Anuncio de Brasil y EE.UU. abre la puerta para un compromiso climático robusto de Brasil antes del COP en Paris

"Como economías principales, los Estados Unidos y Brasil continuarán liderando en la lucha contra el cambio climático. Desde 2005, nuestros dos países han reducido las emisiones de carbono más que cualquier otro país en el mundo." - Presidente Obama

"El cambio climático es uno de los desafíos centrales del siglo veinte y uno... La agenda ambiental en mi opinión es absolutamente clave y esencial para nuestros dos países." - Presidenta Rousseff

Los presidentes Obama y Rousseff generaron grandes titulares el martes (30 de junio) cuando anunciaron una serie de acciones climáticas bilaterales que los EE.UU. y Brasil tomarán juntos para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero. Estos compromisos abordan una serie de temas complejos, incluyendo la silvicultura, el uso de la tierra, la energía y la agricultura, y se posicionan firmemente ambos países como líderes hemisféricos en los esfuerzos mundiales para combatir el cambio climático. Es importante destacar que este anuncio también deja el camino abierto para Brasil para hacer un compromiso climático ambicioso para el periodo post-2020 antes de las negociaciones internacionales en París.

Éstos son algunos de los aspectos más destacados del anuncio bilateral:

1. Ambos países se comprometieron a generar el 20% de su electricidad con energías renovables (excluyendo la energía hidroeléctrica) por 2030. Para Brasil, esto significa más del doble de su actual contribución renovables a la matriz de electricidad, dado que, de acuerdo con datos del Banco Interamericano de Desarrollo, fue de alrededor de 7,3% en 2012.

2. En términos más generales, Brasil intenta que entre 28% a 33% de su matriz energética provenga de fuentes renovables (electricidad y biocombustibles) por 2030.

3. Brasil se comprometió a restaurar 12 millones de hectáreas (casi 30 millones de acres) de la selva amazónica en 2030, y tiene como objetivo eliminar la deforestación ilegal. Como el presidente Obama dijo, Brasil ha seguido "esfuerzos impresionantes durante la última década para combatir la deforestación," que han resultado en reducciones importantes de emisiones. Sin embargo, los números recientes muestran que las tasas de deforestación en el país están subiendo de nuevo, y por lo tanto, estas acciones son cruciales para los esfuerzos climáticos del país.

4. Además, los EE.UU. y Brasil acordaron colaborar en una serie de iniciativas forestales y de uso del suelo que pueden mejorar la gestión sostenible y la resiliencia climática de bosques y sistemas agrícolas.

5. Ambos países trabajarán juntos para fortalecer las medidas de adaptación de los ecosistemas, la infraestructura, la seguridad agrícola, la producción de alimentos y los recursos hídricos.

Este anuncio sitúa Obama y Rousseff a la vanguardia de los esfuerzos climáticos en todo el mundo esta semana (una hazaña impresionante, ya que China y Corea del Sur también hicieron anuncios importantes del clima el mismo día). Sin embargo, estos compromisos son importantes no sólo para los líderes en la escena internacional, sino también a los brasileños que sienten las realidades de cambio climático cada día - por ejemplo la sequía intensa en São Paolo y la crisis energética. Una encuesta reciente encontró que el 95% de los brasileños creen que el cambio climático ya está impactando a la gente allí, sin embargo, el 85% también piensan que el gobierno no está haciendo lo suficiente para resolver el problema.

Aunque los acuerdos entre los dos presidentes son alentadores, muchos sienten que no son suficientes, y esperan un compromiso brasileño aún más fuerte. Observatório do Clima, un grupo de 37 organizaciones de la sociedad civil en Brasil, respondió al anuncio diciendo que los acuerdos "no están al nivel necesario de ambición" para frenar el cambio climático. Por ejemplo, creen que los 12 millones de hectáreas que la presidente Rousseff comprometió a reforestar en 2030 en realidad debería ser el doble de esa cantidad, y que la meta de 20% de la generación de electricidad procedente de fuentes renovables para el 2030, en realidad, es una proyección que mantenga "cosas como ya están" (o sea "business as usual.") De hecho, Observatório do Clima ha elaborado su propia "sociedad civil INDC" para Brasil (disponible aquí) con propuestas específicas de varios sectores para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero para 1.000 millones de toneladas equivalentes de dióxido de carbono para el año 2030, y para alcanzar la neutralidad de carbono (junto con otros países) para el año 2050.

Con el impulso del anuncio bilateral con los EE.UU., el alto nivel de preocupación entre los brasileños con respeto a los efectos del clima, y las ideas concretas de una amplia gama de la sociedad civil en la mano, la Presidenta Rousseff tiene una excelente oportunidad de ser realmente ambiciosa cuando Brasil anuncia su Contribución Prevista y Determinada a Nivel Nacional (o INDC por sus siglas en inglés) para París antes de la fecha límite de 01 de octubre. La puerta está abierta para que Brasil sea un líder regional--y de hecho un líder global--en los esfuerzos para enfrentar cambio climático.