Desarrollo costero masivo propuesto nuevamente cerca del Parque Nacional Cabo Pulmo

OctavioAburto5.jpg

Por tercera vez regresó la amenaza del desarrollo costero a gran escala al Parque Nacional Cabo Pulmo, una de las reservas marinas más saludables del mundo y que alberga un sistema de arrecifes de coral de importancia crítica. La nueva propuesta para un  mega-resort, ahora llamado "Cabo Dorado", se plantea para los mismos predios donde en su momento se planeó el desarrollo de Cabo Cortés. Esta nueva propuesta  no parece ser  muy diferente a las versiones anteriores, lo cual puede indicar que los frágiles arrecifes de coral de Cabo Pulmo y los recursos hídricos de las comunidades aledañas nuevamente podrían estar en peligro.

El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA ) anunció que solicitará formalmente una consulta y  reunión pública para garantizar que la población esté debidamente informada acerca de los planes del proyecto y los posibles impactos sociales y ambientales.  Por el momento esto son algunos datos sobre Cabo Dorado:

  • Se propone el proyecto de 3.770 hectáreas en los mismos  predios –al norte y adyacente a la reserva de Cabo Pulmo –  donde se planteó primero el proyecto Cabo Cortés y luego el proyecto  Los Pericúes.
  • Esta nueva versión del mega-resort se construiría en cinco fases, a un costo de por lo menos 3.600 millones de dólares.
  • El proyecto incluiría el equivalente de 22.500 habitaciones distribuidas entre 9 hoteles y más de 6.000 viviendas.
  • Contaría con dos campos de golf, instalaciones deportivas, clubes de playa y un acueducto de 14 kilómetros además de otras instalaciones e infraestructura. También se propone la construcción de una nueva pista de aterrizaje en el sitio.
  • Un proyecto de esta magnitud y alcance generaría 711.900 kilogramos de residuos al día y podría extraer hasta 4,8 millones de metros cúbicos de agua de uno de los acuíferos locales de esta zona árida.
  • Además de la proximidad a los frágiles arrecifes de coral de Cabo Pulmo, y la vida marina que estos sostienen, los predios donde se ubicaría el proyecto son hábitat de 26 especies consideradas en riesgo por las leyes mexicanas, incluyendo especies de plantas endémicas y tortugas marinas en peligro de extinción.

A diferencia de las propuestas anteriores, esta versión del proyecto no incluye una marina ni una planta desaladora. Sin embargo, la magnitud de la propuesta es preocupante considerando la cercanía de la reserva marina de Cabo Pulmo, un sitio reconocido como Patrimonio Mundial por la UNESCO y como Humedal de Importancia Internacional bajo la Convención de Ramsar. De hecho, en noviembre de 2011 representantes de ambas organizaciones internacionales visitaron el sitio para evaluar el impacto potencial de Cabo Cortés, el proyecto original. En un informe conjunto emitido tras la visita, dichas instituciones  recomendaron que México considerase la restricción en el futuro del desarrollo turístico a gran escala en los alrededores del parque para evitar riesgos por  impactos acumulativos.

UNESCO y Ramsar no son las únicas entidades que se han pronunciado sobre el riesgo que supone el desarrollo a gran escala en la región. Incluso después de cancelarse la autorización de Cabo Cortés, en el Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN celebrado en septiembre de 2012 se emitió una resolución que instaba a México a garantizar la protección de Cabo Pulmo frente a aquellos proyectos que pueden representar un riesgo para su conservación, incluidos los desarrollos turísticos e inmobiliarios a gran escala.

Además, el año pasado la Comisión Norteamericana para la Cooperación Ambiental (CCA ) acordó considerar una petición ciudadana presentada por once grupos de México y Estados Unidos, entre los que se incluía NRDC, que ponía de relieve cuatro casos  de centros turísticos de gran escala propuestos en el Golfo de California – incluyendo Cabo Cortés –  que recibieron autorizaciones claves a pesar de contar con manifestaciones de impacto ambiental débiles que no cumplían normativas mexicanas al no tomar en cuenta la mejor información técnica y científica disponible. Posteriormente, en  febrero del presente año, 27 destacados científicos internacionales instaron a la CCA a investigar el asunto más a fondo con el fin de ayudar a fortalecer el proceso de revisión de impacto ambiental en México y poder evitar situaciones similares.

Afortunadamente, el proyecto de Cabo Cortés fue finalmente detenido por el ex presidente Calderón en junio de 2012, pero el hecho es que la propuesta nunca debería haber avanzado tanto. Ahora, con esta nueva propuesta de proyecto para la zona adyacente al Parque Nacional Cabo Pulmo es absolutamente imprescindible que las autoridades mexicanas aseguren que la historia no se repita. Un proyecto que pondría en peligro a los frágiles ecosistemas terrestres y marinos cercanos a Cabo Pulmo y las comunidades aledañas  no debería avanzar como lo hizo Cabo Cortés.

Esta vez, con Cabo Dorado, las autoridades mexicanas pueden hacer las cosas bien desde el principio al escuchar a los grupos con mayor conocimiento de  la zona: las comunidades que dependen de sus recursos naturales y los expertos científicos que han dedicado años a su estudio.  Un mal proyecto que amenaza una de las joyas de la corona de México y del mundo simplemente no debería obtener la luz verde - no importa cuántas veces se lo proponga ni por quién sea propuesto.

Foto: Octavio Aburto