¿Qué es la adaptación climática? ¿Cómo América Latina la implementa?

Cuando llegue el próximo gran desastre climático y con el aumento de calentamiento global, ¿qué tan preparados y adaptables podremos estar?
An aerial view of Santiago, Chile.
Santiago de Chile
Credit: Natalia Catalina/iStock

Esta publicación es parte de una serie NRDC sobre adaptación climática. Puedes encontrar la publicación anterior aquí.

Cuando llegue el próximo gran desastre climático y con el aumento de calentamiento global, ¿qué tan preparados y adaptables podremos estar? 

Esta es la pregunta fundamental que los líderes y las comunidades deben responder en América Latina y por todo el mundo. 

La adaptación significa tomar medidas para vivir con los efectos del cambio climático. Esto se ve diferente según la comunidad, el país, o el continente. En algunos casos, la adaptación puede significar cambiar los cultivos que siembran los agricultores o desarrollar nuevos sistemas de riego. Idealmente, la adaptación nos permite ir más allá de simplemente sobrevivir la crisis climática a prosperar en un mundo fundamentalmente nuevo.

Como región, América Latina es altamente susceptible a los impactos del calentamiento global y los eventos climáticos extremos son cada vez más frecuentes y desastrosos. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estima que los daños en la región por los impactos climáticos, incluidas las sequías, las inundaciones y el aumento del nivel del mar, probablemente alcanzarán los $100 mil millones por año para 2050. Más del 50 por ciento de las poblaciones latinoamericanas residen en países con niveles altos o extremos a la vulnerabilidad climática. Con los impactos climáticos que se sienten en toda la región, las naciones latinoamericanas necesitarán implementar una variedad de técnicas resistentes al clima tanto en las comunidades rurales como en las ciudades en rápida expansión para abordar la sequía, la escasez de agua y la seguridad energética. 

En Chile, NRDC desarrolló un intercambio de webinars entre los Estados Unidos y Chile que se centra en las estrategias de adaptación de gestión del agua con expertos en ambos países. Chile es altamente vulnerable al cambio climático y ya padece una grave crisis de agua que afecta la salud, el saneamiento, la producción de alimentos y la energía. La situación actual requiere soluciones urgentes para garantizar que haya agua suficiente y segura para las comunidades, los ecosistemas y los usos productivos. Este intercambio de seminarios web espera destacar iniciativas y soluciones de políticas que promuevan el acceso seguro al agua para las personas y los ecosistemas en ambos hemisferios. 

A medida que América Latina se ocupa de la adaptación no solo frente al cambio climático, sino también a COVID-19, NRDC ha desarrollado una segunda serie de webinars llamado "Más allá de la pandemia: La urgencia de implementar soluciones hídricas en México y Chile", centrándose en los problemas del agua durante el pandemia. Los efectos del cambio climático exacerban los problemas de la gestión del agua, limitando el recurso escaso aún más. La urgencia de implementar soluciones que amplían el acceso al agua potable y mejoran la resiliencia de las comunidades en América Latina se ha vuelto aún más claro ante la contingencia actual. Expertos de la sociedad civil y del sector público y privado discutirán estas soluciones e innovaciones en el contexto de Chile y México en un webinar organizado por el Proyecto de América Latina de NRDC , la Unidad de Resiliencia del Gobierno Regional Metropolitano de Santiago, y la Oficina de Resiliencia Urbana (ORU) en México. El seminario en línea busca destacar la problemática que se vive actualmente en las zonas vulnerables con poco o sin acceso a agua potable segura y asequible, que ha sido exacerbada por COVID-19. En el fondo, la meta es analizar la brecha hídrica, discutir los aprendizajes y evaluar soluciones y mecanismos de implementación para abordar los desafíos en la gestión hídrica que ya enfrentamos bajo el cambio climático. El seminario en línea se divide en tres secciones que se llevarán a cabo cada dos semana: la primera sesión se enfocará en el rol del sector público, la segunda en el de los proveedores de agua potable rural y urbana, y finalmente la tercera sesión abordará las soluciones e innovaciones y los mecanismos de implementación para mejorar la resiliencia y suministro del agua a nivel local.

En México, los pastizales del Desierto Chihuahuense se enfrentan a numerosas amenazas, incluida la expansión de la agricultura industrial, la gestión deficiente del agua, el pastoreo no sostenible de ganado, las especies invasoras y los eventos climáticos extremos causados o exacerbados por el cambio climático. Los pastizales saludables son una parte importante de un ecosistema próspero para plantas, animales y personas. En los pastizales del Desierto Chihuahuense, la sobreexplotación de los acuíferos ha continuado a medida que los mismos se convierten en tierras de cultivo regadas con agua subterránea.  Trabajamos para crear conciencia sobre la necesidad de proteger este ecosistema crítico para proporcionar una mayor resistencia a la escasez de agua. 

A la izquierda hay una pradera saludable y próspera con sus muchas especies. A la derecha hay una pradera degradada y sobrepasada.
Credit: Madeleine Audsley

En términos de seguridad energética, NRDC se asoció recientemente con Resilient Power Puerto Rico para instalar una red de energía solar en la isla de Vieques, que fue especialmente afectada por el huracán María en 2017. Una instalación inicial de redes solares en un popular destino turístico, el Fortin Conde de Mirasol, colocó un sistema solar de batería que reducirá los costos eléctricos continuos y mantendrá el sitio operando con una capacidad limitada en caso de que ocurran interrupciones frecuentes en el servicio eléctrico. 

Muchas de las mismas vulnerabilidades que tiene América Latina ante el cambio climático, incluido el acceso al agua potable, hacen que la región sea especialmente vulnerable a COVID-19. Recientemente, algunos de los políticos, músicos, artistas y figuras influyentes de la región firmaron una declaración en un compromiso para el desarrollo sostenible que se centra en la adaptación al enfrentar la pandemia de COVID-19. La declaración, titulada "Principios para un futuro sostenible para América Latina en tiempos de crisis planetarias y pandémicas", fue redactada por líderes como el ex presidente de Chile, Ricardo Lagos, y el ex presidente de México, Felipe Calderón, así como ministros de Medio Ambiente, investigadores y representantes tanto del sector privado como de la sociedad civil. Según Manuel Pulgar Vidal, ex ministro de Medio Ambiente peruano, el nuevo coronavirus ha revelado cuatro acciones claves que los países deben tomar para crear más sostenibilidad en toda América Latina.

  1. Cambios en los comportamientos ambientales como la deforestación que conducen a este tipo de pandemia;
  2. Creación de más servicios sociales para la inclusión, en particular el acceso al agua y la conectividad;
  3. Crear una guía para respuestas adaptativas a desastres;
  4. Trabajar hacia un plan a largo plazo para una economía descarbonizada que tenga en cuenta el cambio climático.

Pulgar Vidal señala que la pandemia ha empujado a los líderes latinoamericanos a crear un plan ambicioso que intente unificar países con una amplia gama de diferencias sociales y económicas. "COVID-19 nos ha demostrado que la solidaridad regional Sur-Sur es fundamental para enfrentar las crisis y encontrar soluciones adaptativas", dijo.

América Latina ya ha tomado medidas importantes para la adaptación climática. Sin embargo, se necesita mucho más y COVID-19 tiene el potencial de obstaculizar los esfuerzos existentes. Será esencial que las naciones de América Latina trabajen juntas para aumentar la capacidad de la región para sobrevivir y prosperar frente al cambio climático.

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