Crisis nacional del agua potable, ni de grifo, ni embotellada

Les comparto este blog escrito por Mildred Real.

Agua Potable en Puerto Rico, la más contaminada de la nación y Florida, entre los estados más contaminados.

Ignoramos qué hay en el agua que bebemos, inclusive en la embotellada. Sin saberlo, al menos 1 de cada 4 habitantes del país asume el riesgo de beber agua "potable" insegura; según un estudio del Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales (NRDC, por sus siglas en inglés). Aunque la Agencia de Protección Ambiental afirma que el 90% de los sistemas de agua cumplen con los estándares de salud para la calidad del agua del grifo.

Este informe revive una preocupación de vieja data y de la que nadie quiere hablar. El agua llega contaminada por diversas razones y no estamos informados de ello. Alarma la proporción 1:4, aunque es meramente ilustrativa del promedio nacional. Si analizamos estado por estado, y más aún localidad por localidad; la proporción es más alarmante para un número significativo de habitantes. Caso de Puerto Rico, donde el 99.5% de sus habitantes recibió agua de sistemas que violaron consistentemente las normas.

En el país, el agua se considera potable si cumple con las normas de calidad del agua. El agua potable que recibimos por el grifo está regulada por normas de la Agencia de Protección Ambiental, y el agua embotellada la rige el Departamento de Salud. Ninguna de las dos agencias contempla la regulación de importantes contaminantes ni la evaluación y adecuación oportuna de las normas de agua potable segura.

Por definición, el agua potable es aquella apta para beber o preparar alimentos sin arriesgar la salud. Los estados con mayor cantidad de violaciones a las normas de agua potable son: Texas, Florida, Pennsylvania, New Jersey, Georgia, Washington, Ohio, California, Arizona, Kentucky, Wisconsin y Maryland.

¿Cómo puede el agua potable estar contaminada, si cumple con la ley?

Aunque se dice que la mayoría de los sistemas de agua cumplen con las normas; la inseguridad está generalizada, bien por violaciones de la ley como servir agua con concentraciones de contaminantes por encima de lo permitido; por la omisión de obligaciones como la de reportar las violaciones o realizar los muestreos, privando a los clientes del derecho a la información ó por vacíos en la legislación como falta de regulación de contaminantes como el cromo-6.

¿Por qué no estamos protegiendo el agua potable? ¿Cómo nos afecta la falta de evaluación de las normas? ¿Cuál es el problema de una infraestructura vieja? ¿Qué podemos hacer para protegernos? Entra en http://www.mildredreal.com para leer el articulo completo.