
Hoy la Agencia para la Protección Ambiental (EPA) adoptó históricas salvaguardias contra el mercurio y otra contaminación tóxica en el aire. Estas normas ayudarán a proteger a nuestros hijos de un mayor riesgo de daño cerebral, parálisis cerebral y otros problemas neurológico y de desarrollo.
Uno de los más peligrosos de estos contaminantes es el mercurio, una neurotoxina que daña los cerebros y sistemas nerviosos de los fetos y los niños pequeños en desarrollo. Exposición al mercurio puede resultar en retrasos del desarrollo, retrasos del lenguaje y del habla y otros problemas de lenguaje, inteligencia reducida, problemas con habilidades motoras y otros problemas de salud.
La norma de mercurio y sustancias tóxicas en el aire o MATR (por sus siglas en ingles) es una nueva medida importante para proteger a los niños y a las familias de las emisiones contaminantes provenientes de las plantas de generación de energía como el mercurio, las sustancias tóxicas y otras.
Como madre de dos niños pequeños estoy sumamente agradecida por esta importante acción. Nada es más devastador para una familia que tener un hijo que sufra de daño cerebral que se hubiera podido evitar. Por suerte, esta norma protegerá a nuestros niños mientras también ayudar a prevenir miles de muertes prematuras, ataques al corazón, y graves enfermedades respiratorias, previniendo que muchas familias que ya están pasando dificultades económicas tengan que enfrentar enormes costos de salud costos, días de trabajo perdidos y mucho sufrimiento.
Esta histórica norma beneficiará a las familias latinas en todo el país quienes ahora evitarán los efectos nocivos de estos contaminantes tales como las enfermedades respiratorias, problemas de desarrollo y ataques al corazón.
Esta regla protege nuestra salud mientras también crea miles de empleos en la fabricación, ingeniería, instalación y mantenimiento de los controles de la contaminación para cumplir con estas normas, incluyendo potencialmente 46.000 empleos de construcción a corto plazo y 8.000 empleos a largo plazo con las centrales eléctricas, protegiendo la salud pública y garantizando un futuro más brillante para nuestras comunidades.
Con todos estos efectos perjudiciales para la salud es difícil entender como nos ha tomado una década obtener estas protecciones. Sin embargo, los ataques contra esta norma sorprendentemente han sido apoyadas por muchos republicanos en el Congreso. De aquellos que se oponen aun tengo que preguntar, ¿exactamente qué nivel de retraso en el desarrollo de sus hijos o nietos les parecería aceptable para justificar la oposición a estas importantes protecciones?
Cada año las nuevas reglas para controlar la contaminación tóxica de aire de la EPA evitarán 11.000 muertes prematuras, 4.700 ataques al corazón, 130.000 casos de asma infantil y 6.300 casos de bronquitis aguda mientras se evitan también la exposición al mercurio a niños que pueden afectar sus cerebros en desarrollo, su capacidad para caminar, hablar, leer y aprender.
Esta norma es especialmente importante para la comunidad Latina porque según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en ingles), los niños latinos tienen mayores niveles de mercurio en sus cuerpos en comparación con los niños blancos no hispanos. Considerando que un 39 por ciento de los latinos viven a 30 millas o menos de una central eléctrica, el control de las emisiones es una salvaguardia críticamente necesaria y bienvenida.
Voces Verdes con numerosas organizaciones latinas han expresado su gratitud por estas importantes normas. Rafael Fantauzzi, Presidente de la Coalición Nacional Puertorriqueña (NPRC) y Director de la Coalición Nacional Latina sobre el Cambio Climático (NLCCC) dijo:
"Las organizaciones miembros de la NLCCC representan muchas familias latinas que viven cerca de plantas de energía que emiten peligrosas sustancias tóxicas al aire que respiramos. El mercurio es una de las principales causas de defectos de nacimiento prevenibles en los niños como daño cerebral, parálisis cerebral y otros problemas de desarrollo. [Necesitamos] ... que esta importante protección permanezca en pie para proteger a nuestros hijos."
Hay unas 1.350 unidades que queman carbón y petróleo en 525 centrales eléctricas por todo el país. Estas son las mayores fuentes industriales de mercurio en los Estados Unidos y emiten aproximadamente 80 contaminantes tóxicos como el arsénico, el plomo y otros metales pesados y gases ácidos. No sólo envenenan el aire que respiramos sino que también contaminan nuestros lagos, ríos y arroyos y el pescado que comemos que proviene de estos cuerpos de agua. Incluso aquellos que se sienten inmunes porque no viven cerca a una planta de energía sucia todavía pueden estar en peligro si comen pescado contaminado.
La realidad es que no importa quién eres o donde vives, no podemos seguir sacrificando la salud de nuestras familias y comunidades para proteger los intereses de los contaminadores. Han tenido una década para cumplir con las normas y si no están listos es culpa de ellos. Nuestros hijos no deben pagar por su falta de planificación adecuada y su decisión de hacer caso omiso de la salud del público.
Una norma verdaderamente protectora contra el mercurio y otras sustancias tóxicas en el aire reducirá las emisiones y ayudará a que los niños a través del país eviten los retrasos de aprendizaje y defectos de nacimiento prevenibles y a tener un futuro más brillante, sano y productivo. Ya es hora que pongamos a los intereses del público antes de los intereses políticos.