Chile pone el ejemplo en eficiencia - Por Larry Coben

Aquí les comparto un excelente blog por Larry Coben.

Si Se Puede: Cada Chileno Puede Enroscar una Bombilla Fluorescente Compacta (y ya lo hacen) - por Larry Coben

No existe energía más limpia, más barata  ni más segura que la energía que no utilizamos. Se ha escrito mucho acerca del ahorro que se puede alcanzar al remplazar las bombillas incandescentes tradicionales con bombillas fluorescentes compactas. La Unión Europea ya eliminó la venta de bombillas incandescentes en muchos de sus países miembros. Sin embargo, aquí en los EEUU  la tasa de penetración en el mercado de las bombillas fluorescentes compactas es limitada, aunque esta aumentando. ¿Por qué? Su precio parece ser el obstáculo más grande, una bombilla fluorescente compacta cuesta 3 a 5 veces más que una bombilla incandescente comparable, a pesar de ser mucho más eficiente  y durar diez veces más.  Los consumidores se quejan de la calidad y color de la luz, y no están convencidos del ahorro energético ni de los beneficios ecológicos del producto.

Mientras tanto, en Chile, un nuevo programa de eficiencia energética del gobierno se enfoca en incrementar el uso de las bombillas fluorescentes compactas y ha logrado una reducción de más de 20% en el consumo eléctrico residencial. Esto no es un error de imprenta - veinte por ciento.  ¿Cómo lo lograron? Es simple - ¡regalaron las bombillas!  Clientes de bajos ingresos recibieron gratis una bombilla eficiente por cada bombilla incandescente que entregaron a su compañía de electricidad, mientras que aquellos con mayores ingresos pudieron comparar las bombillas al precio de coste.

Todos los ejecutivos de compañías de electricidad con quien hablé señalaron al nuevo programa de bombillas eficientes como el único o principal factor determinante de este ahorro extraordinario. El crecimiento económico de Chile en el año 2008 fue un relativamente sólido 3.4%, por lo que la disminución en el uso de electricidad no fue el resultado de una desaceleración económica ni de una recesión.

Gracias a este programa, ahora se utilizan más  de 16 millones de bombillas eficientes  en Chile, aproximadamente una por habitante. Suponiendo que una bombilla incandescente de 60 vatios es reemplazada por una bombilla eficiente utilizada seis horas al día, esto significa un ahorro energético anual de 1,6 mil millones de kilovatios hora - suficiente para cerrar una planta de carbón de carga base de 300 MW (o no construir una nueva como la propuesta en la Patagonia). Mientras que las bombillas cuestan unos $20 millones, una planta nueva costaría $600 millones.

Imagínese un programa similar en los EEUU, con población de 300 millones, y cada persona reemplazando una bombilla incandescente con una eficiente. Podríamos ahorrar 30 mil millones de kilovatios hora por año, esto es equivalente a unos 5.000 megavatios de carga base sucia.  Esto significa casi $10 mil millones en plantas nuevas que no necesitaríamos construir y emisiones evitadas. Dado que en  EEUU se utilizan muchas más bombillas por persona que en Chile, fácilmente se podría lograr una tasa de penetración de mercado de 2, 3 o 5 bombillas eficientes por persona. Muchos de nosotros dejamos nuestras luces encendidas más de 6 horas al día, por lo cual los ahorros de los EEU podrían llegar a ser equivalentes a $50 mil millones o más en plantas no necesarias, sin hablar de las emisiones que resultarían de su operación. Esto es suficiente electricidad para suplir las necesidades residenciales de unos 12 millones de hogares, o unas 30 millones de personas.

La energía más limpia, ecológica, barata y segura es la energía que no utilizamos. La evidencia de Chile demuestra los ahorros. Podemos y debemos implementar un programa par llevar bombillas eficientes a cada hogar -- ¡sí se puede!