México no podrá ser un líder en protección de humedales si no protege Cabo Pulmo

The coastline of Cabo Pulmo, Mexico.

Cabo Pulmo, Mexico

Credit: Getty Images

México celebró el Día Mundial de los Humedales de 2012 con el anuncio de que cuatro nuevos sitios mexicanos fueron añadidos a  la lista de Humedales  de Importancia Internacional bajo la Convención de Ramsar. Sin embargo,  el Parque Nacional Marino Cabo Pulmo – un importante sitio Ramsar y Patrimonio Mundial – permanece bajo amenaza. La aceptación por Ramsar de los cuatro sitios nuevos, que ocupan un total de 23.612 hectáreas, es sin duda un logro muy positivo. Pero para que México asegure la protección de  sus humedales,  debe hacer más que simplemente añadir nuevos sitios a su inventario de zonas protegidas; también es necesario que cumpla con los compromisos existentes. La propuesta para construir el mega complejo turístico de  Cabo Cortés en terrenos adyacentes al parque de Cabo Pulmo  amenaza a una de las reservas marinas más saludables del mundo. Si México desea consolidar su liderazgo en el manejo sostenible de humedales y zonas costeras, no puede permitirse la pérdida de Cabo Pulmo.  México debería  ahora acompañar estos nuevos compromisos con la cancelación del  polémico y arriesgado  proyecto de Cabo Cortés.

La gestión ambientalmente sostenible de humedales y zonas costeras es de vital importancia. Cuando Juan Rafael Elvira Quesada, Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México, anunció los cuatro nuevos sitos Ramsar destacó el importante papel que juegan en  la provisión de agua y alimentos y en la reducción de los impactos del cambio climático. El Sr. Elvira Quesada también observó que estos nuevos sitios Ramsar pueden ayudar a promover el desarrollo local a través del ecoturismo. En esto tiene razón— el turismo ambientalmente sostenible y de una escala apropiada  puede mantener los servicios ambientales de una zona y traer beneficios necesarios a las comunidades costeras. De hecho, cuando la sobre-pesca casi devastó el arrecife coralino de Cabo Pulmo,  cuyos  20.000 años de existencia lo convierten en uno de los arrecifes más importantes del Pacífico Oriental,  los pescadores  locales voluntariamente dejaron a un lado sus redes y re-orientaron sus economías hacia el ecoturismo en pequeña escala. También trabajaron con el gobierno para designar el área como un parque nacional y una zona donde se prohíbe la actividad pesquera.

Pero el proyecto de mega-turismo de Cabo Cortés  sería algo radicalmente diferente. Esta propuesta  de la promotora española Hansa Urbana, sería comparable en tamaño con lo construido en Cancún y pavimentaría terrenos vírgenes para construir 2 millones de pies cuadrados de espacio comercial y de oficinas, incluyendo unas 28.000 habitaciones de hotel y una pista para jets privados. El proyecto también incluiría al menos dos campos de golf de 27 hoyos cada uno que consumirían las limitadas reservas de agua dulce  de la comunidad local. Una marina para 490 embarcaciones  resultaría en tráfico y contaminación proveniente de barcos para unas aguas que han asombrado a los científicos mexicanos e internacionales por su abundante y saludable vida marina– una  biodiversidad  que se recuperó tras años de sobre-pesca gracias a los esfuerzos de la comunidad para proteger el arrecife. En pocas palabras, el proyecto de Cabo Cortés anularía por completo el progreso logrado durante años de arduo trabajo para restaurar y preservar el arrecife coralino de Cabo Pulmo. El aumento en la contaminación y la degradación ambiental que conllevaría el proyecto pondría en peligro las playas vírgenes y aguas cristalinas de las que los turistas disfrutan durante sus visitas a Cabo Pulmo, y que constituyen precisamente los recursos que traen beneficios y seguridad a la población local cuando se protegen y gestionan de forma sostenible. Con todo esto en juego, simplemente no tiene sentido que el Gobierno de México permita que el proyecto de Cabo Cortés siga adelante.

El pasado  mes de noviembre,  una misión conjunta de Ramsar-UICN viajó a Cabo Pulmo para evaluar las amenazas al parque de Cabo Pulmo. La comitiva se reunió con los promotores del proyecto, representantes gubernamentales, representantes de las comunidades locales y organizaciones no gubernamentales y académicos preocupados por el impacto del proyecto.  Según palabras de María Rivera, Consejera de Ramsar para las Américas, la organización se encuentra actualmente finalizando sus recomendaciones para México con respecto a Cabo Cortés. Todas las opciones aún siguen sobre la mesa, incluyendo la posibilidad de recomendar que el país no otorgue permisos adicionales al proyecto. Se espera que Ramsar presente su informe y recomendaciones al Gobierno de México en las próximas semanas y es esencial que dicho informe se haga público tan pronto como esté disponible para que las comunidades locales y los grupos que han trabajado para preservar Cabo Pulmo puedan  seguir haciéndolo con eficacia.

Varios grupos de la sociedad civil mexicana también marcaron el Día Mundial de los Humedales y entregaron una carta al presidente Calderón pidiéndole que  cumpla con el compromiso de México de proteger los humedales, incluyendo el sitio Ramsar de Cabo Pulmo. En esta carta enfatizaron que el proyecto de Cabo Cortés resultaría en una creciente contaminación y presión sobre los recursos  marinos y costeros del Parque Nacional Cabo Pulmo, e instaron al Presidente a que cancele definitivamente el polémico y arriesgado  proyecto durante su presente mandato. México ya ocupa la segunda posición en términos de sitios designados como Humedales Ramsar de Importancia Internacional y la reciente inscripción de cuatro sitios acciónales demuestra que el gobierno sí reconoce la importancia del manejo sostenible de los humedales. Con esfuerzos concertados, México puede ser un verdadero líder en la región y en el mundo en la protección de humedales— pero no si descuida Cabo Pulmo y pone en riesgo lo que las comunidades locales trabajaron tan duro y con tanto éxito para restaurar.