¿Piensas que el terremoto de dimensiones catastróficas en Chile el sábado pasado no te afectó? Piénsalo mejor.
Un nuevo informe de la NASA descubrió que el terremoto de magnitud 8,8 desplazó el eje terrestre, acortando la duración de cada día subsiguiente por 1,26 microsegundos (como referencia, un microsegundo es una millonésima parte de un segundo). Aunque no parece que es mucho (es menos que el parpadeo de un ojo), este cambio es importante y permanente.
Los mismos investigadores descubrieron que el terremoto movió una cantidad de terreno tan enorme que el eje de figura del planeta se desplazó 3 pulgadas, u 8 centímetros. (El eje de figura es el eje alrededor del cual la masa de la Tierra se mantiene en equilibrio y es diferente al eje que gira de norte a sur o el eje rotativo.) Como comparación, el terremoto en Sumatra en 2004 con una magnitud de 9,1 produjo un movimiento más pequeño del eje de figura (2,76 pulgadas o 7 centímetros) que el terremoto más reciente en Chile pues el primero ocurrió más cerca al ecuador y en una línea de falla menos empinada.
Además del informe, la NASA también tiene excelentes imágenes de este acontecimiento, como estas fotos de vista aérea de Santiago antes y después del terremoto:
23.2.10
27.2.10
(Fotos cortesía del Observatorio de la Tierra de la NASA)
Ahora, tres días y medio después de que empezaron los temblores, por todo el Internet se han difundido las historias personales y los videos de esa mañana. Muchos son tristes y horrorosos, mientras que otros son más optimistas y sorprendentes. Pero lo que es obvio de todas estas historias es que ese día afectará a la gente de Chile por muchos años.
También es claro, gracias al informe de la NASA, que este terremoto no sólo afectó a Chile. De hecho, afectará a cada uno de nosotros, todos los días, por el resto de nuestras vidas.