Cortes chilenas protegen los ríos Puelo y Cuervo en Patagonia

Local residents and environmentalists in Chile are enjoying a prolonged New Year’s celebration thanks to two major legal decisions that will protect the country’s free-flowing rivers.
Río Puelo en la Patagonia chilena
Credit: Foto: Amanda Maxwell

Ambientalistas y pobladores en Chile están disfrutando de una celebración prolongada de Año Nuevo gracias a dos importantes decisiones legales que protegerán los ríos del país. El sistema de justicia de Chile puso fin al desarrollos de dos grandes represas hidroeléctricas en la Patagonia chilena: (1) el proyecto de Mediterráneo S.A. ubicado en el río Puelo cerca de la ciudad de Cochamó; y (2) la central de energía que constaría de tres represas de la empresa Energía Austral ubicada en el rio Cuervo en la región de Aysén.  

Esta doble victoria da continuación a varios logros verdes que acontecieron en 2017. Estos incluyen la apertura de la primera planta geotérmica de Sudamérica, un regalo de más de 400,000 hectáreas (ha) (aproximadamente 1 millón de acres) de tierra en la Patagonia destinadas para la conservación, y el fallo final del Tribunal Ambiental para mantener la decisión trascendental de 2014 contra la propuesta de HidroAysén de construir cinco mega-presas en los ríos Baker y Pascua. Este último evento fue la culminación de una década de lucha entre activistas y las empresas Colbún y Endesa, encargadas del proyecto HidroAysén, las cuales se vieron obligadas a liquidar el disputado proyecto.

Como resultado del compromiso del gobierno chileno con la conservación de la biodiversidad y las energías renovables, Michelle Bachelet, la presidenta saliente de Chile, ganó el premio “Campeones de la Tierra” de la ONU. Sin embargo, el recientemente reelegido presidente Sebastián Piñera, un multimillonario neoconservador, ha seguido un patrón de priorización de mercados libres sobre los ríos del país. Sin embargo, para salvaguardar los ríos de la Patagonia del desarrollo perjudicial a largo plazo, será fundamental que su gobierno vaya un paso más allá y transfiera los derechos del agua a las comunidades locales, lo que respaldará la conservación del medio ambiente con el conocimiento indígena.

A continuación, más detalles sobre cada uno de estos dos proyectos y por qué las autoridades chilenas los detienen.

"Puelo sin Torres": defendiendo los derechos de los pueblos indígenas

Proveniente del lago Puelo en los Andes argentinos, el río Puelo fluye hacia el Océano Pacífico en confluencia con los ríos Manso y Torrentoso. Este mismo rio es el alma de la economía local de Cochamó, que se centra en el ecoturismo y la pesca. Como se muestra en el documental a continuación, los miembros de la comunidad Cochamó y su alcalde estaban profundamente divididos sobre el proyecto. El proyectocorría el riesgo de degradar el paisaje a cambio de construir una línea de transmisión de 60 kilómetros (37 millas) conectando la planta de energía de 210 MW de Mediterráneo S.A, con valor de US$400 millones, a la red principal en Puerto Montt.

La campaña para proteger el río Puelo del complejo de energía hidroeléctrica se había convertido en una batalla legal prolongada. Bajo el lema "Puelo Sin Torres", los miembros de la comunidad local se unieron con abogados ambientalistas, activistas, miembros del Parlamento y celebridades para bloquear el proyecto.

El proceso de evaluación y la evaluación de impacto ambiental del proyecto de la represa Mediterráneo afectaron a la alianza ambiental con una serie de obstáculos legales. En última instancia, el Tribunal Supremo confirmó la resolución del Tercer Tribunal Ambiental de que el estudio antropológico, contratado por Mediterráneo, sobre los impactos socio-ecológicos en los pueblos indígenas era inadecuado. El Tribunal aceptó el reclamo de José Cayún Quiroz, ambientalista indígena de la comunidad Mapuche de Domingo Cayún Panicheo, ubicado en la región de Los Lagos, quien señaló una serie de errores en la metodología del estudio. Los consultores de Mediterráneo habían llevado a cabo dos estudios, que comprendían 37 familias. Sin embargo de ese grupo, ocho familias fueron excluidas del análisis y 14 familias más ni siquiera fueron regisrtadas.

Las políticas para la toma de decisiones responsables con respecto a los reclamos indígenas sobre soberanía y territorio se has vuelto particularmente polémicas en las zonas fronterizas de Argentina y Chile. Las disputas por la tierra se han vuelto mortales, creando protestas masivas y disturbios sociales. Si bien la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (DNUDPI) requiere el consentimiento libre, previo e informado para el uso del territorio y los recursos naturales, el gobierno chileno ha calificado a los mapuche como "terroristas".

En vez de corregir estos errores históricos, Mediterráneo y su Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) insistieron en que su diseño de investigación requería formas incomparables de recopilación de datos cualitativos. También reconocieron la presencia de comunidades indígenas, pero se mantuvieron, aun teniendo en contra una abundantes testimonios de primera mano, que ellos no se verían afectados por el desarrollo. Finalmente, la evidencia etnográfica fue insuficiente para apoyar las afirmaciones de Mediterráneo.

Preservando la vida en Aysén

Lago Yulton en la región de Aysén, Chile

La propuesta de la central hidroeléctrica Río Cuervo estaba pensada para ubicarse en la región patagónica más remota de Aysén, que cuenta con paisajes impresionantes y una biodiversidad excepcional. El propietario del proyecto, Energía Austral, una empresa conjunta entre la minera suiza Glencore (66%) y la australiana Origin Energy (34%), lo puso a la venta luego de que obtuviera el permiso ambiental en 2013. El proyecto de US$733 millones y  650 MW incluía dos presas que hubieran inundando 13,000 ha (32,000 acres) y unido a los Lagos Yulton y Meullin. Sin embargo, el Tribunal Ambiental anuló la evaluación ambiental de Cuervo dado que las medidas de mitigación de la pérdida de la cubierta forestal y los humedales ocasionados por el proyecto eran insuficientes.

Para los ciudadanos locales de Aysén, el proyecto Cuervo fue la última repetición de una serie de propuestas que datan de 1990 y que las autoridades ambientales chilenas finalmente rechazaron. En resuelta oposición a la represa, los residentes formaron grupos como la Coalición Ciudadana por Aisén Reserva de Vida y juntos señalaron porque el proyecto estaba tan mal planeado. En primer lugar, además de la obscena inundación de lagos y bosques, la presa se habría construido sobre la falla geológica de Liquiñe-Ofqui. El proyecto habría puesto a la ciudad más cercana de Puerto Aysén, ubicada a solo 46 kilómetros (28.6 millas) río abajo, en grave riesgo. Y en segundo lugar, similar a la falta de consentimiento en el caso del Río Puelo, Energía Austral no cumplió con los estándares del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre consulta indígena para el proyecto Cuervo. Esto hizo que las falsas equivalencias en las medidas de compensación propuestas por la compañía para la pérdida de ecosistemas fueran especialmente atroces.

Según el Tribunal Ambiental de Valdivia, "el propietario no ha podido determinar de manera cualitativa o cuantitativa que los bosques o humedales a compensar sean equivalentes".

Además de anular el permiso ambiental, la sentencia ordena al Comité de Ministros reabrir el procedimiento. Si la compañía no puede verificar la compensación propuesta por la pérdida del ecosistema, entonces el Comité debe procesar las apelaciones anteriores. Por ahora, los ciudadanos y ecologistas están aclamando la decisión como otro "tremendo éxito" en la popular lucha patagónica contra las grandes hidroeléctricas.

Restaurando la justicia a través de los derechos del agua

Estas decisiones legales son motivo de celebración, pero también marcan un punto de inflexión significativo en el movimiento mundial para proteger los ríos de la Patagonia. Si bien ciertamente deberíamos saborear el momento y expresar nuestra satisfacción, vale la pena recordar que la lucha no ha terminado. Compañías como Mediterráneo todavía tienen concesiones considerables sobre el agua en Chile.

Las élites empresariales afianzadas en Chile tienen un claro interés en continuar con su legado de destrucción socio-ecológica. No obstante, el gobierno entrante tiene la oportunidad de proporcionar un futuro más saludable para la Patagonia y el planeta al aprovechar esta nueva tendencia de esperanza y transferir los derechos de agua a los Pueblos Indígenas y la sociedad civil.

Pobladores de la Patagonia chilena

¿Deseas obtener más información sobre la amenaza constante que representa la energía hidroeléctrica en ríos y poblaciones biodiversas en la Patagonia chilena? Echa un vistazo a nuestro mapa interactivo.

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