California enfrenta una miríada de daños a la salud por el cambio climático

California simplemente no puede tomar un descanso de los extremos climáticos mortales. Una serie de tormentas se extendieron por todo el estado el fin de semana pasado, las cuales derribaron líneas eléctricas, convirtieron carreteras en ríos de barro y mataron a varios automovilistas. Antes de las tormentas, las preocupaciones sobre inundaciones y aludes originaron órdenes de evacuación para el área afectada por el incendio de Woolsey en noviembre de 2018, el séptimo incendio más destructivo registrado en el estado. California tiene una larga historia de incendios extremos, inundaciones, sequías y olas de calor. Pero a medida que la contaminación de carbono proveniente de los combustibles fósiles calienta nuestro clima, muchos de estos extremos climáticos son cada vez más frecuentes, más graves y representan un mayor riesgo para la salud.

NRDC examina esas amenazas a la salud con nuestro informe más reciente, “El cambio climático y la salud en California”. Este breve informe se elaboró durante casi un año, mientras luchábamos por mantenernos al día con un flujo constante de nuevos artículos de revistas científicas, de evaluaciones estatales del clima y las continuas tragedias relacionadas con el cambio climático.

California es un líder climático, con un impresionante conjunto de reglas y programas para limitar las causas fundamentales y los daños actuales del cambio climático. Por ejemplo, California tiene normas de seguridad que son únicas en el país para proteger a los trabajadores del calor intenso. Pero el estado está altamente expuesto a las amenazas climáticas simplemente por su ubicación, tamaño y geografía. California también es el estado más diverso racial y étnicamente de la nación, tiene algunas de las viviendas menos asequibles y con mayor hacinamiento, tiene una de las brechas más amplias entre ricos y pobres, y ocupa el décimo cuarto lugar en la tasa de desempleo. Esto es un problema, porque el cambio climático es lo que más perjudica a las personas que viven en disparidades raciales, demográficas y económicas.

La combinación de la alta exposición de California, la alta vulnerabilidad social y económica y la tendencia ascendente de la contaminación por carbono en el mundo significa que los daños a la salud ocasionados por el cambio climático se acumulan mucho más rápido de lo que el estado puede responder. Por ejemplo, nuestro nuevo informe encuentra que:

• La mayoría de los trabajadores agrícolas hispanos que ayudan a impulsar la industria agrícola de $50 mil millones de California tienen más probabilidades de sufrir enfermedades y muertes relacionadas con el calor, la escasez de agua durante las temporadas de sequía y de una infección micótica sensible al clima llamada fiebre del valle.
• Los adultos mayores en California, más de un 10 por ciento de los cuales viven en pobreza, pueden tener dificultades para salir de zonas peligrosas durante incendios e inundaciones y son especialmente vulnerables al calor extremo y al humo de los incendios forestales.
• Las comunidades urbanas de color de California tienden a vivir en los vecindarios más calurosos con la contaminación del aire más severa. Al mismo tiempo, pueden tener más dificultades para comprar un aire acondicionado, que puede ayudar a proteger contra el calor, la contaminación y el humo de los incendios forestales.

A pesar del liderazgo de California en la lucha contra el cambio climático, el estado experimenta una amplia y grave variedad de daños relacionados con el clima. El cambio climático no juega limpio ni respeta las fronteras estatales o nacionales. En todo caso, la situación climática actual del “estado dorado” es un recordatorio crítico de que la disposición del mundo para reducir las emisiones será la diferencia entre que nos hundamos o nademos.