Los latinos y el asma, una mala combinación

Escrito por Roxana Soto

Hace poco me enteré que los niños latinos tienen un riesgo 60 por ciento más alto que los niños blancos no latinos de tener ataques de asma. También me enteré que los latinos tienen tres veces más probabilidades que los blancos no latinos de morir de asma. (Si desea saber por qué, por favor, lea éste artículo). Estas cifras me asustaron mucho porque mi propia hija fue diagnosticada con asma hace casi dos años.

¿Estaba usted al tanto de estos números? Yo no y, como latina, me sentí culpable al enterarme. Pero he decidido convertir esa culpa en acción haciendo lo que siempre he hecho: informando a la gente. Esta siempre ha sido una de mis partes favoritas de ser periodista ya que realmente creo que la información es poder.

Hoy voy a empezar con una historia muy personal.

Hace dos años, cuando estaba muy embarazada con mi segundo hijo, a mi hija – quien tenía casi tres años -  se le hizo muy difícil superar lo que comenzó como un simple resfriado. O al menos eso era lo que yo pensaba que tenía. Visitábamos a su pediatra por lo menos cada dos semanas, mientras que él trataba de averiguar qué era lo que le estaba pasando a mi hija. Más que nada, mi niña tenía una tos debilitante que no desaparecía. Lo peor era que por lo general esta tos la mantenía a ella - y a su padre y a mí - en vela. La verdad es que yo sentía que me iba a morir del cansancio.

Mi esposo medio que la diagnosticó desde el principio cuando dijo las palabras que yo había estado temiendo oír desde que mi hija nació, “Tal vez es asma".
Como él tuvo asma de niño, está muy consciente de cómo se ve y suena esta enfermedad invasiva. Pero yo no quería saber nada de eso. Sabía que el asma podía ser hereditario, pero tenía la esperanza de que como mi hija ya tenía casi tres años, había dejado de estar en riesgo.

Nunca olvidaré cómo finalmente perdí el control un par de semanas antes de que mi hijo naciera. Ninguno de los tratamientos recomendados por el pediatra estaba funcionando y nos encontramos de vuelta en su oficina. (Para ser justos, el asma pediátrico es muy difícil de diagnosticar). Debido a que era una cita de última hora, tuvimos que ser atendidos por un asistente del pediatra. Cansada de tener que explicar los síntomas de mi hija a una persona más, (y con mis hormonas en ebullición gracias al inminente nacimiento de mi hijo) perdí la paciencia y exigí que hicieran algo. Inmediatamente.

La asistente me miró como si yo estuviera loca - y  probablemente tenía razón - pero yo no podía soportar ver a mi pequeña hija pasar otra noche sin dormir debido a una tos persistente que no desaparecía, como si no hubiésemos  intentado nada hasta ese momento. Me salí de la oficina del médico tratando de asegurarme de mantener la calma para no asustar a mi hija.

En ese mismo momento, decidí que teníamos que llegar al fondo de este problema y gracias a un servicial representante de servicio al cliente en nuestra compañía de seguros, pude obtener una cita para el día siguiente con un especialista en asma y alergias en el hospital de nuestra comunidad.

Siempre estaré agradecida a este médico porque – a pesar de que terminó confirmando lo que habíamos temido: mi hija tiene asma y es alérgica a un montón de desencadenantes ambientales – optó por un tratamiento muy agresivo que incluía varios medicamentos (como albuterol y budesonida) de los cuales yo nunca había escuchado, y finalmente se deshizo de la tos de mi hija. Por fin todos volvimos a dormir y nos sentimos que estábamos en control otra vez...hasta el siguiente episodio, por supuesto.

Odie tener que ver a mi hija pequeña con un nebulizador. Todavía lo odio.

Sin embargo, todos los días le doy gracias a Dios que nunca ha tenido un ataque de asma como los que su padre ha descrito que él tenía en su infancia. Esos ataques dan miedo y espero que mi hija nunca tenga que pasar por algo así.

Aunque el asma puede ser hereditario, la contaminación también es una de las causas de esta enfermedad común. Por lo tanto, aceptar una invitación para formar parte del Moms Clean Air Force ha sido algo muy personal para mí.

Espero que se unan a nuestra lucha para asegurarnos de que la EPA pueda seguir velando por nuestro derecho de respirar el más limpio aire posible.


Biografía:

Roxana A. Soto, es una periodista bilingüe ganadora del premio Emmy, que nació en Lima, Perú, pero ha vivido en los Estados Unidos casi 25 años. Trabajó más de 15 años para los medios de comunicación más importantes del país incluyendo Univision, Telemundo, CBS y The Miami Herald. Hace un par de años, se mudó al ámbito digital después de convertirse en madre y darse cuenta que existía poca información en línea acerca de cómo criar niños bilingües y biculturales. En el 2009, fundó SpanglishBaby, el cual se ha convertido en un popular sitio en línea para padres que, como ella, están criando hijos entre dos culturas. Recientemente, Roxana fue escogida para formar parte de un grupo de madres llamado Moms Clean Air Force que lucha por un medio ambiente más limpio para sus hijos. Roxana vive en Colorado, está casada y tiene dos hijos pequeños.