Cómo ayudar a frenar el calentamiento global

La sanación de planeta comienza en las marquesinas, cocinas y comedores particulares.

A Black man is applying a role of weather tape to an exterior door of a home.

Weatherizing doors and windows by sealing drafts can make your home more energy efficient.

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Getty Images

Alrededor del planeta, cada vez son más los países que asumen mayor responsabilidad en la lucha contra el cambio climático. En la cumbre sobre el clima celebrada en el 2015 en París, 195 países se comprometieron a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, a fin de limitar el calentamiento futuro a no más de 2 grados Celsius.

El acuerdo nos encamina indudablemente en la dirección correcta. Pero hay que recalcar la importancia crítica del involucramiento ciudadano, o sea, las aportaciones de individuos como tú. “El cambio se consigue cuando el individuo se moviliza por sí solo”, asevera Aliya Haq, directora auxiliar de la iniciativa Plan para Energía Limpia del Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales. “Si no surge de la gente misma, no hay manera de lograr nada”.

La premisa es sencilla: el dióxido de carbono es el enemigo número uno del clima. La combustión de petróleo, carbón y fósiles genera, como efecto secundario, dióxido de carbono. Dichos materiales son sometidos a combustión para generar energía—la energía que consumimos todos para el funcionamiento de nuestros hogares, vehículos y aparatos electrónicos. Si controlamos nuestro consumo, controlaremos nuestra aportación al cambio climático, además de ahorrar dinero. He aquí 10 cosas que podemos hacer con total facilidad para que nuestra aportación a la solución sea eficiente:

1. ¡Alzar la voz!

¿Cuál es el mayor impacto que puede lograr alguien en la lucha contra el calentamiento global? “Hablar con familiares y amigos, y asegurarse que sus representantes estén tomando decisiones adecuadas”, contesta Haq. Al expresarnos en las redes sociales o, mejor aún, comunicarnos directamente con nuestros funcionarios electos, dejamos claro que nos preocupa el calentamiento del planeta. Hay que alentar al Congreso a que pase legislaciones que limiten las emisiones de gases de efecto invernadero y que exijan a las partes contaminantes pago por las emisiones que generen. “La razón principal por la cual un funcionario electo toma acción en cualquier tema difícil es que el electorado se lo exige”, asevera Haq. Puedes ayudar a proteger tierras públicas, a detener excavaciones petroleras en mar abierto y mucho más, aquí.

2. Cambiar a energía renovable en el hogar.

Opta por una compañía de la luz que genere al menos la mitad de su energía a través de fuentes renovables, como la energía solar o eólica, y que cuente con la certificación de Green-e Energy, una organización dedicada al escrutinio del mercado de energía renovable. De no tener esa opción, échale un ojo a la factura. Muchas de las compañías ahora incluyen en la factura y en las páginas web una lista de sugerencias para apoyar el desarrollo de energía renovable.

3. Sellar, aislar, impermeabilizar.

“Los sistemas de climatización son de lo peor en el consumo de energía”, establece Haq. De hecho, los acondicionadores de aire y sistemas de calefacción representan aproximadamente la mitad del consumo domiciliario de energía. Con sellar bien donde haya fugas de aire y aislar adecuadamente las estructuras, harás de tu espacio uno más energéticamente eficiente. Además, existen desgravaciones federales para llevar a cabo mejoras al hogar que resulten en mayor eficiencia energética.

4. Invertir en enseres energéticamente eficientes.

Desde su implementación a nivel nacional en el año 1987, los estándares de eficiencia para docenas de enseres electrodomésticos y productos han evitado la emisión de unos 2.3 mil millones de toneladas de dióxido de carbono, lo cual equivale más o menos a la misma cantidad de contaminación emitida anualmente por 440 millones de carros. “La eficiencia energética es la forma más sencilla y barata de reducir emisiones”, afirma Haq. Cuando haya que comprar un refrigerador, máquinas de lavar ropa u otro tipo de enseres, busca el sello de Energy Star. El sello te hará saber cuáles son los más eficientes.

5. Comerse la comida que se compra—y comprar menos carne.

Un 10 por ciento del consumo de energía en EE. UU. es a raíz de la cría o cultivo, el procesamiento, el empaque y el transporte de alimentos. Y alrededor del 40 por ciento de dichos alimentos acaban en vertederos. “El que bota menos comida está probablemente también botando menos energía”, asevera Haq. Y ya que la cría del ganado y el procesamiento de sus productos conlleva un consumo desproporcionalmente alto de energía, preparar comidas sin carne marca una gran diferencia.

6. Comprar un major tipo de bombilla.

Las bombillas de diodo electroluminiscente, mejor conocidas como LED, consumen hasta 80 por ciento menos energía que las bombillas incandescentes convencionales. Y además, salen más baratas a la larga, ya que una bombilla LED de 10 vatios vs. la bombilla tradicional de 60 vatios, te ahorrará $125 a lo largo de su vida útil.

7. Manejar vehículos eficientes.

Cualquier tipo de auto que consuma menos gasolina, ya sea un híbrido o un vehículo eléctrico, además de ahorrar gasolina te ahorrará dinero. Y una vez todo carro y camioneta ligera haya sido modificado para cumplir con los estándares pautados para el 2025, estándares que exigen un promedio de 54.5 millas por galón, dichos vehículos formarán el segmento principal de la industria automovilística. Y con razón: comparado con la flota nacional de vehículos en el 2011, cuyo consumo era de tan solo 28.3 millas por galón, la ciudadanía se ahorrará unos $80 mil millones en gasolina al año y, además, reducirá las emisiones automovilísticas a la mitad. Así que antes de comprar un carro nuevo, mejor comparar el desempeño en consumo de gasolina aquí.

8. Dar mantenimiento al vehículo.

Si todos los vehículos tuviesen las gomas llenas al nivel adecuado, nos ahorraríamos colectivamente unos 1.2 mil millones de gasolina al año. Un ajuste rutinario rinde beneficios desde un 4 hasta un 40 por ciento en el recorrido de millas por galón; y un filtro de aire nuevo te puede rendir un incremento de hasta 10 por ciento.

9. Replantearse vuelos, trenes y vehículos individuales.

Optar por vivir en ciudades y pueblos de crecimiento inteligente adaptados para peatones y con redes de transporte público de alta calidad, conduce a una reducción en el uso de vehículos individuales, menos dinero gastado en gasolina y menos contaminación atmosférica. Volar menos también marca una gran diferencia. “La transportación aérea es una de las principales fuentes de contaminación ambiental”, afirma Haq. “Si existe la opción de tomar un tren, mejor tomarlo”.

10. Contrarrestar tu huella de carbono.

Tienes la opción de contrarrestar tu propia huella de carbono mediante la compra de compensaciones climáticas, las cuales representan energía limpia que aportas a la red eléctrica nacional para sustituir energía derivada de la combustión de fósiles. Pero ojo: no todas las compañías de compensaciones son iguales. Haz investigación y encuentra al mejor suplidor.


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