Aire limpio y seguridad pública triunfan en el Senado, adiós energía sucia y Keystone XL

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Noticia de última hora: El Presidente Obama anunció que aprobaría de urgencia la construcción de la porción del oleoducto Keystone XL entre Oklahoma y Texas.  La lucha se reanuda...

Hace dos semanas, en una gran victoria para la salud pública y el medio ambiente, el Senado rechazó tres enmiendas que nos protegen. Una de las enmiendas habría obligado la aprobación del oleoducto Keystone XL para transportar petróleo de arenas bituminosas. Otra habría retrasado la limpieza de la segunda fuente industrial de mayor contaminación tóxica del aire. Y la última habría permitido la expansión de la perforación mar adentro.

Estas medidas saturarían el aire con sustancias químicas más peligrosas y amenazarían la subsistencia de los agricultores, ganaderos, pescadores y trabajadores del sector turístico con posibles contaminaciones del agua y derrames de petróleo.

Foto (Keystone): Peter Essick, National Geographic

Afortunadamente, el Senado eligió proteger los intereses del pueblo estadounidense en lugar de ceder a la presión de las industrias que contaminan.

Las grandes petroleras fueron los más perjudicados en las votaciones del 8 de Marzo. Instaron sobre la enmienda del senador Hoeven (R-ND) diseñada para anular el proceso de revisión ambiental establecido y forzar la aprobación del oleoducto de arenas bituminosas Keystone XL.

Los legisladores que apoyaron la enmienda sobre el oleoducto Keystone XL han recibido un total de $17,2 millones por intereses petroleros desde 1999. Cantidad que equivale a un promedio de $308.000 por senador. En conjunto, los senadores que votaron a favor del oleoducto aceptaron más del 500 por ciento más dinero de las petroleras que los que votaron en contra.

Sin embargo, aun después de desparramar tanto dinero en el Congreso, la industria petrolera no pudo cambiar el hecho de que el país no quiere precipitar un dictamen sobre un masivo proyecto de energía sucia, especialmente si afectará radicalmente el aire, el agua y el clima de EE.UU.

En el período previo a la votación, los partidarios del oleoducto se valieron de la preocupación de la gente por los precios de la gasolina. Afirmaron que el oleoducto de arenas bituminosas Keystone XL reduciría los costos de gasolina. Sin embargo, TransCanada, la misma compañía detrás del oleoducto, ha admitido que al desviar petróleo del centro del país, el oleoducto aumentaría el precio que estadounidenses pagan por el petróleo Canadiense hasta en $4.000 millones al año.

Verdaderas soluciones de transporte que nos ahorran dinero incluyen: coches de mayor rendimiento, autobuses, sistemas de tren ligero y biocombustibles sosteniblemente cultivados. La construcción del oleoducto de arenas bituminosas Keystone XL, por su parte, sólo llenaría los bolsillos de las compañías petroleras gigantes.

La expansión irresponsable de perforación mar adentro haría lo mismo. Estados Unidos ya perfora por enormes cantidades de petróleo. Desde el 2003, el país no ha producido tanto petróleo como el año pasado. ¿Cuánto efecto tuvo esta actividad en los precios del crudo? Muy poco. Los estadounidenses terminaron pagando $4 por galón durante la primavera del 2011 y las ganancias de Exxon Mobil alcanzaron los $41,1 mil millones, superando sus ganancias del 2010 en un 35 por ciento.

Gracias a la protesta pública de votantes preocupados, los senadores votaron en contra del llamado por el senador Vitter (R-LA) por el aumento de perforaciones mar adentro y el resto de las enmiendas malignas del Jueves. Según escrita, la enmienda de Vitter se habría desecho del proceso de deliberación para evaluar proyectos de perforación mar adentro y en vez simplemente abriría las zonas costeras del país a la perforación.

La enmienda del senador Collins (R-ME) también era pro industria contaminante. Hubiese aplastado las normas bajo la Ley de Aire Limpio a favor de calderas industriales e incineradores. Dejándole así el camino libre a la industria para continuar contaminando el aire, lo cual resulta en ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y otras enfermedades graves.

Gracias a la protesta pública, el Senado rechazó todas las enmiendas que ponían nuestra salud en peligro. Sin embargo, aun tras la derrota, la industria petrolera y sus aliados en el Congreso no ceden. El Senado introdujo otra enmienda para aprobar el oleoducto Keystone XL y un mandato por la perforación en zonas costeras y en el Refugio Nacional Ártico de Vida Silvestre.

Junto a nuestros asociados, NRDC pide que los senadores se mantengan firme ante ataques en contra de la salud pública y la energía limpia. Únete a nosotros, pide que legisladores rechacen enmiendas perversas en proyectos de ley que son sensatos y bipartidistas.