Automóviles Eléctricos: El Camino a un Futuro Limpio

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Hay miles de americanos esperando y deseando ser parte de la evolución tecnológica de la industria automotriz eléctrica como el Nissan Leaf y Chevy Volt. Este deseo no se ha visto desde los principios de la época industrial, cuando los seres humanos cambiaron sus máquinas de vapor por motores de gasolina. Las personas que empiezan a utilizar la tecnología innovadora rápidamente están marcando el camino hacia un futuro de aire limpio y una reducida dependencia al petróleos industrias están invirtiendo sus recursos tecnológicos en tiempos críticos en la historia y todos nos beneficiaremos de sus acciones. 

No es ningún secreto que la primera generación de tecnología nueva es sumamente costosa. Mi tío, un ingeniero verídico, se adueñó de una de las primeras calculadoras básicas del año 1971  – el Busicom “Handy-LE”–  y confirma que las tecnologías nacientes vienen con precios cargados: la calculadora en precios actuales costaría más de $2,000. Hoy en día estas mini calculadoras son regaladas en eventos promocionales.

No estoy sugiriendo que el futuro ofrecerá automóviles eléctricos gratis para todos, sino que mejorará el rendimiento automotriz mientras disminuyen los costos.  Es más, ya somos testigos a este progreso. El ejemplo mencionado abajo muestra el rendimiento de baterías litios-iónicos del 1991 al 2001 (la línea azul representa la fuerza electro-motriz de vatio por litro) las cuales generan automóviles eléctricos de hoy día – y como se duplican en cantidad –  mientras sus precios respectivos bajaron en costo diez veces (la línea verde representa el precio en dólares por cada hora vatio).

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El Nissan Leaf y el Chevy Volt se venden respectivamente por $35,000 y $40,000.  No son baratos pero si son asequibles considerando que provienen de la primera generación eléctrica. El precio se puede además rebajar si tomas ventaja del incentivo fiscal federal de $7,500 en créditos entre otros apoyados por el gobierno. 

Muchos de nosotros, incluso yo, no podremos adquirir un nuevo automóvil eléctrico a estos precios pero agradezco que existan personas quienes los están comprando ya que así están apoyando un futuro limpio para todos. Los conductores de automóviles eléctricos están ayudando a los demás. La decisión de conducir con electricidad significa que ellos emiten – por promedio –  cuatro veces menos dióxido de carbono que automóviles tradicionales. Los beneficios incrementaran mientras más automóviles eléctricos sean comprados y más electricidad renovable sea añadida a la red.

Automóviles eléctricos también reducen el esmog y la contaminación alrededor de las carreteras y ferrocarriles que aportan el aire sucio.

Los conductores de automóviles eléctricos hoy en día no son simplemente altruistas. Muchos son motivados por conveniencia ya que pueden enchufar sus maquinas enfrente en su hogar y el hecho que manejar estos autos cuesta aproximadamente un dólar por galón.  Sea lo que sea, esta motivación está creando un mercado sumamente interesante. Entre 35 y 40 modelos eléctricos serán introducidos en los próximos años.

Mientras que los automóviles eléctricos tienen beneficios numerosos, no es decir que son una panacea. Necesitamos un plan comprensivo de pólizas y tecnologías que mantenga un mercado competitivo en Estados Unidos, reduzca la necesidad petrolera y proteja el medio ambiente.  La semana pasada, el presidente Obama anunció un acuerdo para el año 2025 que fortalecerá los estándares de contaminación por carbón y eficiencia de combustible de 54.5millas por galón para automóviles y camiones livianos.

Mi colega, Roland Hwang, determinó la importancia del hecho presidencial: “Todos ganamos con este nuevo acuerdo – no solamente ganan los conductores y trabajadores en la industria automotriz, sino la sociedad entera: hombres, mujeres, niños y todos podremos respirar aire puro.”  Como está documentado en este informe, los beneficios a la salud según acuerdos y estándares previos han excedido (o rebasado) los costos de controlar emisiones por 100 a 1. Nuestro trabajo no termina aquí.

Todavía necesitamos inversiones serias en transporte público como explico mi colega Deron Lovaas.  Además, necesitamos planificar – inteligentemente –  espacios urbanos y regionales para poder fomentar comunidades sostenibles según las sugerencias de mis colegas, Kaid Benfield y Amanda Eaken

No hay una sola solución, pero los automóviles eléctricos forman un elemento crítico para un futuro donde las sociedades dependan menos del petróleo.  ¡Entonces amigos, gracias por su colaboración y por ayudarnos a formar un futuro limpio para todos!