Acabo de leer un artículo en el Seattle Post Intelligencer sobre las severas inundaciones a lo largo del Río Amazonas y sus tributarios en el Brasil. La temporada de lluvia se ha extendido desde marzo y ha dejado por su paso a casi 50 muertos y más de 400.000 damnificados. Y esto esta sucediendo solo unos 4 años después de una de las sequías mas severas en la región. La comunidad científica ve esto como una prueba más que las consecuencias del calentamiento global no están esperando desencadenarse en unas décadas sino que ya lo estamos viviendo.
Esta semana también, la Administración de Información Energética, quien es la agencia federal que recopila y analiza estadísticas sobre todo lo que tiene que ver con energía, pronosticó que en 20 años el mundo habrá aumentado la contaminación de dióxido de carbono en la atmosfera por un 44%.
Con esta información he quedado boquiabierta. Me cuesta entender porque la humanidad sigue acelerando su propia tragedia. El Amazonas es el pulmón de nuestra tierra. Los árboles y las plantas de esta región limpian el aire para que todos en el planeta podamos respirar oxigeno. Además, el amazonas es una de muestras mejores defensas contra el calentamiento global porque absorbe un 40% del carbón atmosférico. Pero gracias a los cambios climáticos, los expertos creen que vamos rumbo a perder un 85% de esta enorme selva tropical.
La realidad es que no toda la humanidad esta acelerando su desgracia ciegamente. Muchos gobiernos están reaccionando a esta gran amenaza. Afortunadamente en los Estados Unidos se ha acabado la era de la negligencia e inacción. Unos de los más recientes gestos (con dientes) de la nueva administración fue el decreto del Presidente Obama sobre los nuevos estándares nacionales de eficiencia de consumo de gasolina en todos los vehículos de pasajeros que salgan al mercado empezando en el 2012. La meta será aumentar la eficiencia del consumo de gasolina por un 5% anual hasta llegar a recortar la contaminación por un 30% para el año 2016. El promedio actual del consumo de gasolina en nuestros vehículos es de 25 mpg. Los nuevos estándares federales lo aumentaran a un 35.5 mpg. Lo cual significa que un carro sedán andará a 39 mpg y una camioneta a 30 mpg. Esto significaría una reducción en la contaminación como si se desaparecieran 177 millones de carros de nuestras carreteras o se cerraran casi 200 plantas eléctricas de carbón. La Casa Blanca estima que esto será un ahorro de 7.1 mil millones de barriles de petróleo al año.
Llegar a este consenso a sido un camino largo y difícil. Por cosas de la vida, el poder político de la oposición principal de este aumento en los estándares -y me refiero a la industria automotriz-se fragmento. Ahora, su plan de negocio tiene que incluir carros más pequeños y con más bajo consumo de combustible para sobrevivir en el mercado. Afortunadamente esta vez han aceptado a los estándares más estrictos con brazos abiertos y en coalición con los expertos, ambientalistas y la Administración de Obama, se llego a este gran avance.
Ahora, ojala que esto solo sea el primer impulso para cambiar la cultura del consumo de carros innecesariamente grandes y para ponernos al día con la tecnología. El resto de los países industrializados e inclusive China, tienen estándares mucho mas altos que lo que Obama ha propuesto. Actualmente una camioneta en China anda a 35.8 millas por galón y el gobierno también ordeno recientemente un aumento para llegar a 42 mpg en el 2015.
Así, que tenemos mucho mas por hacer para logra reducir significativamente las emisiones de gases que están calentando el planeta. Se sabe que el sector del transporte contribuye a un 25% de estos gases de invernadero que se emiten en los EEUU por lo tanto esta es solo una batalla en la guerra contra la crisis climática.