Algunos en el Senado votan por proteger a contaminadores

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Una mayoría en el Senado votó esta semana contra los intereses especiales rechazando la resolución de la senadora Lisa Murkowski (R, Alsaka) que proponía eliminar la autoridad de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) para controlar la contaminación del calentamiento global.

Incluso mientras el petróleo sigue fluyendo en el Golfo, Murkowski y otros 46 senadores, entre ellos el senador de la Florida, George LeMieux, votaron a favor de beneficiar a las grandes petroleras y contra la salud pública y nuestro bienestar económico.

El asalto al Acta de Aire Limpio de la senadora Murkowski proponía rechazar estudios científicos que demuestran el impacto que el dióxido de carbono produce a la salud humana, revertir el dictamen de la corte suprema que determinó que la EPA debe reglamentar los gases de invernadero y prohibir la reglamentación de los gases de combustión emitidos por los automóviles, revirtiendo también medidas para ahorrar 19 mil millones galones de gasolina.

En lugar de sacrificar estos ahorros de gasolina y permitir que las empresas contaminadoras se reglamenten a sí mismas, como la hacia la British Petroleum, el Senado afirmó que la EPA debe utilizar el mismo modelo que usó para reducir el plomo, la lluvia ácida y los productos químicos que crearon el agujero del ozono para controlar las emisiones de carbono.

Esto es lo que está pidiendo el público estadounidense. Una reciente encuesta de las universidades de Yale y George Mason muestra que un 77 por ciento de los estadounidenses apoyan la reglamentación el dióxido de carbono como contaminante.

Afortunadamente, la mayoría del Senado aun representa a el público en vez de los intereses de las grandes petroleras. Hoy el senado escogió la ciencia en vez de la política. Prefirieron proteger nuestra seguridad nacional en vez de los intereses de los contaminadores. Pero más que todo, votaron por proteger nuestros salud y el bienestar de nuestros hijos y el futuro de nuestras comunidades.

Estamos ya en el segundo mes del peor desastre ambiental en la historia de los Estados Unidos y este no es el momento de darle una ayuda a las grandes petroleras que aumentaría nuestra dependencia al petróleo. Y la propuesta de Murkowski hubiera hecho precisamente eso: sacrificando ahorros de combustible equivalentes a 455 millones de barriles de petróleo que si calculamos que cada galón de gasolina nos cuesta un promedio de 3 dólares no hubiese costado más de $57 millones de dólares.

Considerando estos costos y el impacto que están sufriendo las comunidades costeras de la Florida por el derrame de crudo, es difícil comprender como el senador LeMieux voto a favor de los intereses especiales en vez de proteger a la gente de la Florida.

Este no es el momento para proteger a los contaminadores. Lo que necesitamos ahora es liderazgo que proteja nuestra salud y nuestro medio ambiente, y que impulse nuestra economía en vez de garantizar mayores ingresos a empresas contaminadoras. Necesitamos que el Senado apruebe legislación de energía limpia y clima que nos lleve hacia un futuro de energía limpia, sana y segura y renovable y que genere buenos empleos que nos beneficien a todos.

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