Líderes Latinos pueden dirigir inversiones más rentables para enfrentar crisis de agua en California

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A pesar de las tormentas que empaparon a California hace un mes, agencias federales han determinado que aproximadamente el 90 por ciento de California permanece en un estado de sequía grave o excepcional y se teme que el Estado Dorado no ha padecido algo así en los últimos 500 años.  Por lo tanto, es muy oportuna la reunión de un extensa y admirable lista de líderes electos y funcionarios gubernamentales a nivel local y estatal hoy en Sacramento gracias a la segunda conferencia anual llamada Educación de Agua para Líderes Latinos, o WELL por sus siglas en ingles.

A buena hora se reúnen los alcaldes, concejales, senadores, asambleístas, supervisores de condados y demás líderes representando grandes poblaciones latinas en California par aprender y exponer los retos de suministros de agua que están enfrentando sus comunidades. La mitad de las comunidades rurales que fueron identificadas por la gubernatura por tener el más alto riesgo de escases de agua potable esta temporada son de mayoría hispana y están en el Valle Central.  Además, los centros urbanos de California como Los Angeles y San Diego, también representan una significante población hispana dependiente de las amenazadas fuentes de agua.  Así que es el momento preciso de examinar arduamente las estrategias para administrar el agua en un futuro inmediato y a largo plazo.

Sin duda los que asistirán la conferencia WELL también estarán esperando con gran anticipación el reporte del 1ro de Abril del Departamento de Recursos del Agua de California sobre los niveles de nieve en las altas montañas del estado, las cuales proveen un tercio del agua potable para sus ciudades y granjas. Aunque la excepcionalmente baja capa de nieve de este año se debe a la sequía, se pronostica que las temperaturas más cálidas debidas al cambio climático reduzcan drásticamente la capa de nieve en el futuro, poniendo en aun más riesgo el abastecimiento de agua para los meses más secos del año.

Si bien no hay una solución inmediata ni mágica para garantizar el suministro adecuado de agua, tenemos que prepararnos para un futuro incierto, invirtiendo en un portafolio de estrategias sensibles y probadas para mejorar la eficiencia del agua y aprovechar los suministros locales no utilizados.  Podemos crear un sistema el suministro del agua resistente si nuestros lideres reconfiguraran la ideología que persiste del pasado basada en costosos almacenamientos superficiales y sistemas de transporte de agua por largas distancias, a favor de medidas para un manejo sostenible y rentable del agua que permita autonomía local y protección contra azotes de sequias en las próximas décadas.

La estrategia de almacenar agua en represas era la solución predilecta del Siglo XX, cuando California  tenía acceso a un montón de ríos caudalosos. Esos días quedaron en el pasado porque de nada sirven los costosos embalses sin agua de lluvia o nieve que los llenen. California ha embalsado todos sus grandes ríos, hasta secar tramos del Rio San Joaquín y reducir los niveles del Río Colorado a mínimos históricos.  No quedan más para amansar y sostener nuestra población y agricultura.

Pero California tiene otro camino con mejores posibilidades para las regiones urbanas y rurales en este Siglo XXI. Las inversiones en la conservación del agua y los suministros de agua locales han sido siempre mucho más rentables y menos perjudiciales para el medio ambiente que aquellas en proyectos de grandes represas y canales artificiales. El estado puede maximizar el potencial de sus mayores fuentes de agua nuevas que incluyen la eficiencia y conservación, cosecha de agua pluvial, reciclaje y  el almacenamiento en acuíferos subterráneos. Si el estado aprovechara plenamente estos recursos, podría proporcionar más agua del que California obtiene de la Bahía Delta. De hecho, ya algunas localidades lo están haciendo, y por lo tanto se han visto menos afectadas por la sequia.  Las ciudades de San Diego, Long Beach, Los Angeles, entre otras, han visto los beneficios del reciclaje del agua, almacenamiento subterráneo y la cosecha de agua pluvial.

Un informe de NRDC encontró que el agua de lluvia que cae de cogida en los techos por sí sola podría satisfacer entre el 21 y el 75 por ciento de las necesidades de abastecimiento de agua de varias de las principales ciudades de Estados Unidos. Las ciudades también se han dado cuenta que es más barato hacer un uso eficiente de los suministros existentes que construir nueva infraestructura masiva. Costaría $ 2.5 mil millones para entregar la misma cantidad de agua según la propuesta de la represa Temperance Flat que las agencias de agua podrían obtener por $450 millones invertidos en programas de reciclaje.

El ahorro de agua y dinero seria similar para los agricultores, quienes están viendo las graves consecuencias de esta sequia ya que el sector de la agricultura usa el 80% del todo el suministro de agua en California. Mientras que algunos agricultores han invertido en sistemas avanzados para utilizar el agua de manera más eficiente, según el Departamento de Agricultura Federal, más de la mitad de la superficie de regadío en California todavía se basa en métodos de inundación o arroyamiento. También existen muchas tierras de cultivos que no pueden irrigar cuando lo necesitan porque tienen que aceptar acuerdos inflexibles con sus proveedores de agua. Si los suministradores del agua invirtieran en mejorar la infraestructura que transporta el agua a las granjas, podrían promover prácticas más eficientes como la irrigación por goteo, programación precisa de riego, y riego deficitario controlado, para mejorar la eficiencia de la irrigación agrícola. 

La sequía de California esta afectando a todos sus residentes.  Desde los dueños de granjas que están viendo sus cultivos perdidos, a los trabajadores agrícolas que ni siquiera tienen agua potable para sus familias, a los a los pescadores que ahora dependen de peces transportados en camión para evitar tramos secos en los ríos, y hasta los dueños de negocios o residentes urbanos que ven cuentas de agua cada vez mas altas, todos están sintiendo la crisis. Pero cada individuo, líder y localidad tiene un papel que desempeñar en el uso prudente y eficiente de los preciosos recursos hídricos. No podemos hacer que llueva ni tampoco estamos frenando el calentamiento global con la urgencia necesaria, pero si podemos tomar decisiones inteligentes para invertir en soluciones que protejan la población y nos permita seguir prosperando.