La acción climática se siente a todo nivel, desde las calles hasta las Naciones Unidas

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Algo extraordinario pasó en la Cumbre sobre el clima de las Naciones Unidas el martes. Uno tras otro, los líderes mundiales describieron ante todos lo que su país está haciendo para reducir la contaminación que causa el cambio climático. Muchos también dieron a conocer sus planes para limitar la crisis, y se comprometieron a tomar nuevas medidas en el futuro. Después de años de retraso, el ritmo de la acción sobre asuntos climáticos acelera.

“Siguen sonando las campanas de alarma”, dijo el presidente Obama en su discurso ante la Asamblea General. “Nuestros ciudadanos siguen protestando; no podemos ignorar sus demandas.”

Los eventos de esta semana confirman que se le ha puesto oído a estas demandas. Los últimos días han demostrado que la acción climática está creciendo a todos los niveles de la sociedad.

Personal y miembros de NRDC marchan por la acción climática en Nueva York

El domingo 21 de septiembre, marché junto a unos 400,000 ciudadanos quienes buscaban comunicar su preocupación por el cambio climático y pedir que se tome acción al respecto. Muchos apoyan los proyectos solares, programas de compartir bicicletas, límites a la contaminación de carbono, y muchas otras soluciones para combatir la contaminación en sus comunidades y en todo el país.

Empresas, ciudades e inversiones limpias

El lunes, me uní a Desmond Tutu y representates de Rockefeller Brothers Fund, Generation Capital y el World Council of Churches para hacer un llamado a las instituciones financieras principales para que liquiden sus inversiones en compañías de combustibles fósiles. “La destrucción del ambiente terrenal presenta el desafío más grande de los derechos humanos de nuestros tiempos”, afirmó Tutu en un video en el que hace un llamado por ponerle fin a lo que calificó como “la era de los combustibles fósiles”.

Las empresas también están avanzando las soluciones climáticas, algunas apoyan un precio sobre la contaminación de carbono y otros gases, además de comprometerse a reducir sus propias emisiones. El CEO de Apple, Tim Cook dijo el lunes que la hora de quedarse de brazos cruzados ha pasado. Desde Apple y PepsiCo hasta Intel y Nike, las empresas están reconociendo que la parálisis frente al cambio climático no es buena para los negocios.

Muchos alcaldes están actuando también. Como parte de la Cumbre sobre el clima, los alcaldes de Los Angeles, Eric Garcetti; Filadelfia, Michael Nutter; y Houston, Annise Parker, anunciaron una agenda de acción sobre el clima a nivel nacional por los alcaldes para ayudar a las ciudades a establecer metas firmes para reducir las emisiones de carbono.

Estados Unidos se compromete

El martes, atendí las conferencias en las Naciones Unidas y escuché al presidente Obama poner en claro la disposición de Estados Unidos por combatir el cambio climático. Explicó como su gobierno ha emitido normas de ahorro de combustible que reducirán la contaminación de carbono de los carros nuevos por la mitad y le ahorrarán $80 mil millones al año en gastos de gasolina a los conductores para el año 2025. En junio, el gobierno de EE.UU. propuso, por vez primera, limites sobre la contaminación de carbono de las centrales, la mayor fuente de contaminación en el país.

Tomar medidas climáticas en sus fronteras le está ayudando a EE.UU. a ser un líder en este esfuerzo en el extranjero. El presidente se ha comprometido a ayudar a otras naciones a forjar resistencia contra el cambio climático y acelerar la adopción de energías limpias. Afirmó que EE.UU. y China tienen la obligación de conducir la acción como los principales productores de la contaminación. Pero hizo hincapié en que ninguna nación es inmune y nadie recibe un pase, todos deben tomar las medidas adecuadas.

La magnitud del cambio climático es tan inmensa que es imperativo abordarlo por todos lados a la vez, en nuestros vecindarios, empresas, ciudades y países alrededor del mundo y debemos hacerlo de inmediato.  

En su discurso, el presidente Obama señaló que: no podemos condenar a nuestros hijos a un futuro más allá de su capacidad para repararlo y mucho menos cuando contamos con los medios, la innovación tecnológica y la imaginación científica para empezar a repararlo desde ahora.

Sentí mi esperanza renovada al unirme a las 400,000 personas pidiendo acción climática el domingo. Si los ciudadanos y los líderes locales y nacionales seguimos elevando nuestras voces, podemos responder a la amenaza climática justo a tiempo.

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