Los ataques a la energía limpia atacan nuestra salud

We should invest in a healthier nation and new job opportunities for everyone, instead of propping up the dirty energy industries of the past.
Workers installing solar panels
Credit: U.S. Department of Energy

El presidente Trump y sus amigos de las empresas mas contaminadoras siguen buscando maneras de destruir las protecciones a la salud pública. Con ese fin, el gobierno sigue erradicando medidas de protección anulando normas, debilitando protecciones y demorando la adopción de normas diseñadas a protegernos de contaminantes como los químicos tóxicos, la contaminación del agua, y la contaminación del aire procedentes de operaciones mineras, petroleras y de gas. Muchas de las protecciones en peligro son relativamente nuevas y apenas están empezando a generar beneficios para las comunidades.

Ahora, el Departamento de Energía ha publicado un estudio que pretende promover los combustibles fósiles en vez de la energía limpia que contamina menos y llevan años protegiendo nuestra salud.

Un nuevo análisis realizado por el Lawrence Berkeley National Laboratory encuentra que la generación eólica y solar a gran escala en los 48 estados contiguos de EE.UU. han prevenido hasta 12.700 muertes prematuras entre 2007 y 2015 y contribuido hasta unos $112,8 mil millones en beneficios de calidad de aire. Eso se debe a reducciones en las emisiones del sector eléctrico por la expansión de las fuentes de energía limpia:

La zona centro noroeste y al medio de la costa atlántica del país se benefician más de la energía eólica y solar que otras regiones porque empezaron con un mayor número de centrales eléctricas a carbón en 2007.

Por lo tanto, es desalentador escuchar al presidente Trump promover el mito del “carbón limpio” cuando la energía limpia beneficia la salud tan claramente, crea empleos y fortalece las economías locales. En vez de elevar estos beneficios, el gobierno y el Congreso le están regalando las llaves de nuestro futuro a los ejecutivos de la industria del petróleo y el carbón. Por ejemplo, están los recortes al presupuesto, que en el Departamento de Energía reducirían el personal y afectarían la capacidad de investigación que apoya la innovación en la energía limpia. También está la faena de suspender el trabajo del comité de la Academia Nacional de las Ciencias que estudia los efectos a la salud causados por la minería.

El apoyo federal juega un papel importante para estimular la energía limpia en Estados Unidos, pero afortunadamente no es el único actor. La energía solar y eólica está cada vez más barata haciéndolo más lucrativo para los inversionistas y las compañías de servicios eléctricos. Y por todo el país, ciudades y estados están fortaleciendo los límites existentes sobre la contaminación de centrales eléctricas con el fin de cumplir con las metas del acuerdo climático de París, y están por su propia cuenta entrando en acuerdos bipartidistas para promover un futuro con energía limpia. 

Wind turbine technician
Credit: U.S. Department of Energy

Aprovechar estos éxitos puede ser ventajoso para el Congreso, el Presidente Trump, y especialmente para los estados que queman más carbón. En vez de continuar auxiliando a las industrias del pasado que están en dificultades y promoviendo recortes aborrecidos al presupuesto para programas de energía limpia, nuestros líderes deberían invertir en la creación de una nación más saludable y nuevas oportunidades de empleo para todos.

Eso sería un soplo de aire fresco.

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