Diversa coalición apoya ley Lacey para prevenir la desforestación

Existe una ley ambiental apoyada por Republicanos y Demócratas, la industria maderera de Estados Unidos, los compradores de productos de madera, los sindicatos y organizaciones ambientalistas. Se llama la Ley Lacey y busca detener las importaciones de madera ilegal y sus derivados a EE. UU. Esta ley es una herramienta fundamental en los esfuerzos para detener la deforestación, proteger empleos en Estados Unidos y ayudar a los países en desarrollo.

La Ley Lacey, cuya última modificación fue en 2008, está provocando un nuevo debate, ya que el verano pasado agentes federales visitaron las fábricas de Gibson Guitar Corp., en Memphis y Nashville, Tennessee, para investigar si la empresa utiliza madera ilegalmente importada de la India, lo cual violaría esta ley. Gibson también está bajo investigación por la supuesta importación de madera talada ilegalmente proveniente de Madagascar en 2009. Hasta que estos casos no se resuelvan, es deber de todos reservar el juicio.

Algunos están utilizando esta reciente controversia para menoscabar la presente ley. Debemos resistir intentos para debilitar la ley ya que la tala ilegal contribuye significativamente a la pérdida de bosques en el mundo entero. Al garantizar que las importaciones estadounidenses no contribuyan a la deforestación ayudamos a reducir incontables daños ambientales, económicos y sociales causados por la pérdida de los bosques tropicales.

Una ley con sentido común. El intento de la Ley Lacey es sencillo, es ilegal la importación y el comercio de madera ilegal. Las empresas que importan madera y sus productos a los EE. UU. deben verificar que compran el material de fuentes legales la cual se determina por la ley del país de origen del producto. Así que si una empresa es importadora de madera de Brasil, la madera tendría que ser cortada, producida, manufacturada, etc. de acuerdo a la legislación brasileña o sería considerada ilegal según la Ley Lacey. 

La Ley Lacey no cubre todas las leyes en el país exportador. El lenguaje específico de la ley y el precedente legal (esta ley tiene un récord de 111 años), se centran en las leyes de “conservación” (*ver texto exacto legal de la Ley abajo). Aunque a muchos les gustaría definir exactamente qué tipo de leyes deben ser cumplidas, los autores estuvieron de acuerdo en que los EE. UU. no puede definir cuáles son las leyes exactas de conservación que debe hacer cumplir otro país. Después de todo, no queremos que otro país dicte la ley de EE. UU., cual se debe ser cumplida y aquella que se puede ignorar”. Ese precedente no debe ser establecido por los Estados Unidos.

La ley cuenta con el apoyo de una variedad de organizaciones  como NRDC, Sierra Club, Greenpeace, The Nature Conservancy, Conservation International, Dogwood Alliance, la Agencia de Investigación Ambiental, e InterAction, la industria maderera (American Forest y Paper Association, Asociación Internacional de Productos de Madera, Federación de madera dura, y la Sociedad de Forestales Americanos), los usuarios de productos forestales (Sustainable Furnishings Council, Taylor Guitars, Martin Guitars, Williams & Sonoma), y los sindicatos (United Steelworkers, que representa el sindicato de trabajadores del papel y la pulpa, e nternational Brotherhood of Teamsters).

Hay varias razones por las que esta coalición diversa apoya los esfuerzos de la Ley Lacey para hacer frente a la tala ilegal.

La ley LACEY protege empleos. La madera obtenida ilegalmente y los productos derivados de la misma que entran  en EE. UU. debilitan el mercado interno. Esto perjudica a las empresas madereras estadounidenses que cumplen con los requisitos de la ley, lo cual los obliga a competir con las operaciones ilegales en el extranjero que entran en los parques nacionales, evaden impuestos, y a veces hasta usan esclavos y niños.

La Ley Lacey crea un campo mas justo al evitar que el mercado se inunde por un suministro ilegal, un problema que la industria de investigación estima que cuesta al sector maderero de los EE. UU. mil millones anualmente. La industria maderera de EE. UU. vieron esa dinámica y fueron una voz clave en apoyo de esta enmienda. Asimismo los sindicatos fueron una parte clave de la enmienda.

Protege el medio ambiente. La deforestación en los trópicos es un importante contribuyente al calentamiento global, la pérdida de la biodiversidad y otros daños ambientales. Las estimaciones muestran que alrededor del 40% de toda la tala en las zonas tropicales proviene de la tala ilegal, donde en algunos países es de hasta un 60-70%. Como resultado, los esfuerzos para hacer frente a estos daños ambientales se centran en detener la tala ilegal como una herramienta poderosa para detener la deforestación tropical.

La Ley Lacey alienta a los países en desarrollo y a las empresas a tomar medidas enérgicas para combatir la deforestación, ya que ahora saben que no pueden exportar a los EE. UU. si sus productos son obtenidos de madera ilegal.

Ayuda a los países a establecer el estado de derecho y la ofensiva contra la corrupción. Para muchos países, los bosques son la primera línea en los esfuerzos para combatir la corrupción y los sindicatos del crimen. Los beneficios de la tala ilegal se utilizan a menudo para socavar las leyes en el mundo en las naciones en vías de desarrollo. Historias provenientes de Indonesia, Malasia y otros lugares ponen de relieve la relación entre la tala ilegal y la corrupción. Después de todo, la mejor manera para que los taladores ilegales puedan seguir recibiendo beneficios es si garantizan la corrupción en las filas de la policía, los fiscales y jueces.

La tala ilegal no es a menudo impulsada por personas locales. En muchos países existe una fuerte conexión entre la tala ilegal y grupos criminales, lo que algunos funcionarios de la ONU llaman “madera de conflicto” en varios países. Por lo tanto los esfuerzos para frenar la tala ilegal también socavan a estos grupos criminales y la destrucción que ellos causan. 

Esta es una ley importante con el apoyo de diversos grupos. La deforestación mundial es un gran desafío ambiental, social, económico y legal en los países en desarrollo. La enmienda a la Ley Lacey aprobada con el apoyo de ambos partidos en 2008, es fuertemente apoyada por un grupo diverso y es una poderosa herramienta en los esfuerzos para detener la destrucción de los bosques del mundo.

Sera importante fortalecer la Ley Lacey y extender este tipo de programa a otros países.