El gobierno de Trump desecha las protecciones de agua limpia

La EPA y el Cuerpo de Ejército finalizaron su revocación de la Norma de Agua Limpia, poniendo en peligro el suministro de agua potable de millones de estadounidenses.

La Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA, por sus siglas en inglés) y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército revocaron hoy oficialmente la Norma de Agua Limpia, deshaciendo las protecciones críticas para arroyos, humedales y otros cuerpos de agua más pequeños en riesgo de contaminación. La nueva norma facilita que los perforadores de petróleo, sitios industriales, empresas inmobiliarias y otras entidades contaminen estas aguas.

“Los intentos descarados de la administración de Trump de recompensar a los contaminadores no tienen límites, por lo tanto, está revocando estas importantes protecciones sin tener en cuenta la ley o la ciencia sólida”, dice Jon Devine, director de política federal del agua en NRDC.

Aprobada en 2015, la Norma de Agua Limpia, también conocida como Aguas de los Estados Unidos, aclara qué cuerpos de agua están incluidos en la histórica Ley de Agua Limpia. Formaliza protecciones en casos menos claros, por ejemplo, para arroyos que solo fluyen cuando llueve pero que, sin embargo, son esenciales para la salud de los ríos, lagos y estuarios más grandes. También protege los humedales que no están directamente conectados a grandes cuerpos de agua. Los humedales cubren aproximadamente 110 millones de acres en los Estados Unidos continentales, filtran la polución de la escorrentía contaminada y reponen las aguas subterráneas. También juegan un papel clave en el ecosistema.

“La Norma del Agua Limpia representa una ciencia sólida y una política pública inteligente”, dice Devine. “Donde se ha aplicado, ha protegido importantes vías fluviales y humedales, brindando certeza a todos los interesados”. La Norma de Agua Limpia se basa en años de investigación: los funcionarios de la EPA y del Cuerpo del Ejército revisaron 1,200 publicaciones científicas y confirmaron que las corrientes y los humedales están conectados a las aguas abajo de maneras importantes.

“Esta acción sin fundamento es ilegal”, dice Devine, “y sin duda será impugnada en los tribunales”.