3 cosas que necesitas saber sobre las comunidades indígenas y el cambio climático

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Cada 9 de agosto, Las Naciones Unidas celebra el día internacional de los pueblos indígenas. Este día se utiliza para promover y crear conciencia sobre los derechos de aproximadamente 370 millones de personas indígenas en el mundo. Es importante que hoy reflexionemos sobre la labor y los logros de estos pueblos y pensemos como honrar y ayudar a estas comunidades mientras enfrentan las amenazas inminentes del cambio climático.

El estilo de vida de las comunidades indígenas se caracteriza por su bajo impacto ambiental, su huella de carbón es baja y además son increíbles guardianes de la naturaleza. Sin embargo, el agotamiento de recursos naturales y la contaminación de carbono proveniente de países desarrollados y en vía de desarrollo han expuesto a las comunidades indígenas a las consecuencias del calentamiento global.

En honor al día internacional a los pueblos indígenas, aquí están 3 cosas que necesitas saber sobre los pueblos indígenas y el cambio climático:

1. Las comunidades indígenas ya están sintiendo los efectos devastadores del cambio climático.

Para los pueblos indígenas, el cambio climático es un problema con el que han tenido que lidiar desde hace un tiempo ya, que les sigue afectando y que pareciese no tener fin. Muchas de estas comunidades viven en lugares aislados, lejos de las ciudades y por lo tanto sus vidas dependen de la naturaleza y el clima que los rodea, haciéndolos mucho más vulnerables a la inestabilidad climática. Varios casos se han visto de como el clima los esta efectando. Por ejemplo, el mes pasado en Bolivia el lago Poopó se secó completamente. Este lago era una fuente de comida, medicina, y trabajos para la comunidad Uru-Murato. A causa de esta sequía, el pueblo ahora se une a un grupo de refugiados mundiales que emigran debido al cambio climático. Mucha gente de la comunidad Uru-Murato también ha tenido que buscar trabajo en industrias desconocidas como la minería. De igual manera, la comunidad amazónica Kamayurá en Brasil está siendo afectada por escases de lluvias tan severa que los pesqueros no logran pescar como antes. Esto ha causado que los niños de la comunidad Kamayurá se vean obligados a comer hormigas para sobrevivir. A pesar de todo el riesgo y la vulnerabilidad que enfrentan estos pueblos, raramente son incluidos en el discurso y planeamiento de políticas de mitigación contra el cambio climático.

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2. Los recursos naturales y los derechos de los pueblos indígenas están siendo explotados

Una y otra vez los pueblos indígenas tienen que enfrentarse a los grandes bolsillos, abogados y cabilderos de corporaciones que socavan los derechos de sus tierras con el fin de explotar sus recursos naturales. Las actividades mineras, la producción de energía y de agricultura se llevan a cabo de manera rutinaria en zonas cercanas a los pueblos indígenas sin su permiso a consentimiento. Muchas veces estas actividades perjudican las comunidades indígenas de manera irreparable, destruyendo sus suelos y acabando con sus recursos naturales. Maxima Acuña es una granjera peruana que se enfrentó a la corporación de minería Newmont para detener la excavación de un pozo abierto de oro y cobre en su tierra. Ahora, Maxima está siendo amenazada de muerte y acosada por su activismo y oposición ante esta excavación. En Honduras Berta Cáceres fue asesinada en marzo de este ano después de haber sido amenazada por años por su rol en la protección del rio Gualcarque. Cáceres presiono a Desarrollos Energéticos, una de las constructoras de represas más grandes del mundo, a retirar el proyecto de represa Agua Zarca. Hoy en día los defensores ambientales indígenas corren grave peligro. En el 2015, 185 defensores ambientales la mayoría de los cuales eran defensores de derechos indígenas, fueron asesinados. Comparado con el 2014, el numero incremento un 59 por ciento, y es el más alto en la historia.

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3. Los pueblos indígenas son parte de la solución

A pesar de que representan sólo el cuatro por ciento de la población mundial, las comunidades indígenas tienen derechos legales a aproximadamente una octava parte de los bosques del mundo y utilizan el 22 por ciento de la superficie terrestre. Al hacerlo, mantienen el 80 por ciento de la biodiversidad del planeta, contenida adentro o adyacente a 85 por ciento de las áreas protegidas. Colectivamente estos bosques corresponden a la misma cantidad de carbón contenida en los bosques en norte américa. La influencia de los pueblos indígenas en la conservación de ecosistemas y mitigación de los impactos del cambio climático por medio de la secuestración de carbono ha sido históricamente subvalorada. Un estudio reciente del World Resource Institute y Rights and Resources Initiative revelo que el fortalecimiento de los derechos de comunidades indígenas es una estrategia de bajo costo y de gran impacto para reducir unos aproximadamente 37 billones de toneladas de carbono. El mejoramiento de la protección legal de comunidades indígenas puede permitir ellos retomen su rol como administradores y sirvan como salvaguardes contra el aumento de la temperatura global.

Mirando Hacia el Futuro

La buena noticia es que países y organizaciones internacionales han empezado a reconocer la necesidad de instrumentos internacionales para proteger a estas comunidades vulnerables y están haciendo un esfuerzo para incluir a los miembros de las comunidades indígenas en la toma de decisiones importantes. En 1997, cuando la comunidad internacional respaldo el último acuerdo climático en Kyoto, Japón, los derechos indígenas ni siquiera fueron referenciados en el texto. Una década más tarde, las Naciones Unidas elaboró una Declaración sobre los derechos de los pueblos indígenas en un esfuerzo por establecer un estándar para su tratamiento. Ahora, el Acuerdo de París firmado a principios de este año hace cinco referencias explícitas a los pueblos indígenas, sus derechos y sus conocimientos tradicionales y argumenta a favor de la importancia de su inclusión durante la aplicación del acuerdo. Aunque todavía queda trabajo por hacer, esto es avance es alentador.

A medida que avanzamos con el proceso de implementación del acuerdo de Paris, es fundamental que nuestros líderes, gobiernos y corporaciones se comprometan a cumplir las promesas hechas. Si queremos que el acuerdo de Paris realmente sea un punto de inflexión para la acción climática, su aplicación debe ser incluyente y equitativa para todo el mundo, especialmente aquellos grupos que históricamente han sido afectados de manera desproporcionada e insuficientemente representados. Y tenemos que dar prioridad a las personas por encima de los beneficios financieros en todos los casos y sin excepción.