Es hora de que el Senado apruebe la ley Reconstruir Mejor

Los países desarrollados no malgastan el dinero en mantener industrias anticuadas. Ellos invierten en un futuro más prometedor.

Un trabajador de la Association for Energy Affordability instala nuevas ventanas. La Ley para Reconstruir Mejor impulsaría la inversión en proyectos de climatización de viviendas como éste y ayudaría a reducir las facturas de energía de los consumidores. | Natalie Keyssar para NRDC

Después de años de inhabilidad para responder al aumento del nivel del mar, la sequía, los incendios forestales, las tormentas y las inundaciones, el país se prepara por fin para una acción climática histórica mientras el Senado, dividido, examina la ley Reconstruir Mejor.

Aprobada en la Cámara de Representantes el mes pasado, la ley prevé una inversión nacional récord de 550 mil millones de dólares en 10 años para acelerar el abandono de los combustibles fósiles que provocan la crisis climática y la adopción de formas más limpias e inteligentes de generar energía para nuestro futuro.

Para ponerlo en perspectiva, los costos de atención médica en los Estados Unidos derivados del cambio climático y la contaminación por combustibles fósiles ya superan los 820 mil millones de dólares al año. Y los contribuyentes están en camino de desembolsar 200 mil millones de dólares en la próxima década en subvenciones estatales y federales para el petróleo, el gas y el carbón.

Los países desarrollados no malgastan el dinero apoyando industrias del pasado que hacen más mal que bien. En su lugar, invertimos en un futuro más prometedor.

Por eso el Senado debe aprobar sin demora la ley Reconstruir Mejor.

Si se promulga, la ley proporcionará poderosos incentivos fiscales para acelerar el cambio a la energía eólica y solar. Hará que los coches eléctricos–nuevos y usados–sean más asequibles para las familias de clase media y de rentas bajas. Además, impulsará la inversión en eficiencia energética, lo que ahorrará a los hogares un promedio de 500 dólares al año en costos energéticos.  

El proyecto de ley comienza enfocando los recursos nacionales en la limpieza de las centrales eléctricas y los vehículos de motor que, en conjunto, son responsables de cerca de dos tercios de la huella de carbono del país.

Una de las formas más baratas y eficaces de reducir la contaminación por carbono es sustituir la generación de electricidad a partir de carbón por energía limpia y renovable procedente del viento y el sol, y modernizar al mismo tiempo nuestra red de transporte y nuestros sistemas de almacenamiento.

La ley Reconstruir Mejor, si se aprueba, proporcionará poderosos incentivos de energía limpia para hacer precisamente eso para las compañías eléctricas, así como para las organizaciones sin fines de lucro, las cooperativas rurales de electricidad y las familias de bajos ingresos.

Los créditos fiscales de la ley pueden reducir el costo de la instalación de paneles solares en los tejados, por ejemplo, en un 30 por ciento. Y hay incentivos adicionales para garantizar que los beneficios aplicables lleguen a quienes más ayuda necesitan, como las comunidades con rentas bajas que están en primera línea de los peligros y daños climáticos, y las regiones que han perdido centrales eléctricas, minas u otras instalaciones de combustibles fósiles.

El crecimiento de la energía eólica y solar, que se ha cuadruplicado sólo en la última década, es una de las razones por las que la energía limpia es la mayor creadora de empleo en el sector energético. Las energías limpias emplean a más de 3 millones de estadounidenses–casi tres veces más que los combustibles fósiles–en trabajos que pagan, en promedio, un 25 por ciento más que el salario medio, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos (U.S. Bureau of Labor Statistics por sus siglas en inglés).

La ley Reconstruir Mejor acelerará el cambio a las energías limpias, además de acelerar el crecimiento de puestos de trabajo de alta calidad.

Si se aprueba, la ley hará que los coches eléctricos y los camiones ligeros sean más asequibles para todos los estadounidenses. Los compradores tendrían derecho a un crédito fiscal de 7.500 dólares–incluso más para los vehículos construidos en este país por trabajadores sindicados–y podría aplicarse directamente al precio de un coche nuevo. Los créditos no estarían disponibles para personas adineradas o para coches de lujo caros. Hay un crédito aparte para los coches usados: Los compradores con una renta familiar anual inferior a 75.000 dólares podrían optar a una desgravación fiscal directa de hasta 4.000 dólares por cualquier coche eléctrico, furgoneta o camioneta de segunda mano que cueste 25.000 dólares o menos.

El proyecto de ley también mejora los créditos fiscales para las empresas que compren vehículos eléctricos con fines comerciales. Proporciona inversiones para ayudar al Servicio Postal de EE. UU. y a otras agencias federales a cambiar a vehículos eléctricos. Y complementa las nuevas normas federales sobre emisiones del tubo de escape, ya propuestas, para ayudar a acelerar la industria hacia la venta de coches 100 por ciento libres de contaminación para 2035.

La ley Reconstruir Mejor también impulsaría la inversión para ayudar a climatizar los hogares y poner los electrodomésticos de bajo consumo al alcance de las familias de clase media y baja, además de reducir las facturas de energía de los consumidores.

La ciencia es clara: tenemos que reducir la contaminación por carbono y otros gases de efecto invernadero al menos a la mitad, en esta década, para evitar las peores consecuencias del cambio climático. La Ley “Reconstruir mejor” es la pieza central de una estrategia nacional más amplia para reducir los gases de efecto invernadero entre un 50 y un 52 por ciento de aquí a 2030.

Para lograrlo, también serán necesarias nuevas y ambiciosas normas sobre contaminación por carbono y salud a nivel local, estatal y nacional. Significa hacer que cada agencia del gobierno federal sean parte de la solución climática, y no parte del problema. Y significa seguir avanzando a través de la investigación pública y el sector privado para impulsar la innovación y el cambio.

La Ley Reconstruir Mejor está diseñada para promover esos logros necesarios. Si se aprueba, proporcionará la inversión estratégica que necesitamos para afrontar la crisis climática, generar empleo, fortalecer la economía y crear una sociedad más equitativa. Ése es el tipo de objetivos generales para cuya consecución elegimos a nuestros líderes. 

Es hora de que el Senado defienda los intereses y valores que compartimos. Es hora de aprobar la Ley para Reconstruir Mejor.

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