La visita de Obama a México es una oportunidad para revisar la cooperación ambiental entre México y Estados Unidos
La visita del presidente Obama a México esta semana será la segunda vez en menos de seis meses que el mandatario estadounidense se reúne con Enrique Peña Nieto, presidente de México, lo cual demuestra la importancia de la relación bilateral entre los dos países. Durante su primera reunión en Washington DC poco antes de la toma de posesión de Peña Nieto, los dos discutieron su deseo común de colaborar en una amplia gama de temas, incluido el cambio climático. Se espera que en la reunión de esta semana los dos mandatarios se enfoquen en gran medida en asuntos económicos. De hecho, México ya es el segundo mayor mercado de exportación de los Estados Unidos y la tercera mayor fuente de importaciones. Esta estrecha relación económica hace que el viaje sea una buena oportunidad para recordar que cuando el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entró en vigor hace casi veinte años, las naciones de América del Norte también acordaron colaborar en la protección del medio ambiente. A medida que continúa el fortalecimiento de los lazos entre México y los EE.UU., será importante que los líderes de ambos países aseguren que la implementación efectiva de protecciones ambientales también forme parte de la agenda bilateral.
Firmado como un acuerdo paralelo al TLCAN, el Acuerdo de Cooperación Ambiental de América del Norte (ACAAN) es un compromiso entre los tres países de Norteamérica para asegurar que la liberalización del comercio y el crecimiento económico en América del Norte será acompañada de mayor cooperación y fortalecimiento de las protecciones ambientales de cada país. La Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA), entidad Intergubernamental, fue creada con el propósito de facilitar mayor colaboración y permitir la participación pública en este proceso. Los ciudadanos norteamericanos pueden presentar peticiones ciudadanas ante la CCA, cuando consideren que uno de los países no está cumpliendo con sus obligaciones de implementar efectivamente su legislación ambiental.
A principios de este mes, NRDC se sumó a diez organizaciones mexicanas en una petición ciudadana ante la CCA que señala el incumplimiento sistemático de la legislación ambiental mexicana durante el proceso de autorización de desarrollos turísticos de gran escala en el Golfo de California. La petición destaca cuatro proyectos que recibieron autorizaciones a pesar de evaluaciones de impacto ambiental deficientes que no cumplieron con las leyes y reglamentos existentes. Uno de los casos mencionados en dicha petición es del proyecto Cabo Cortés. Esta propuesta para construir un mega-resort en terrenos aledaños al Parque Nacional Cabo Pulmo amenazaba a su arrecife coralino hasta que una campaña local, nacional e internacional logró la cancelación del proyecto en junio 2012. Si bien esta fue una victoria clave, apenas dos meses después de que el ex presidente de México anunciara la cancelación de Cabo Cortés, otro mega resort con las mismas inquietantes características fue propuesto para exactamente el mismo sitio. El continuo interés en desarrollos costeros a gran escala que pueden perjudicar a Cabo Pulmo y otras zonas frágiles en el Golfo de California demuestra que es imprescindible garantizar la plena aplicación de las protecciones ambientales que ya están en vigor en México para proteger la vida silvestre, los manglares y los ecosistemas vulnerables como los corales.
La petición solicita que la CCA investigue la situación y elabore un expediente de hechos que documente esta aparente falta de aplicación de legislación ambiental en México. Contar con un informe de este tipo ayudaría a fortalecer el proceso de revisión ambiental en México, poniendo en relieve dónde se necesita mayor esfuerzo y transparencia. Al estar todavía al inicio del sexenio presidencial, Peña Nieto y su Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan José Guerra Abud, tienen la oportunidad de fortalecer el proceso de evaluación de impacto ambiental. México puede asegurar que, de ahora en adelante, las evaluaciones de desarrollos costeros que puedan amenazar los ecosistemas marinos de importancia internacional como Cabo Pulmo, cumplan con los más altos estándares y pongan el bienestar de las comunidades locales y los recursos naturales de los que dependen por encima de los intereses comerciales.
Cuando el presidente Obama y el presidente Peña Nieto se sienten a discutir la relación bilateral, también necesitamos que recuerden que los fuertes lazos entre los dos países incluyen un interés común en garantizar la sostenibilidad del medio ambiente de Norteamérica a largo plazo. Cuando los arrecifes de coral de Cabo Pulmo y la comunidad local fueron amenazados por el mega proyecto de Cabo Cortés, ciudadanos de ambos lados de la frontera tomaron acción para proteger el parque. Ahora, decenas de miles de personas han unido sus voces y enviado mensajes a las autoridades ambientales de América del Norte pidiendo que apoyen la aplicación efectiva de protecciones ambientales. La relación entre México y Estados Unidos es fuerte y existen una gran variedad de asuntos de interés común, incluida la protección de nuestro medio ambiente.