Un nuevo análisis muestra que el proyecto de ley Lieberman-Warner dará inicio a una gran transición hacia la energía limpia y la eficiencia energética

El proyecto de ley produciría una considerable disminución en las importaciones de petróleo y un aumento en la producción de energía renovable

WASHINGTON, D.C. (14 de mayo de 2008) – Un análisis publicado hoy demuestra que si se cumplen los objetivos de reducción de la contaminación causante del calentamiento global de la Ley de Seguridad del Clima Lieberman-Warner se reducirán las importaciones de petróleo, aumentará la producción de energía limpia y se producirán vehículos con mucho mayor rendimiento de combustible. El análisis, realizado por International Resources Group (IRG) para el la Defensa de los Recursos Naturales (NRDC), también descubrió que se pueden lograr los objetivos a un costo mínimo para nuestro sistema de energía, menos de la mitad del uno por ciento. IRG usó un modelo para la economía de energía de EE.UU. creado por la Agencia de Protección Ambiental para examinar cómo se pueden lograr los límites de las emisiones especificados en el proyecto de ley Lieberman-Warner.
 
“Este análisis confirma que la aprobación de la Lieberman-Warner producirá mayor eficiencia energética, más electricidad de fuentes renovables y menos consumo de petróleo”, dijo Dan Lashof, director del Centro del Clima de NRDC. “Desde hace tiempo sabemos que un límite enérgico a la contaminación causante del calentamiento global acompañado de un mercado produciría empleos, ofrecería oportunidades de manufactura y generaría innovaciones. Este análisis confirma que podemos hacerlo a un costo muy bajo para nuestro sistema de energía.”
 
El modelo calcula el aumento constante de los precios de los permisos de CO2 a través del tiempo de $12 por tonelada de CO2 en 2020 a $20 por tonelada en 2030 y casi $50 por tonelada en 2050.
 
El modelo MARKAL US-NM50 usado para el análisis descubrió que los límites a las emisiones de la Lieberman-Warner se podrían lograr con contribuciones a las reducciones de la contaminación causante del calentamiento global de las siguientes fuentes (Caso A):
  • Reducción en la demanda de electricidad – 19%
  • Energía renovable – 24%
  • Secuestro de carbono – 8%
  • Compensaciones nacionales – 13%
  • Créditos internacionales – 18%
  • Energía nuclear – 0%
 
Los modeladores del IRG también crearon una vía de cumplimiento (Caso B) que ilustra un futuro con importantes inversiones continuas en generación de carbón, con más dependencia en el CCS (inhibición y almacenado de dióxido de carbono). En este caso la inhibición del carbono ofrece el 19% de la reducción en las emisiones y las aportaciones a las reducciones de la demanda eléctrica y la energía renovable disminuyen un poco.
 
“El análisis demuestra que las empresas que encabecen la transición a tecnologías limpias y eficientes cosecharán los beneficios”, dijo Pat DeLaquil, director de la División de Administración Energética y Ambiental del International Resource Group. “Además, el análisis demuestra claramente que si nosotros como sociedad elegimos promover activamente una transición hacia tecnologías que reduzcan la contaminación causante del calentamiento global, el costo total será muy bajo.”
 
Con el proyecto de ley Lieberman-Warner la demanda de gas natural disminuirá substancialmente a medida que aumente la generación de electricidad renovable, según el análisis.
 
Las fuentes renovables alcanzarán del 50% al 60% del abasto total de electricidad. En este modelo, las fuentes renovables son una mezcla de biomasa, geotérmica, energía solar concentrada, fotovoltaicos solares y tecnologías eólicas. Los dos principales contribuyentes a la producción de electricidad renovable son enormes granjas de viento remotas y la concentración de energía solar.
 
El análisis se realizó usando una versión del modelo MARKAL nacional de EE.UU. (US-NM50) creado originalmente por la Oficina de Investigación y Desarrollo de la Agencia de Protección Ambiental. El modelo cubre el período del 2000 al 2050 y está calibrado con datos históricos del 2000 y 2005. El punto de inicio para el análisis es un escenario normal que rastrea muy de cerca el Pronóstico Anual de Energía 2008 para el período del 2010 al 2030 del Departamento de Energía. Este análisis está enfocado a emisiones de dióxido de carbono.