El futuro del sector energético de Chile corresponde a las energías renovables, según nuevo informe

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El Centro de Energías Renovables de Chile lanzó recientemente su informe anual de 2013, y los números envían un mensaje claro: el sector de energía renovable no convencional (ERNC) en Chile es donde está la acción. Mientras que proyectos convencionales de carbón y las grandes centrales hidroeléctricas quedan paralizados en las apelaciones judiciales y las revisiones administrativas, los desarrolladores están avanzando con proyectos solares, eólicos y otros con gran entusiasmo. Si el nuevo gobierno puede ayudar a eliminar algunos de los obstáculos que impiden el crecimiento de las energías renovables no convencionales, podemos esperar que estos números sean aún más altos el próximo año, demostrando que el futuro del sector energético de Chile está en la energía limpia, sustentable y renovable.

Según el informe del Centro de Energías Renovables, a finales del año pasado hubo un total de más de 18 GW de capacidad de ERNC en Chile entre  los proyectos que estaban en operación, en construcción, aprobados y en tramitación. Esta cifra significa un crecimiento del 39 por ciento sobre el ya impresionante total de casi 11,5 GW de 2012. Para poner esto en perspectiva, los dos matrices principales de Chile (que cubren más del 99 por ciento de la generación energética del país) tienen una capacidad instalada combinada de aproximadamente 17,5 GW. Así que a finales de 2013 la capacidad combinada de todos los proyectos de energías renovables no convencionales en operación, construcción o en tramitación era más que la capacidad instalada de las redes existentes. Eso es notable. Aquí está un gráfico que resume algunos de los resultados de los informes anuales de 2012 y 2013:

Fuente: Centro de Energías Renovables

Los beneficios de un sector de ERNC en crecimiento no se limitan sólo a los desarrolladores de proyectos. Al contrario, un informe reciente realizado por los expertos internacionales de PricewaterhouseCoopers (nota: el informe fue apoyado por NRDC y la Asociación Chilena de Energías Renovables) demostró que un futuro con más energía renovable no convencional podría generar 7.769 empleos más para Chile y contribuiría $2,246 mil millones de dólares más al PIB de Chile que un escenario “business as usual,” y tendría la ventaja adicional de evitar emisiones perjudiciales a la salud y al clima. En conclusión, los resultados mostraron que un futuro con mayor generación eléctrica a base de ERNC resultará en mejoras en la calidad de vida de los chilenos.

Mientras tanto, muchos de los grandes proyectos de energía convencional en Chile están encontrando problemas durante su tramitación, ya que las autoridades administrativas y judiciales tienen que revisar las numerosas apelaciones presentadas por comunidades aledañas y grupos ambientales. Por ejemplo, el masivo proyecto termoeléctrico Castilla es emblemático de esta situación. Por mucho tiempo el proyecto de 2.100 MW parecía inevitable y sus proponentes afirmaron que era necesario para satisfacer la demanda energética de la industria minera en el norte de Chile. Aunque el proyecto recibió su aprobación ambiental de  las autoridades locales en 2011, la Corte Suprema canceló esta aprobación en el año 2012 y el proyecto parece haber desaparecido.

Otro ejemplo clave es HidroAysén, una central hidroeléctrica de 10 mil millones de dólares, que pretende construir cinco mega-represas en dos de los ríos más salvajes de la Patagonia Chilena. Las represas recibieron su aprobación en 2011, y en 2012 la Corte Suprema confirmó la aprobación frente a varias apelaciones. La mayoría de los chilenos se oponen al proyecto (62 por ciento, según la última encuesta), e incluso uno de los dos propietarios de HidroAysén, la compañía eléctrica chilena Colbún, recomendó paralizar el proyecto a mediados de 2012 debido a la falta de un consenso político y social. La semana pasada el Comité de Ministros, la autoridad administrativa más alta del país, anunció que   decidirá sobre el futuro del proyecto en mayo – algo sobre cual la compañía no está contenta, dada la opinión de la presidenta chilena Bachelet que el proyecto " no es viable.”

Por supuesto, no todos los proyectos de energías renovables no convencional llegarán a la fase operativa. Quedan muchos obstáculos que este sector tendrá que superar para competir en condiciones de igualdad con las energías convencionales. Por ejemplo, el proceso de licitación de los contratos de compra del largo plazo es favorable a los proyectos de energías convencionales, y sin contratos firmados es más difícil para los desarrolladores de ERNC conseguir financiamiento para sus proyectos. La industria de la energía geotérmica, en particular, se enfrenta obstáculos tales como un período de construcción más larga y mayores costos por adelantado durante la fase de perforación.

Si el nuevo gobierno, bajo el liderazgo de la presidenta Bachelet y el ministro de Energía Pacheco, logra resolver algunos de estos obstáculos, ayudará a abrir el potencial extraordinario del sector de energía renovable no convencional y dirigir a Chile hacia un futuro de energía más estable, sostenible y moderno.