La carga de la exploración: ¿Quién pagará el precio de la fracturación hidráulica en California?

Las comunidades de minorías en California frecuentemente sufren mucho más que otras: desde la contaminación del aire y el agua hasta los desechos tóxicos. Si se le da rienda suelta a la industria de petróleo y gas, la perforación y las amenazas que resultaran de la fracturación hidráulica (fracking), la acidificación y otras tecnologías para extraer gas y petróleo, impactaran gravemente a las comunidades que ya sufren por aire contaminado y una falta de agua potable.
En nuestro nuevo análisis de más de 84.000 pozos de crudo y gas en California, descubrimos que 5,4 millones de personas viven a una milla o menos de uno o más de estos pozos. Más de un tercio de estas personas también viven en comunidades que sufren la más alta contaminación de acuerdo con la Agencia de protección ambiental de California. Esto significa que hay una gran cantidad de personas que serán afectadas si se permite la exploración gasífera y petrolífera utilizando el fracking, entre otras tecnologías, en California.
Casi la mitad de las personas que viven dentro de una milla de un pozo de petróleo o gas en California son latinos. En los condados de Los Ángeles y Kern, alrededor de dos tercios de las personas que viven a un cuarto de milla y en comunidades que enfrentan la peor contaminación son latinos.
Para dos millones de estas personas que ya sufren por la contaminación del aire, agua y suelo a su alrededor, de acuerdo a informe tras informe la exploración expandida aumentaría la ya pesada carga ambiental a la que están expuestos y serían más peligrosa.
Esta contaminación adicional tendrá un impacto desproporcionado en comunidades pobres y de minorías. Cuando evaluamos los datos demográficos y los niveles de contaminación ambiental de las comunidades con pozos de petróleo y gas, encontramos que el 92 por ciento de los residentes son personas de grupos minoritarios – identificado en el censo como 69 por ciento hispano/latino, 11 por ciento asiáticos, 10 por ciento afroamericanos y 2 por ciento otros. En contraste, los blancos son el grupo racial o étnico más grande en las comunidades sin pozos de petróleo y gas y con mínimos niveles de contaminación.
En los últimos dos años he examinado la literatura y explorado los efectos a la salud de la fracturación hidráulica con expertos alrededor del país. Estos expertos están extremadamente preocupados de que la prisa por utilizar nuevas técnicas de extracción de petróleo y gas pongan en peligro la salud de los residentes e impacten a comunidades enteras. De hecho, un informe reciente sobre las amenazas a la salud identificó 15 diferentes componentes asociados con el desarrollo de la exploración de gas y petróleo no convencionales, desde camiones y tanques hasta químicos y métodos de ventilación que presentan un riesgo químico, físico y de seguridad.
Los informes sobre el efecto de la contaminación en comunidades con pozos de petróleo y gas se siguen amontonando. Los contaminantes en el aire causantes de enfermedades respiratorias, problemas neurológicos, defectos de nacimiento y cáncer han sido encontrados en niveles peligrosos en los sitios de perforación y comunidades enteras han sufrido los problemas regionales de contaminación del aire, el smog. La contaminación de los pozos de agua con radioactividad, hidrocarburos, metales pesados y gases crea un riesgo de exposición y priva a las comunidades del importante recurso de agua potable. La contaminación lumínica, el ruido, los accidentes de tráfico, los derrames de sustancias químicas, los incendios y explosiones también amenazan la seguridad de las comunidades.
Muchas comunidades en California no empiezan desde un punto ambiental ideal y arriesgan demasiado si se expande el fracking y otras tecnologías en el estado. Este hecho hace hincapié en la necesidad de una moratoria inmediata de la ampliación del fracking y otras técnicas de extracción polémicas para darle tiempo al estado para que analice plenamente los riesgos asociados con ellos y las maneras de proteger a sus habitantes de ellos. Sin una evaluación cuidadosa de las amenazas que el fracking presenta antes de dejar que esta actividad continúe en California, estas comunidades podrían pagar un precio demasiado alto por el boom del petróleo en California, esencialmente, la salud y la seguridad de sus familias.
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