Acciones impostergables en la Cumbre de la Tierra de Río+20: eliminar los subsidios para los combustibles fósiles y proteger nuestros océanos

Hace veinte años los mandatarios del mundo se juntaron en Río de Janeiro y por primera vez acordaron proteger el ambiente, preservar la biodiversidad y luchar contra el cambio climático. Esta semana, en la Cumbre de la Tierra de Río+20, las naciones del mundo deben definir las acciones específicas que tomarán para cumplir con estos objetivos. Esta Cumbre de la Tierra también está dando un voz a ciudadanos de todo el mundo que piden acción por parte de sus gobierno y exigen liderazgo en temas fundamentales como la necesidad de eliminar subsidios para energías contaminantes y proteger nuestros océanos. Estas son acciones necesarias e impostergables si los mandatarios que se reunirán en Río esta semana desean garantizar el futuro bienestar de sus ciudadanos y del planeta. No pueden permitirse desaprovechar esta oportunidad histórica para crear el mundo más limpio, saludable y justo que todos queremos.
Durante los últimos meses representantes de cada país han estado trabajando para finalizar un texto final oficial que aborda los temas centrales de Río+20, entre ellos la economía verde y la protección de los océanos. Pero el resultado más importante de Río+20 no será un texto negociado. Más bien, durante esta Cumbre de la Tierra esperamos ver cientos de compromisos y acciones concretas sobre temas como el cambio climático y la energía, los océanos, y la necesidad de crear empleos verdes – especialmente parea los jóvenes que heredarán el mundo que se está definiendo en Río. Estas acciones concretas serán el legado más importante y duradero de la Cumbre de la Tierra de Río+20.
Hay dos acciones que se necesitan con particular urgencia en Río+20:
- Eliminar los subsidios para los combustibles fósiles
Las emisiones que provienen de las energías sucias como el petróleo y el carbón contribuyen al cambio climático, contaminan el aire y el agua, y son nocivas para nuestra salud. A nivel mundial se otorgan unos $800 mil millones de dólares o más en subsidios para la producción y el consumo de estos combustibles. Estos subsidios son malos para el ambiente, nuestra salud y la economía. En Río+20 los gobiernos deben comenzar a tomar pasos concretos para poner fin a este gasto público irresponsable.
La eliminación gradual de estos subsidios es un paso indispensable en la lucha contra el cambio climático por que reduciría las emisiones que causan el calentamiento global. También permitiría que los países desarrollen las alternativas energéticas que necesitamos para el siglo XXI: alternativas como la energía solar, eólica y geotérmica que son fuentes renovables, eficientes y limpias. Estos son recursos que existen en abundantes cantidades en Latinoamérica y la región debe saber aprovecharlos.
Eliminar los subsidios para combustibles fósiles es una acción viable y no debe ser una decisión difícil para los gobiernos – más bien es un decisión impostergable. Cincuenta y tres países ya han reconocido la necesidad de reducir estos subsidios – sin embargo hasta el momento hemos visto pocas acciones concreta. En la Cumbre de la Tierra eso debe cambiar. Alrededor del mundo los ciudadanos están exigiendo una transición hacia fuentes energéticas más limpias y sostenibles. Los gobiernos deben responder a estas peticiones y tomar pasos concretos para poner fin a estos subsidios que son malos para el planeta y la economía.
- Proteger nuestros océanos
Otra prioridad urgente en Río+20 es la protección de nuestros océanos. Las playas hermosas que rodean la ciudad de Río de Janeiro deberían recordarnos que es absolutamente indispensable actuar con firmeza para proteger nuestros recursos marinos.
En particular es imprescindible abordar la crisis de la contaminación marina. La contaminación de nuestros océanos tiene efectos devastadores para la vida marina, pero también puede resultar en graves problema para la salud humana. En particular debemos poner fin a la contaminación marina por desechos de plástico – que representan entre 60% a 80% de la basura en los mares. En la Cumbre de la Tierra los gobiernos y los ciudadanos pueden poner fin a este problema al reducir la cantidad de plásticos que se utiliza –en particular productos de un solo uso como las bolsas o las botellas de plástico, aumentar y mejor sistemas de reciclaje, y exigir que las compañías reduzcan la cantidad de desechos de plástico que generan.
Hace veinte años los gobiernos del mundo reconocieron que para garantizar el bienestar de la humanidad es necesario proteger el ambiente. Ahora en la Cumbre de la Tierra de Río+20 necesitamos ver las acción concretas que nos permitirán cumplir con este objetivo – esta vez no tenemos veinte años más.