Tragedia en el Golfo por Sarah Chasis, Directora, Programa de Océanos

Les comparto un blog de Sarah Chasis – Directora, Programa de Océanos

Las perforaciones mar adentro en busca de petróleo es trabajo peligroso, como nos lo muestra la tragedia en el Golfo de México. Nuestros corazones están con las familias de las víctimas que murieron en la explosión de la plataforma de Deepwater Horizon.

Lamentablemente, esta tragedia crece más y más cada día. Más de 200.000 galones de petróleo contaminan el golfo a diario y un desastre ambiental se desarrolla ante nuestros ojos. Se espera que el derrame alcanzara la costa este fin de semana.

La producción pesquera en el Golfo de México es entre las más productivas del mundo.  El Departamento de Vida Silvestre y Pesca de Luisiana (LDWF por sus siglas en inglés) calcula que al menos 400 especies que se enumeran en la Ley de Especies en Peligro de Extinción podrían verse afectadas por el derrame de petróleo, tales como, el cachalote, manatí y alcatraz.

El crudo puede persistir en el entorno por mucho tiempo después de un derrame. Esta exposición prolongada al petróleo podría provocar graves impactos en las economías costeras de la región del Golfo.  Aquellos que dependen de los recursos del Golfo de México para sobrevivir están a la espera y preocupados. La industria pesquera de Luisiana es la segunda más grande del país, produciendo de un 20% a un 25% de los mariscos nacionales en los 48 estados. Alrededor de un tercio de las ostras del país provienen de aguas de Luisiana. El estado es también un importante productor de camarones.

Florida, cuya costa también se ve afectada por el derrame, depende mucho del turismo y la recreación y las perdidas a causa del derrame podrían ser de miles de millones de dólares en ingresos relacionados con el turismo.

El mes pasado, la administración Obama anunció su intención de abrir nuevas regiones para la perforación en alta mar, incluidas las aguas federales a lo largo de la costa este de los EE. UU. desde Delaware hasta Florida, en el este del Golfo de México y en el Océano Ártico de Alaska. Durante su discurso, el presidente Obama nos aseguró que estas nuevas perforaciones se harían "en formas que protejan a las comunidades y las costas".

Está muy claro que todavía no sabemos cómo proteger adecuadamente a las comunidades y las costas de las peores consecuencias de los accidentes de perforaciones en mar adentro. Desde la tecnología defectuosa hasta un sencillo error humano, o insuficientes y potencialmente perjudiciales técnicas de limpieza, con este desastre hay prueba de que necesitamos preguntarnos lo que realmente se necesita para perforar con seguridad fuera de nuestras costas.

Por eso hacemos un llamado a la Administración de Obama que suspenda planes para proceder con nuevas perforaciones mar adentro hasta que realmente tengamos una plena comprensión de los riesgos ambientales de las perforaciones en zonas sensibles y ecológicamente importantes en estas regiones, y sepamos cómo hacer la perforación costa afuera de una manera ambientalmente y socialmente responsable.

Mientras definimos eso, debemos seguir adelante con una  política detallada de energía limpia y clima que invierta en eficiencia energética y el desarrollo de la energía renovable, en conjunto con la energía renovable y limpia que está disponible frente a nuestras costas.

El Senado tiene la responsabilidad de construir un futuro de energía limpia para nuestra nación sin sacrificar nuestros océanos, las costas, los ecosistemas y los ingresos que mantienen a nuestra economía en pie. Es hora de encaminar a los Estados Unidos hacia un futuro de seguridad económica, ambiental y de seguridad nacional.