Expertos médicos prescriben abordar el cambio climático para proteger la salud

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El 6 de mayo se publicó la Evaluación Nacional del Clima (National Climate Assessment) en EE. UU. Este informe hace un recuento de los daños que repican en nuestros negocios, comunidades y hogares debido a los trastornos climáticos. Pero también hace hincapié en uno de los efectos menos evidentes del cambio climático: la amenaza a nuestra salud.

El informe encontró que los estadounidenses ya sufrimos de una cantidad de enfermedades respiratorias, problemas cardíacos y enfermedades trasmitidas por el agua como resultado del cambio climático. Estos casos solo pueden aumentar si no tomamos las medidas inmediatas necesarias para reducir la contaminación de carbono que contribuye al cambio climático.

El aumento en las temperaturas es la mayor preocupación de los expertos en salud. Los estadounidenses sufren más fatalidades por el calor extremo cada año que por los huracanes, tornados y otras catástrofes naturales en conjunto y ahora el cambio climático pone en riesgo la vida de aun más personas. La probabilidad de experimentar un verano con calor intenso ha aumentado de 1-en-300 hasta 1-en-10 (entre 1951 y 2010), según un estudio de los anales del National Academy of Sciences.

La Evaluación Nacional del Clima en EE. UU. encontró que las ciudades de St. Louis, Filadelfia, Chicago, Cincinnati entre otras, han experimentado un aumento dramático en las tasas de mortalidad y hospitalizaciones debido a las olas de calor. Las temperaturas elevadas pueden provocar jaquecas, afecciones respiratorias y problemas del corazón y el riñón. Un estudio realizado por la Universidad de Columbia y el Chinese Center for Disease Control and Prevention pronostica que las muertes relacionadas con el calor en Nueva York podrían aumentar un 20 por ciento para el año 2020.

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Las temperaturas más tórridas también contribuyen a la contaminación del aire y el smog. Estas pueden inflamar los pulmones y la inflamación recurrente puede dañar el tejido pulmonar permanentemente, aun a niveles leves de aire contaminado. La asociación profesional de los neumólogos en EE. UU., The American Thoracic Society, señaló que el cambio climático es especialmente peligroso para los niños y ancianos porque sus pulmones son más vulnerables a las enfermedades respiratorias causadas por el smog.

El cambio climático también aumenta el riesgo de inundaciones, las cuales causan la muerte de 100 estadounidenses cada año. Las tormentas más frecuentes e intensas amenazan elevar ese número. Sandy causó la muerte de 117 personas en EE. UU., pero el riesgo no escampa con la supertormenta.

Lluvias fuertes pueden recargar los sistemas y esto puede liberar más patógenos en las fuentes de agua potable. Después de la supertormenta Sandy, por ejemplo, unas 12 comunidades de Nueva Jersey tuvieron que hervir el agua antes de beberla para evitar la propagación de e. coli y otras enfermedades gastrointestinales similares. Más de 750 ciudades y pueblos tienen sistemas desgastados que trasladan las aguas negras y el agua de lluvia en las mismas tuberías. Las lluvias intensas y las inundaciones producidas por el cambio climático incrementarán los incidentes de desbordamiento de aguas residuales en las vías fluviales.

Tenemos que hacer más para proteger a nuestros seres queridos. Podemos empezar por ayudar a las comunidades a que se prepararen para los efectos del cambio climático. Pero también debemos abordar la causa fundamental de la crisis climática: la contaminación.

Las centrales eléctricas son la mayor fuente de esta contaminación en EE. UU., sin embargo aún no existe una ley que limite el carbón que desechamos a la atmosfera. Este junio, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) propondrá, por vez primera, límites nacionales sobre la contaminación de carbono de las centrales existentes.

De acuerdo a un análisis de NRDC, Estados Unidos puede reducir la contaminación de carbono de las centrales por entre 25 y 30 por ciento para 2020 utilizando tecnología disponible y rentable. Eso reduciría la contaminación considerablemente eliminando el equivalente de unos 130 millones de vehículos de las carreteras

Haz clic aquí para añadir tu apoyo ante la EPA por los límites de carbono para limpiar el aire y estabilizar el clima.

Una reducción de la contaminación de carbono ahora mejorará nuestra salud y proporcionará un futuro más saludable y sostenible para las próximas generaciones.

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