La visita del Papa destaca los problemas de la minería del oro y sus soluciones

Over the last decade, miners have turned tens of thousands of hectares of once lush jungle into barren, sandy landscapes. Not visible but equally devastating is widespread contamination by mercury, a highly toxic chemical used by miners in the gold extraction process.
Credit: Foto: Luis Fernandez, Wake Forest University

El 19 de enero, Su Santidad el papa Francisco visitará durante unas horas Madre de Dios, un área en la Amazonía peruana. En una muestra de su compasión por los marginados y los indefensos, el Papa allí se reunirá con pueblos indígenas. A pesar de que el papa se enfocará principalmente en asuntos humanitarios, inevitablemente prestará atención un problema ambiental crítico en la región durante su visita. A su llegada, el papa verá con sus propios ojos la rampante deforestación causada principalmente por la extracción desenfrenada de oro a pequeña escala. Durante la última década, los mineros han transformado decenas de miles de hectáreas de lo que era una exuberante selva a paisajes áridos y arenosos. Aunque no sea visible, pero igualmente devastador es la contaminación generalizada por mercurio, un químico altamente tóxico utilizado por los mineros para extraer el oro. Me imagino que será particularmente doloroso para el papa presenciar esta devastación, dado su fuerte compromiso como defensor del medio ambiente.

Perú no es el único país que tiene que enfrentar esta fiebre del oro: se estima que, entre 10 y 20 millones de personas, en más de 80 países del mundo, dependen directamente de la minería de oro en pequeña escala para su supervivencia, con otras 100 millones más involucradas en la economía secundaria que apoya el sector. Se considera que este sector es la mayor fuente de contaminación por mercurio en el mundo, con el uso de unas 1800 toneladas de este material por año. La mayor parte de este elemento termina en el aire, los suelos, los ríos y los océanos, donde contamina los peces que son a su vez una fuente fundamental de proteína para millones de personas en todo el mundo.

La prensa a menudo retrata a estos mineros como villanos tal como aparecen en los dibujos animados, arrasando el paisaje y abriendo la puerta a todo tipo de males sociales en una búsqueda codiciosa para llenar sus bolsillos. A la vez, al creer en esta caricatura, los gobiernos se han movilizado contra estos mineros con una fuerte demostración policial, o incluso militar. Estos esfuerzos generalmente no han logrado reducir la minería a largo plazo y, en algunos casos, han empeorado las cosas, ya que los mineros se han trasladado a zonas aún más remotas y prístinas para operar.

Lo que es cierto es que los mineros a pequeña escala son mucho más complejos que los personajes de dibujos animados. Aunque no hay duda de que hay algunos verdaderos villanos y algunos mineros sueñan con hacerse ricos rápidamente, lo que los impulsan más bien es la pobreza, la inequidad social y la marginación. Para millones, especialmente los pobres de las zonas rurales, la minería de oro trae los ingresos que se necesitan desesperadamente para mantener a sus familias. Y su producto tiene una gran demanda. De hecho, en su encíclica seminal de 2015 sobre la gestión correcta del medio ambiente, el Laudato Si (sobre el cuidado de la casa común), el propio papa mencionó específicamente el problema del uso del mercurio en la extracción de oro, enfatizando la demanda mundial de recursos como oro como causa, y, por lo tanto, el imperativo moral que la comunidad global tome cartas en el asunto.

Afortunadamente, la comunidad global está reaccionando a este llamado. En la primavera de este año, un nuevo programa global, financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), comenzará a abordar algunas de las causas de los daños causados ​​por la extracción de oro a pequeña escala y al mismo tiempo promoverá su potencial de desarrollo. El programa, Oportunidades Globales para el Desarrollo a Largo Plazo del Sector de la Minería de Oro Artesanal y en Pequeña Escala (GEF GOLD) funcionará en ocho países, incluyendo el Perú (así como Burkina Faso, Colombia, Guyana, Indonesia, Kenia, Mongolia y las Filipinas), y estará dirigido por tres agencias de las Naciones Unidas (el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial) al igual que Conservation International. NRDC trabajará, en asociación con este grupo de organismos, para compartir lo que se aprenda en este programa con otros países que enfrentan desafíos similares. El programa no solo ayudará a estos mineros a eliminar el uso de mercurio y reducir los riesgos dañinos para su salud y el medio ambiente, sino que también les ayudará a crear medios de vida más sostenibles a través de la participación en la economía formal. Este enfoque reconoce que el atender los impulsores económicos es la base de un cambio duradero en el sector. Un programa que enfatiza la compasión y la dignidad de los marginados, incluidas las mujeres, los niños, los indígenas y los pobres, es una respuesta apropiada al llamado del papa para un enfoque profundamente humano para resolver este crítico problema ambiental.