La evaluación de los impactos ambientales de HidroAysén sigue, pero todavía no será suficiente

En el día 28 de octubre, HidroAysén –la empresa que propone un esquema hidroeléctrico gigantesco en la Patagonia de Chile– inició la siguiente fase de la revisión ambiental al responder las 1.114 críticas que las agencias estatales presentaron en torno a su evaluación de los impactos ambientales durante la última fase en el otoño de 2009. El próximo mes, la autoridad regional del medio ambiente decidirá si aprueba o no el proyecto, requerir más información, o rechazarlo por completo. Es casi seguro que los últimos documentos emitidos por HidroAysén no proveerán la información suficiente para justificar su aprobación o cumplir con los estándares internacionales, y en ese caso, debe ser rechazado.

Las dos empresas de energía más grandes de Chile, Endesa Chile y Colbún, primero presentaron la Evaluación de los Impactos Ambientales (EIA) para su empresa en participación, HidroAysén, en agosto de 2008. Se proponen construir cinco represas en dos de los ríos más caudalosos y vírgenes de la Patagonia, el Baker y el Pascua. Esta planta hidroeléctrica de 2.750 MW, también requeriría una larga línea de transmisión de 2000 km para llevar esta producción y suplir la demanda al norte del país. La línea necesitaría una ruta de servicio de 100 metros a lo ancho recorriendo por debajo a lo largo de la línea, atravesando parques nacionales, áreas protegidas, las diferentes regiones administrativas y un sinnúmero de propiedades privadas. La construcción de las presas también incluiría proyectos a menor escala, tales como puertos costeros, una sexta presa más pequeña que generará energía para propósitos de construcción, kilómetros de nuevas carreteras, una planta de saneamiento y mucho más.

La gigantesca EIA de10.000 páginas de HidroAysén fue criticada duramente por el público y los organismos estatales, que en conjunto mostraron disconformidad y críticas a la falta de información y datos fundamentales correctos en el documento. El proyecto debió ser rechazado en el acto. En cambio, la Comisión Regional del Medio Ambiente pidió a la empresa presentar información adicional refiriéndose a esas observaciones. Así que, en octubre pasado, HidroAysén presentó lo que llamaron una "Adenda" a la EIA. Este acto fue criticado nuevamente por los organismos de las mismas faltas, el cual he descrito aquí. Una vez más, el proyecto no fue rechazado, al carecer de información suficiente y fundamental. Nuevamente, la Comisión solicitó más información. ¿Ven un patrón aquí?

La última emisión de ayer, llamada la “Segunda Adenda”, debe responder a estas preguntas. Sin embargo, el alcance de las fallas de la EIA hasta la fecha, y los elementos que se han omitido hasta ahora, hacen que sea virtualmente imposible para HidroAysén cubrir todas estas fallas en el documento de 1400 páginas que se presentó ayer. La mayoría de los problemas con la evaluación de los impactos ambientales son:

  • La omisión por completo de los impactos ambientales de la línea de transmisión. De acuerdo con las normas internacionales, las represas y las líneas son dos componentes del mismo proyecto, y deben ser evaluados como tal. Sin embargo, HidroAysén no incluiyó los impactos de esta línea en el proceso de revisión de su proyecto en conjunto.
  • La identificación errónea de los datos científicos básicos y fundamentales, como los datos de referencia, el tipo de roca en la que las presas serian construidas, las zonas de inundaciones y más.
  • El plan inadecuado para el manejo forestal y la deforestación, el cual es un nuevo estudio del Centro de Investigación Científica en la Patagonia que lo describe en detalle.
  • La falta de una descripción de los costos y beneficios del proyecto, lo que justificaría su construcción y describiría la necesidad de la producción de las presas. Un estudio técnico de 2009 demostró que la generación de HidroAysén, simplemente, no es necesaria para la seguridad de un futuro energético del país, pero la empresa nunca ha respondido a estas observaciones.
  • La falta de considerar otras alternativas para esta planta, tales como la alternativa de “ninguna opción”, que es estándar en los procesos de EIA en otros países desarrollados. Como nuevo país miembro de la OCDE, Chile debe utilizar los mismos estándares que sus compañeros. Otro tipo de tecnologías, como las energías renovables no convencionales y de eficiencia, pueden cumplir con mejor eficacia la producción estimada de las presas, un estudio de 2008 encontró que estos dos sectores podrían satisfacer más del 70% de las necesidades del país, sin los mismos impactos ambientales.
  • La preocupación por los efectos potenciales del cambio climático sobre las represas, en particular la creciente incidencia de las inundaciones de origen glacial de los lagos, que pueden poner en peligro la integridad y el funcionamiento de las represas. Un reciente simposio en Santiago con expertos internacionales destacó la urgencia de lograr un mejor entendimiento de estos fenómenos y otros peligros glaciales antes de avanzar con proyectos de infraestructura en la región.

Estas inquietudes son parte de los aspectos más básicos de la calidad de la EIA. Y ninguno está documentado en la evaluación de HidroAysén. Hasta ahora, las agencias estatales han trabajado admirablemente al identificar las deficiencias del documento. Las agencias y la Comisión analizarán la última evaluación de los impactos ambientales en las próximas semanas. HidroAysén, sin duda, estará presionando para la aprobación de su propuesta. Sin embargo, estos organismos deben mantenerse firmes frente a la creciente presión política para aprobar estas represas.

Por el contrario, si la evaluación de los impactos ambientales presentada ayer todavía no proporciona la información suficiente y fundamental para merecer su aprobación, las autoridades no deben otorgar a la empresa más tiempo. Si, después de más de dos años, HidroAysén todavía no puede corregir sus errores, este proyecto masivo y destructivo debe ser rechazado por completo.