El mercurio: peligroso para niños pequeños y adultos

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La Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en ingles) adoptó recientemente las primeras normas nacionales para limitar la contaminación por mercurio de las centrales eléctricas de carbón. El mercurio es una potente toxina que interfiere con el sistema nervioso humano. La reducción de este riesgo será un avance importante en la salud pública.

El mercurio es comúnmente conocido como una toxina que afecta el desarrollo poniendo en peligro al cerebro de los niños pequeños y los fetos ya que están en el proceso de desarrollar su sistema nervioso. La exposición prenatal a concentraciones de mercurio, aunque sean bajas, puede causar problemas a largo plazo con las habilidades de lenguaje y motoras, además de la capacidad de concentración.

Pero el mercurio también es un peligro para los adultos. Esta realidad me fue evidente cuando recientemente hablaba con un colega, un hombre de 38 años de edad, que consumía una gran cantidad de pescado como parte de una dieta saludable y baja en grasas. El me contó que durante un examen médico de rutina su médico le ordenó análisis de sangre y decidió incluir una prueba para el mercurio.

Cuando llegaron los resultados se sorprendió al enterarse de que tenía envenenamiento por mercurio. Nunca antes se había preocupado por la contaminación con mercurio y no se había dado cuenta que los pescados que le encantaba comer podía poner en peligro su salud. Por suerte, el médico interceptó el problema antes de que se vieran los síntomas neurológicos y le ofrecio tratamientos que bajaron sus niveles de mercurio.

Síntomas del envenenamiento por mercurio en los adultos
La mayoría de las personas conocen los riesgos que el mercurio representa para los niños en desarrollo pero desconocen acerca de los riesgos en los adultos.

En los adultos, el mercurio puede causar pérdida de memoria, temblores, pérdida de visión y entumecimiento de los dedos, las manos y los pies. También puede afectar negativamente la fertilidad y la regulación de la presión arterial. Un creciente número de evidencia sugiere que la exposición al mercurio puede llevar a enfermedades del corazón.

Hace cien años el envenenamiento por mercurio en un adulto era muy reconocido. De hecho, la frase “el sombrero loco” fue acuñada porque los fabricantes de sombreros se contaminaban durante la fabricación de los mismos ya que utilizaban químicos con altos niveles de mercurio. Estos trabajadores desarrollaron un caminar peculiar al igual que alteraciones extrañas en sus personalidades, rasgos que se asemejan a desequilibrio mental.

Hoy en día, tenemos cuerpos gubernamentales que ayudan a proteger a los empleados de los riesgos laborales y se ha eliminado el uso del mercurio en productos y procesos industriales.

Pero la contaminación por mercurio continúa debido a que las centrales eléctricas a base de carbón son una mayor fuente industrial de mercurio. Estas centrales liberan el mercurio del carbón al quemarlo, y este se deposita en las vías fluviales donde se convierte en metilmercurio que es ingerido por los peces. Cuando comemos estos peces, absorbemos el metilmercurio en nuestro torrente sanguíneo.

El contaminante es tan omnipresente que todos los 50 estados en EE.UU. aconsejan que se evite el consumo de pescado de determinadas aguas contaminadas. Sin embargo, muchos estadounidenses comen pescado con alto contenido en mercurio. Ya sea que lo pesquen ellos mismos para alimentar a sus familias o lo compren como una alternativa a la carne roja, los jóvenes y las personas de edad están expuestos a una cantidad de mercurio mayor de lo que se imaginan

Por esta razón, los médicos deben regularmente analizar la sangre de sus pacientes para detectar intoxicación por mercurio. Cuando los médicos preguntan acerca de los factores de riesgo, como si fumas o bebes alcohol, o haces ejercicio, también deben preguntarte si comes mucho pescado. Muchos de nosotros no nos damos cuenta que algunos síntomas podrían provenir de la intoxicación por mercurio. Las pruebas de los pacientes de alto riesgo podrían abrir la puerta al tratamiento y la recuperación.

La buena noticia es que a diferencia de muchas toxinas, el cuerpo puede excretar el mercurio, el cual no se almacena en nuestros tejidos grasos. Una vez que la gente deje de comer pescado contaminado con mercurio, pueden empezar a sanarse a sí mismos.

Infórmate y protégete
Aun podemos comer pescado y protegernos del mercurio; sólo tenemos que tomar decisiones inteligentes. Debido a que el mercurio llega a todos los niveles de la cadena alimenticia, los peces más grandes tienden a tener mayores cantidades que los peces pequeños.

Todos nos podemos proteger comiendo menos porciones de atún y pez espada y optando en vez por calamares, mejillones, caballa, sardinas y anchoas. Imprime gratis nuestra guía de bolsillo de mercurio en el pescado para ayudarte a hacer elecciones saludables. También puedes calcular el nivel de mercurio en tu cuerpo con nuestra calculadora e imprimir recetas de mariscos de reconocidos chefs en base a la pesca sustentable.

NRDC y La Onda Verde seguirán luchando por reducir las fuentes de contaminación por mercurio, tanto aquí como en el extranjero, es una de nuestras mayores prioridades. Pero mientras que este tóxico continúe presente en el pescado y en el suministro de alimentos necesitamos que los médicos pongan mayor atención e investiguen la posibilidad de intoxicación por mercurio en sus pacientes y recomendar acciones para reducir los riesgos de problemas neurológicos y de otro tipo.