Se aproxima el momento decisivo en las negociaciones climáticas. Podrán aceptar lo que se ha propuesto?

En esta segunda y última semana de negociaciones climáticas en México, los países del mundo se enfrentan con una decisión crítica: aceptar o no los acuerdos puestos sobre la mesa. Esta decisión determinará si las naciones garantizan la reducción de emisiones según los compromisos hechos antes y después de Copenhague, y si presentan acciones tangibles para mejorar la transparencia del reportaje de tales acciones para reducir su contaminación.

Un acuerdo como tal también aceleraría el despliegue de energía limpia en las naciones en desarrollo, reduciría la tasa de deforestación y ayudaría a los más vulnerables a adaptarse a los efectos del cambio climático. Estas son acciones reales y significantes. Sin embargo, podrían entorpecer seriamente si las naciones no acuerdan decisiones concretas durante esta semana.

Los acuerdos serios en temas claves están al alcance. Durante el transcurso de la semana pasada nuestro optimismo aumentó. Hemos visto a países esforzarse para entender las implicaciones prácticas de las propuestas de otros países. Hemos sido testigos del espíritu del compromiso ya que es imposible que todos los países obtengan todo lo que cada uno proponga y los países han podido llegar más cerca a acuerdos claves. Existen diferencias muy significantes pero no son insuperables desde que haya una solida disposición entre las naciones para avanzar hacia una posición congruente.

Esta recta final empezó con varias acciones importantes en las negociaciones climáticas en México. Hemos visto progreso en el tema de transparencia y responsabilidad para asegurar que todas las naciones están tomando las acciones que se han comprometido a implementar. Este sistema (monitoreo, reportaje, verificación y consultoría/análisis internacional) también le daría el reconocimiento que se merecen las naciones por su progreso.