Federal rechaza la exención de Bush al sonar

Juez reafirma la orden de que la Marina debe reducir el daño a las ballenas por intensas ondas expansivas de sonido

LOS ANGELES (4 de febrero de 2008) – Un tribunal federal derribó el día de hoy una exención extendida por la Casa Blanca que pretendía eximir a la Marina de EE.UU. de cumplir con una ley ambiental básica durante ejercicios de entrenamiento con sonar en las costas del sur de California. Al anular la exención, el tribunal reafirmo un mandato judicial expedido a principios de enero que exigió a la Marina reducir el daño a las ballenas y otros mamíferos marinos por el entrenamiento con sonar. La Marina ha reconocido que el sonar de alta intensidad y frecuencia media puede lesionar y matar a las ballenas y a otros mamíferos marinos.
 
“El tribunal ha confirmado que no vivimos bajo una presidencia imperial” dijo Joel Reynolds, director del Proyecto de Protección a los Mamíferos Marinos de NRDC, que obtuvo el mandato judicial contra la Marina. “La Marina no necesita dañar ballenas para entrenarse eficazmente con sonar. Al seguir medidas cuidadosamente formuladas por el tribunal, la Marina puede realizar sus ejercicios sin poner en peligro a los mamíferos marinos.”
 
El 15 de enero, el Presidente Bush emitió una exención a la Marina sin precedentes en virtud de la Ley de Administración de la Zona Costera (CZMA por sus siglas en inglés), y le dio una exención de “emergencia” de la Ley de Política Nacional Ambiental (NEPA por sus siglas en inglés), para una serie de ejercicios de entrenamiento con sonar de alta intensidad y frecuencia media actualmente en curso. Esas leyes son la base de un mandato judicial expedido el 3 de enero por la Juez Florence-Marie Cooper del Tribunal de Distrito de EE.UU. que exigió a la Marina monitorear y evitar a los mamíferos marinos al operar el sonar durante los ejercicios navales “SOCAL”.
 
El día de hoy, al rechazar la exención de la NEPA de la administración Bush, la Juez Cooper escribió: “La ‘emergencia’ actual de la Marina es simplemente un producto de su creación, es decir, por no haber preparado documentación ambiental adecuada de manera oportuna.” La Juez Cooper agregó más adelante que la postura de la Marina “produce el absurdo resultado de permitir a las agencias evitar sus obligaciones en virtud de la NEPA recaracterizando actividades comunes y planeadas como ‘emergencias’ en el interés de la seguridad nacional, la estabilidad económica y otros objetivos de políticas a largo plazo. . . . Esto no puede ser consistente con la determinación del Congreso.” 
 
Además, aunque la Juez Cooper expresó “considerable preocupación por la constitucionalidad de la exención de los requisitos de la Ley de Administración de la Zona Costera otorgada a la Marina por el Presidente”, escribió que no es necesaria una conclusión porque el “Tribunal está satisfecho de que su orden judicial se basa firmemente en la NEPA.”
 
El Tribunal también reafirmó su mandamiento judicial dictado el 3 de enero, que exigía a la Marina mantener una zona de amortiguación sin sonar de 12 millas náuticas a lo largo de la línea costera de California; evitar otros hábitats fundamentales de las ballenas; apagar el sonar cuando se vieran mamíferos marinos en un radio de 2,000 metros; y monitorear la presencia de mamíferos marinos usando varios métodos, entre otras medidas. Hace más de un año, la Comisión Costera de California instó a la Marina a adoptar medidas de protección similares durante esos ejercicios, considerándolas necesarias para hacer que los ejercicios de entrenamiento cumplan con las leyes costeras de California.
 
El sistema de sonar MFA de alta intensidad puede hacer retumbar vastas áreas de los océanos con niveles peligrosos de ruido submarino y ha matado mamíferos marinos en numerosos incidentes alrededor del mundo. Las aguas costeras del Sur de California tienen algunos de los hábitats marinos más ricos del país, e incluyen cinco especies de ballenas en peligro de extinción, ballenas azules las cuales son de importancia mundial, y hasta siete especies diferentes de ballenas picudas, que son particularmente vulnerables al sonido submarino.
 
“Es un principio fundamental de nuestro gobierno que ni la milicia ni el presidente están por encima de la ley”, dijo Richard Kendall, socio principal del bufete de abogados Irell & Manella de Los Angeles, y abogado adjunto de la demanda con NRDC. “La Juez Cooper ha defendido esa doctrina fundamental.”
 
Unidos a NRDC en la demanda: International Fund for Animal Welfare, Cetacean Society International, League for Coastal Protection, Ocean Futures Society y Jean-Michel Cousteau.
Para obtener más información sobre el efecto del sonar en los mamíferos marinos, vea “Sounding the Depths II: The Rising Toll of Sonar, Shipping and Industrial Ocean Noise on Marine Life” ( Ruido en las profundidades II: Los crecientes estragos del ruido en el océano por el sonar, las embarcaciones y la industria en la vida marina): http://www.nrdc.org/wildlife/marine/sound/contents.asp