy estoy anunciando los primeros pasos en nuestro trayecto hacía la independencia energética, para desarrollar nueva energía, fijar nuevos estándares de eficiencia de combustible y enfrentar las emisiones de gases de invernadero" y firmó una orden para que su Agencia de Protección Ambiental (EPA) actúe rápidamente para concederle a California el permiso de reducir las emisiones de dióxido de carbón de los automóviles.  Cosa que la legislatura de California peleó hasta en la Corte Suprema de Justicia y ganó, para luego ser derrotada una vez más por un mandato ejecutivo de la EPA bajo la Administración Bush.

California y los otros 14 estados (Arizona, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, Pensilvania, Massachusetts, Connecticut, Maine, Maryland, Oregón, Rhode Island, Vermont, Washington y Washington DC) que ya han adoptado los nuevos estándares contra la  contaminación vehicular, podrán hacerlo ley en los próximos meses.  Los estados de Colorado, Florida, Utah e Iowa están en el proceso de adoptar estas normas también. 

Se estima que los automóviles son responsables del 25% de los gases de invernadero que se emiten en los EEUU.  Y todos los estados en cuestión, en total, tienen aproximadamente un 46% de los automóviles que circulan por las calles en todo el país.  Por lo tanto, el impacto será enorme, especialmente si estos estándares se aplican en todos los estados de la nación. 

Los nuevos estándares serán que: 1) todos los carros nuevos desde el 2011 reduzcan su contaminación en un 30%, 2) los automóviles alcancen un promedio de eficiencia de por lo menos 35 MPG para el año 2015 y hasta 42 MPG para el año 2020 y 3) el Departamento de Transporte pueda decretar el máximo estándar de eficiencia de combustible nacional.

Desde que el Programa de Carros Limpios fue propuesto en California en el 2002, la disputa entre California y las automotrices, apoyadas por Bush, ha sido polémica.  Las principales objeciones de las automotrices eran que los carros más rentables eran los más grandes, los consumidores pagarían $5,000 más por cada carro limpio y sería imposible producir autos a la carta para cada estado. 

La obvia solución es que estos estándares se establezcan a escala nacional y al parecer la industria automotriz esta dispuesta a cooperar. Gracias al desastre económico por el que están pasando y al rescate multi-millonario que el congreso les ha proveído, la industria se ha visto obligada a responder con una actitud menos antagónica a las decisiones de Obama ya que el préstamo tiene la condición de que modifiquen su plan de negocios para promover un mercado de autos más eficientes. 

Se espera que pronto, Lisa Jackson, encargada de la EPA, haga pública las nuevas reglas del camino no solo para California sino para todos los estados de la nación.